Lámparas fabricadas con impresoras 3D

Picollen diseña elementos de mobiliario e iluminación con la tecnología de impresión digital

Una nueva empresa cántabra, Picollen, ha encontrado en la tecnología de impresión digital la alternativa a los procesos industriales tradicionales para diseñar y construir lámparas. Mientras amplía su catálogo con otras piezas de mobiliario y decoración, e investiga el uso de nuevos materiales en la impresión en 3D, Picollen prepara el lanzamiento de una línea de muebles de madera para montar en casa, configurables según las preferencias del comprador.


La evolución de los procesos industriales hacia la fabricación en serie ha hecho posible que productos de todo tipo hayan llegado a millones de usuarios. Pero ha provocado también una excesiva estandarización. Hoy día, se prodigan elementos demasiado comunes en el modo como vestimos o como amueblamos nuestros hogares, dos ejemplos que tienen que ver con la imagen que deseamos proyectar.

Como reacción a esta realidad, cada vez son más los que buscan el modo de singularizarse, adquiriendo productos que permitan esa diferenciación. A esa clientela potencial apunta Picollen, un proyecto ideado por Juan Gutiérrez y Pablo Greppi, que han encontrado en la nueva impresión en 3D la tecnología que buscaban para diseñar, desarrollar y producir elementos singulares de mobiliario e iluminación, diferentes a los que ofrecen los sistemas tradicionales de fabricación, basados en grandes series.

Tan novedoso como la tecnología que aplican en sus procesos de fabricación es el canal elegido para dar a conocer sus productos y los valores de la empresa, las redes sociales. “Hoy en día, hay un cliente al que no le basta con comprar un producto sino que busca saber que hay detrás”, señala Juan Gutiérrez. “No es simplemente un cliente que sabe lo que está comprando sino que además le interesa una historia vinculada a unos valores. Y creemos que controlando los procesos de diseño, de desarrollo y de producción podemos dar respuesta a esa exigencia, porque con nuestro proceso de trabajo también estamos creando una historia de ese producto”.    

Una tecnología sostenible

El uso de la tecnología 3D les permite un control absoluto sobre todas las fases del proceso de fabricación, desde el diseño inicial y el desarrollo de la idea hasta la materialización del producto. “Si tenemos una idea, la queremos visualizar inmediatamente”, señala el diseñador de Picollen, Juan Gutiérrez. Y la inmediatez de la impresión digital lo permite. Otra cosa es la rapidez de ejecución, aunque también en este campo caben mejoras, optimizando el diseño para que la impresión sea lo más rápida posible. De esta manera, las lámparas que forman su catálogo inicial se fabrican en apenas hora y media. Otra ventaja de esta tecnología es que permite el crecimiento bajo demanda, basta con incrementar el número de impresoras.

Estas lámparas, fabricadas mediante impresión en 3D, son la primera aportación al catálogo de Picollen.

La sostenibilidad de esta nueva tecnología tiene mucho que ver con los materiales que emplea. De hecho la evolución en la impresión 3D se basa en la aparición de nuevos tipos de filamentos más que en las impresoras.

El material utilizado por Picollen para la impresión de las tulipas es un plástico biodegradable con partículas de madera. Esta combinación crea una textura atractiva y produce una iluminación tamizada.

La empresa trabaja también con resinas de base agua que eliminan la toxicidad del producto. Con este material, de aspecto cerámico, han diseñado una lámpara de techo y una colección de macetas, en las que también están experimentando con moldes fabricados digitalmente con la misma resina. De esta manera se ahorrarían los elevados costes que supone recurrir a moldes industriales o fabricarlos con silicona, que también es un producto caro e incómodo de manejar.

La sostenibilidad que se ha marcado como objetivo esta nueva empresa también se aplica en la reutilización de los productos. El usuario podrá cambiar, en el futuro, el modelo de pantalla sin tener que comprar una lámpara nueva. “Todo producto –­subraya Juan Gutiérrez– tiene un impacto, por muy orgánico que sea, y se trata de reducir ese impacto en la medida de lo posible”.

Mobiliario configurable

Picollen proyecta ampliar su campo de acción a la madera, para abordar piezas de mobiliario de mayor volumen. Incluso en este terreno busca crear productos alternativos, diseñando y fabricando, mediante control numérico, muebles cuya configuración final dependa de cómo quiera montarlos el propio usuario, como los armarios. La madera elegida inicialmente es el pino, pero Picollen también piensan explorar las posibilidades que ofrece el bambú, que en Sudamérica y en muchos países orientales se emplea de forma habitual tanto en la fabricación de muebles como en la construcción de viviendas.

Un proyecto que nació en Londres

La empresa se creó en septiembre pero se apoya en un catálogo que Gutiérrez ha venido desarrollando desde que estudió en la Escuela de Diseño de Barcelona. Fue en Londres, trabajando en una firma de cosmética, cuando se planteó, junto a un compañero de trabajo, el publicista Pablo Greppi, la posibilidad de hacer realidad una idea compartida, la de crear una empresa de diseño con un modo de producción alternativo a los existentes en el mercado. Y lo materializaron a su vuelta a Cantabria. “Yo siempre he sentido la necesidad de crear mi propio entorno”, explica Gutiérrez; un deseo materializado con Picollen y que quiere compartir con una nueva generación de consumidores que manifiestan otra sensibilidad como compradores.

Jesús Polvorinos

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