LAS RENOVABLES DE SEGUNDA GENERACIÓN LLEGARÁN DEL MAR

Sea of Innovation Cantabria, el clúster de las energías marinas

La energía eólica marina cobra cada día más importancia. Tiene el atractivo de la eólica terrestre y todas las ventajas que proporciona el viento del mar, mucho más constante y con menos variaciones estacionales.

Los exigentes objetivos energéticos fijados por la Unión Europea para las próximas décadas obligan a las empresas a reinventarse y poner todo su empeño para alcanzarlos, por lo que inevitablemente van a impulsar los proyectos marinos, que ahora van muy a la zaga de los terrestres. Para 2030, la UE se ha propuesto reducir en un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero de 1990 y que al menos un 27% de toda la energía producida proceda de fuentes renovables.

Las compañías cántabras son conscientes de que estos desafíos también representan nuevas oportunidades de negocio, pero su dimensión económica y tecnológica hace imprescindible colaborar con socios estratégicos, atraer inversiones y crear grupos de trabajo en líneas de I+D.

El presidente de Sea of Innovation Cantabria, Luis San Segundo.

Con esa vocación se fundó Sea of Innovation Cantabria Cluster, un grupo de compañías privadas pertenecientes al ámbito naval, calderería, electrónica e ingeniería, apoyado por instituciones públicas como Sodercan y por centros tecnológicos como el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria o el CTC. El clúster nació en 2011, pero no fue hasta seis años después cuando dio comienzo a su actividad.

Desde entonces, sus miembros han iniciado varios proyectos piloto, como la primera turbina eólica marina flotante de la Península, diseñada por la empresa vasca Saitec, que han fondeado en el abra del Sardinero. Un prototipo con el que se pretende analizar, durante un año, su comportamiento en condiciones reales y controladas de oleaje, viento y corrientes, de cara a un futuro desarrollo comercial.

Una expansión sin precedentes

El presidente de este clúster, denominado Sea of Innovation Cantabria, y director financiero de la calderería Degima, Luis San Segundo, cree que el sector va a experimentar un crecimiento exponencial en los próximos años y será una vía para superar la crisis originada por la Covid-19. “Veremos el mar lleno de dispositivos de generación”, anuncia convencido.

La energía eólica flotante marina permitirá, según San Segundo, generar empleo, riqueza y, además, reducirá las emisiones de CO2 que soporta el planeta y también evitará la dependencia de terceros países que comporta la utilización de combustibles fósiles. Unos objetivos ambiciosos para los que es necesario buscar aliados fuera de la región, y el clúster cántabro ya ha anunciado su intención de impulsar una asociación con los de otras comunidades de la cornisa cantábrica: el Super Cluster Atlantic Wind.

Un parque multienergético

Otra de las metas que se ha puesto el clúster es establecer un parque marino multienergético que, además de utilizar la fuerza del viento pueda generar energía solar y undimotriz (la que procede del movimiento de las olas) y resultar compatible con otras actividades económicas, como la acuicultura.

El proyecto aún se encuentra en una fase muy incipiente, lo que no impide que el clúster esté dando pasos muy rápidos en ese sentido. Ya se han llevado a cabo varias reuniones para ir dando forma a este parque que puede representar “un hito importantísimo en el devenir de las energías marinas, del clúster y el de la región”, en opinión del dirigente del Sea of Innovation.

A pesar de tratarse de un campo de experimentación y, por tanto, de pequeña dimensión, las empresas cántabras no tienen la posibilidad de abordar por sí solas todas las facetas de un parque energético tan complejo, por lo que desde el principio se ha pensado en la colaboración con otras de las comunidades vecinas.

Impacto del coronavirus

No todos son pasos adelante. La llegada de la Covid-19 trajo consigo muchos contratiempos al sector. No solo desembocó en una ralentización en la recepción de los suministros industriales y de la actividad de las empresas sino que también ha paralizado o aplazado gran parte de los eventos organizados por el clúster, esenciales para conseguir más visibilidad y tomar contacto directo con posibles colaboradores estratégicos.

La empresa Saitec botó en agosto en las instalaciones de Astander la plataforma marina flotante que ha diseñado para alojar aerogeneradores, un acto que inicialmente estaba previsto para marzo, justo cuando se decretó el estado de alarma. Eso ha impedido la repercusión internacional que buscaba el clúster, que participa en él, al vincularlo a otros actos, que ahora han tenido que hacerse telemáticamente. A pesar de ello, el presidente de Sea of Innovation es optimista en relación al futuro. “Esperemos que esto pase pronto y volvamos a retomar las actividades que hemos dejado un poquito atrás”, señala.

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