Una reserva mundial de dólares

Desde que empezó la crisis financiera hace cuatro años, el Banco Central de los Estados Unidos, más conocido como la Reserva Federal Americana (FED), continúa con su política de mantener unos tipos de interés del dólar irrisorios (actualmente en el 0,25%). Y parece dispuesto a seguir así al menos hasta finales de 2014, mientras la economía americana vaya tirando, porque, según sus propias previsiones, para 2012, van a tener un crecimiento de entre el 2,4% y el 2,9%, un nivel de paro no superior al 8% y una inflación del 2%.

Un origen enigmático
Esta institución financiera fue creada en 1913, hace ya casi cien años, aunque su autentico origen estuvo en una reunión en la isla de Jekyll, frente a la costa de Georgia, tres años antes, donde se diseñó el sistema financiero americano. Según el fundador de la revista Forbes, representantes de JP Morgan, Rockefeller, Warburg, y el senador Nelson Aldrich, se reunieron en secreto y trazaron el proyecto de la FED.
Una ley federal estableció que fuese un organismo independiente del Gobierno y destinado a guardar los fondos de todos los bancos federales, que obligatoriamente entraron a formar parte del sistema. Los objetivos iniciales de la FED fueron tres: conseguir el máximo nivel de empleo posible, precios estables y tipos de interés moderados a largo plazo. Con el paso de los años, fueron aumentando sus competencias y ahora también incluyen la dirección de la política monetaria nacional, la supervisión y regulación de los bancos, la estabilidad del sistema financiero y el suministro de servicios financieros a las instituciones depositarias, al Gobierno y a instituciones oficiales extranjeras.

Crisis y préstamos
Actualmente, la legislación de EE UU permite que cualquier entidad bancaria extranjera que tenga una sucursal en el país y reservas en la FED pueda recibir préstamos. En septiembre de 2008, cuando ocurrió la estruendosa caída de Lehman Brothers, bancos de todo el mundo aprovecharon esta circunstancia y acudieron en masa en busca de transfusiones de liquidez.
En el momento más crítico de ese año, la FED llegó a aportar al sector bancario 110.700 millones de dólares en préstamos a bajo interés a través de su ventanilla de descuento. El 70% fue para entidades extranjeras, según el documento que la FED se vio obligada a hacer público por imperativo del Tribunal Supremo de los EE UU después de que un grupo de medios de comunicación lo reclamase a través de la Freedom of Information Act.
Dexia, por ejemplo, con sede en Bruselas y París, recibió 33.500 millones de dólares de la FED a través de su sucursal en Nueva York. Y la banca española también acudió a las distintas líneas de crédito abiertas por la FED entre 2008 y 2009. El Banco Santander llegó a pedir prestados 6.325 millones de dólares y el BBVA 4.130. Por su parte, la matriz de Bankia, Banco Financiero de Ahorros, pidió un máximo de 275 millones de dólares en febrero de 2010. En total, 407 entidades financieras de todo el mundo acudieron a siete programas distintos de crédito.

Estructura compleja
La FED está formada por un órgano rector, la Junta de Gobernadores, además del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC), doce bancos federales de reserva, siete bancos privados y varios consejos asesores.
La Junta de Gobernadores se compone de siete miembros y como agencia federal se encarga del establecimiento de la política monetaria nacional y de la supervisión de los doce Bancos de la Reserva, aunque en realidad lo hace sobre todo el sistema bancario de los EE UU.
El FOMC, por su parte, dirige las operaciones llevadas a cabo en el mercado de divisas. Se trata de un órgano que determina su propia organización interna y, por tradición, elige al presidente de la Junta de Gobernadores como su presidente y al presidente de la Reserva Federal de Nueva York como su vicepresidente. Cualquier votación en su seno es negativa si más de dos miembros disienten.
Las reuniones formales suelen llevarse a cabo ocho veces al año en Washington y en ellas pueden participar los presidentes de los Bancos de la Reserva Federal, aunque sin derecho a voto.
Los Bancos de la Reserva Federal están situados en Boston, Nueva York, Filadelfia, Cleveland, Richmond, Atlanta, Chicago, St Louis, Minneapolis, Kansas City, Dallas y San Francisco.
Los bancos privados en la FED son JP Morgan Chase, Wells Fargo, Bank of América, Citigroup, Goldman Sachs, US Bancorp, Bank of New York Mellon y Morgan Stanley. En realidad, hay cuatro entidades que son el denominador común de todos sus consejos de administración: Black Rock, State Street, Vanguard y Fidelity.

Los Big Four
La crisis de 2009 sirvió para que esas cuatro compañías, llamadas popularmente los Big Four, incluso ganasen cuota de mercado, hasta conseguir prácticamente absorber el 40% del ahorro de los estadounidenses y ya disponen del 55% de los activos que soportan el volumen de deuda, mientras que el resto de los 7.826 bancos del país pelean por el 45% restante.
El Gobierno, por su parte, recibe los beneficios anuales, tras pagar un dividendo establecido por ley del 6% a los bancos inversores, en función de sus posiciones. En 2010 la FED tuvo unos beneficios de 82.000 millones de dólares y transfirió 79.000 al Tesoro americano. A finales de 2011 se le transfirieron otros 77.000 millones de beneficios.
Todos los bancos nacionales tienen acciones en uno de los Bancos de la Reserva Federal.

Oscurantismo
Las principales críticas a la FED provienen de la discrecionalidad con la que toma las decisiones. Las juntas se llevan a cabo a puerta cerrada y los documentos se revelan solo cinco años después. Hasta los expertos dudan de cuál es la lógica con la que actúa a Reserva Federal. Se argumenta, con razón, que su comportamiento provoca mayor volatilidad en el mercado ya que hay que adivinar, la mayoría de las veces con poca información, sobre futuros cambios en sus políticas.
Pero la FED no siempre ha puesto el dinero casi regalado en el mercado. Es más, en los años 20 se le acusaba justamente de lo contrario. Milton Friedman decía que «aunque la FED no provocó la crisis de 1929, sí la empeoró al reducir la oferta monetaria en un tiempo en el cual se necesitaba más liquidez». Y Ludwig von Mises opinaba que lo que ha llevado a crear burbujas en el último siglo ha sido la manipulación artificial de la oferta monetaria por parte de la Reserva Federal.
En en el libro End the FED, publicado en 1994 por Murray N. Rothbard, se indica que “decir que la FED está diseñada para luchar contra la inflación es un sofisma”, dado que la inflación se debe al aumento en la oferta de dinero y son los bancos, precisamente, los que aumentan esa oferta.
En otro libro de 2009, el congresista por Texas y dos veces candidato a la presidencia, Ron Paul, propugna la abolición de la FED. Sin ella dice que disfrutaríamos de “todos los privilegios de la vida económica moderna sin la contrapartida de los ciclos, burbujas, inflación, desequilibrios comerciales insostenibles y el explosivo crecimiento del Estado que la FED ha fomentado.”
La opinión de Paul es que los bancos comerciales deberían estar sometidos únicamente al libre mercado, como cualquier otro negocio. Los bancos centrales, desde este punto de vista neoliberal, hacen que los mercados sean ineficientes y luego las consecuencias las acabamos pagando todos. Claro que cuando los bancos se sienten libres e imaginativos acaban creando burbujas como las de los productos estructurados que llevaron a Wall Street al colapso en 2007. Y entonces hasta los conservadores votaron por su rescate con dinero público.

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora   

Bloqueador de anuncios detectado

Por favor, considere ayudarnos desactivando su bloqueador de anuncios