Revilla entiende las protestas de los hosteleros pero insiste en que la situación es muy complicada
Sobre la polémica de la comida de Illa en Cantabria: "Si llego a saberlo, yo le hubiera llevado a mi casa"
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, «entiende» a quienes, como los hosteleros, protestan por las restricciones del Gobierno regional por el COVID-19, pero ha insistido en que, la situación es «muy complicada» y «hay que tomar medidas» contra el virus.
«Yo entiendo la angustia que están pasando», ha afirmado Revilla en alusión a la concentración que han celebrado este miércoles, y otras anteriores, los hosteleros, si bien les ha recordado que el Gobierno regional «ha habilitado fondos» para ayudarles, que, aunque «no serán suficientes», sí sirven para apoyarles.
De esta forma, ha aludido a los 15 millones de euros de ayudas que el Gobierno regional ya ha aprobado recientemente para paliar el daño generado a la hostelería, el turismo y otros sectores las restricciones que ha habido que adoptar por el coronavirus.
Además, ha recordado que Cantabria no ha sido la comunidad «más drástica» a la hora de adoptar en los últimos tiempo las medidas para la hostelería ya que ha permitido, por ejemplo, mantener abiertas las terrazas.
También ha recordado que él fue uno de los que abogó este verano, cuando había «buenos» datos, por abrir el turismo en un verano que en Cantabria ha sido un «éxito total» y que siempre ha defendido la necesidad de no «parar absolutamente la economía».
Sin embargo, ha advertido de que la situación actual es «muy complicada» y considera que hay que «hacer caso» a lo que dicen los expertos sanitarios, que ya han advertido que es en los lugares cerrados donde se originan «el mayor número de contagios».
La comida de Illa en Cantabria
Revilla ha sido cuestionado, además, por la propuesta de los hosteleros cántabros de que se permitan hacer en el interior de sus locales reuniones de trabajo o institucionales como la que, según indicaron, celebró Illa con miembros del PSOE en la Filmoteca durante su reciente visita a Cantabria.
El presidente regional ha opinado que esa propuesta de los hosteleros «tiene un poco de cosa jocosa» aunque –ha reconocido– «él no le ve demasiada gracia al tema».
Aunque ha señalado que dicha comida ha despertado «morbo», se ha mostrado «convencido» de que en ella se respetaron las normas de seguridad frente al coronavirus, y más estando presente el ministro.
Además, ha señalado que no cree que en esa comida Illa y sus acompañantes se pegaran «una bigotada» ya que duró apenas una hora puesto que después de los actos de la mañana el ministro tenía que estar a las 15.30 horas en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla para la visita que tenía programada.
Pese a todo, Revilla ha señalado que «si llega a saber» la polémica que generó dicha comida –de la que asegura se enteró a posteriori por los medios de comunicación, «le hubiera llevado a su casa».
«Ese día tenía un cocido de garbanzos que había preparado mi mujer y hubiera comido mejor seguro y espero que no le hubiera dicho nadie nada porque en casa somos tres y él cuatro. No se me ocurrió, si no le hubiera invitado. No sé si hubiera aceptado pero yo me lo hubiera llevado encantado», ha dicho Revilla.
El presidente ha insistido en que el ministro «tenía que comer en algún sitio» y, aunque ha reconocido que podría haber ido a una terraza, ha opinado que es una opción que podría haber generado problemas. «Ya sabemos cómo están los ánimos en la calle ahora con los políticos. La gentes está muy excitada», ha señalado el presidente.
De hecho, Revilla ha señalado que cuando acompañó ese día por la tarde a Valdecilla al ministro tuvieron un «encontronazo» con un empleado del hospital, que le dijo «cosas terribles».
Revilla ha vuelto a censurar a quienes «insultan» a los políticos y, aunque entiende que la gente está «muy enfadada», considera que «no se puede tolerar increpar a la gente de esa manera». «Cada uno hace lo que puede», ha señalado el presidente regional.
El presidente ha advertido de que la situación es «muy complicada» puesto que hay que luchar contra «un invisible», que es el virus, que es «anárquico». «Podemos hacer lo que podemos hacer, lo que nos dicen los expertos que podemos hacer. No hacemos otra cosa. No hay una fórmula matemática».
Revilla ha realizado estas declaraciones a preguntas de la prensa tras reunirse en el Parlamento con el secretario de Estado para la UE, Juan González.