Los salarios han perdido peso en el PIB con la crisis

Ya solo representan el 47%

Las estadísticas macroeconómicas dicen que España ha recuperado los niveles de renta precrisis, pero la participación de las rentas del trabajo en el Producto Interior Bruto (PIB) se sitúa todavía dos puntos por debajo, según los datos de Contabilidad Nacional. A finales de 2007, la remuneración de los asalariados (que incluye sueldos brutos y cotizaciones empresariales a la Seguridad Social) representaba el 49% del PIB y ahora tan sólo suponen el 47%. Con el excedente empresarial ha pasado justamente lo contrario: en 2007 su participación era del 41% y ahora es del 43%. Es decir, los dos puntos que se ha reducido la aportación de la masa salarial han ido a parar a las rentas empresariales, aunque también se incluyen en este concepto las dotaciones para amortización de capital y otras rentas, como las de los autónomos.

Los sindicatos utilizan estos datos para advertir de que la recuperación no está llegando por igual a todas las capas de la sociedad. Sin embargo, el ministro de Economía, Luis de Guindos, sostiene que la razón está en que España cuenta ahora con un 11% menos de asalariados que en 2017. En concreto, faltan 1,5 millones de puestos de trabajo.

Devaluación salarial

La crisis se llevó por delante 3,5 millones de empleos y también provocó una fuerte devaluación salarial, sobre todo a partir de la aprobación de la reforma laboral de 2012. Las empresas españolas perdían competitividad y, para recuperarla, se optó por disminuir los costes laborales, rebajando los salarios del empleo ya existente y reduciendo la cuantía de los sueldos para las nuevas incorporaciones. Esto logró que se abarataran los bienes y servicios y nuestras compañías fueran más competitivas pero con un coste para los trabajadores, que vieron cómo se reducían sus salarios.

Esto no ocurrió, sin embargo, desde el principio de la recesión. De 2007 a 2010, cuando ya se estaba produciendo una fuerte destrucción de empleo, los salarios no sólo no bajaron sino que se incrementaron. Si en 2008, la remuneración por asalariado real, según datos de Contablilidad Nacional, fue de 35.203 euros, en 2009 aumentó hasta los 36.841 euros. Para el Banco de España fue un grave error, porque trajo consigo un empeoramiento de la recesión.

Pero llegó la reforma laboral y las empresas que estaban en pérdidas o en previsión de pérdidas comenzaron a descolgarse de los convenios, y en la mayoría se instaló la moderación salarial.

A finales de 2013, la economía comenzó a dar síntomas de recuperación. Y esto se dejó sentir en los salarios, pero de manera muy moderada: se pasó de 34.709 euros en 2014 a 35.033, en 2015 y a 35.109 en 2016.

Ahora, desde Economía destacan que nos encontramos en un momento de «recuperación sostenida» de los salarios y que el objetivo tiene que ser tender hacia «una normalización», pero sin olvidar el principal reto «seguir creando empleo». E insisten en que la remuneración por asalariado real está un 2,4% por encima de la que teníamos en 2007.

Por el contrario, si se analizan los datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral se observa que estamos aún un 2,5% por debajo del coste laboral real por trabajador y mes que había en 2007 y un 1,4% por debajo del coste salarial real. La contradicción se justifica porque las dos estadísticas responden a criterios de elaboración distintos.

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