Una década de Incorpora
Una empresa de limpieza recibe el premio de la Obra Social La Caixa
El programa Incorpora de la Obra Social de La Caixa cumple diez años y lo ha celebrado premiando a diversas empresas y entidades por facilitar el acceso al mercado laboral a personas que se encuentran en situación de especial vulnerabilidad. También ha sido premiada una emprendedora, Rebeca Jiménez, creadora de la empresa Limpieza y Servicios Sociosanitarios ACL.
Tomar la decisión de convertirse en autónomo suele ser, para muchas personas, el último paso de una larga etapa en la que han tratado inútilmente de encontrar un trabajo. Pero es una decisión en la que necesitan asesoramiento para evaluar si su idea es viable y concretar los pasos a seguir. En este sentido, la historia de Rebeca Jiménez no es diferente a la de muchos otros emprendedores que han optado por el autoempleo para encontrar un hueco en un mercado laboral marcado por la precariedad y la escasez de ofertas de trabajo.
La dilatada experiencia de Rebeca en el sector de la hostelería, a pesar de su juventud, le había mostrado los límites de una actividad con empleos muy estacionales. Era el momento de intentar algo propio y en su cabeza comenzó a tomar forma la idea de crear una empresa de limpieza.
La Asociación Cantabria Acoge no fue la única con la que contactó para buscar consejo pero sí fue la primera en interesarse por su proyecto y en ofrecerle asesoramiento. Como es una de las seis entidades que colaboran con la Obra Social La Caixa, Rebeca Jiménez también acabó encontrando en este programa de inserción laboral la plataforma para materializar su idea, creando su propia empresa, Limpiezas y Servicios Sociosanitarios ACL.
Un año después, la iniciativa de esta joven cántabra ha sido reconocida en el décimo aniversario de Incorpora con el Premio al Emprendedor, uno de los galardones con los que La Caixa ha agradecido a empresas cántabras su colaboración con el proyecto.
Un autoempleo al que le seguirán más
El primer objetivo de Rebeca ya se ha cumplido. Desde hace un año, ACL trabaja de manera continuada en la limpieza en hogares, comunidades de vecinos y pequeñas empresas. Un comienzo en el Centro de Día de Muriedas le abrió paso a nuevos contratos y, en función de la carga de trabajo, suele dar empleo a dos o tres personas más. Su servicio busca hacerse un hueco en un mercado muy competido. “Generalmente, o hay una limpieza muy básica o una profesional, pero que cuesta mucho dinero”, señala Rebeca; “No hay algo intermedio, un servicio de hogares que sea algo más profesional pero sin llegar a utilizar productos químicos excesivos”.
Es en ese punto intermedio donde busca situarse, y con planteamientos ambiciosos, porque ya está pensando en dar el salto a la limpieza industrial, algo que podrá hacer una vez que se concrete la financiación para la adquisición del equipo que necesita, quizá este verano. “No tengo prisa por crecer, afirma Rebeca. Mi objetivo es hacer bien las cosas y estoy muy agradecida a Incorpora, porque me ha ayudado económicamente y también a abrirme paso”.
Un proyecto para crear oportunidades
Si por algo se singulariza este programa de la Obra Social de La Caixa no es por su apoyo a emprendedores, algo que comparte con muchas otras entidades. Lo realmente significativo de Incorpora es su orientación hacia la integración en el mercado laboral de personas vulnerables o en riesgo de exclusión social, una iniciativa que en sus diez años de vida ha generado oportunidades de trabajo para cerca de 2.000 personas en Cantabria, y para lo que ha contado con la colaboración de más de 800 empresas comprometidas con este proyecto.
Seis entidades le ayudan a tejer esta red: la Asociación Cántabra de Lucha Contra El Paro, Ilunion Empleo, Asociación Nueva Vida, Amica y el Secretariado Gitano de Cantabria, coordinadas por la Asociación Cantabria Acoge, que son las encargadas de desarrollar el proyecto en la comunidad autónoma a través de doce técnicos de inserción laboral.
Estos profesionales sirven de puente entre las necesidades de las empresas y los apoyos que requieren las personas, al tiempo que ofrecen formación, acompañamiento y seguimiento laboral al trabajador insertado. Tal y como explica María José Abellán, técnica del programa Incorpora en Amica: “Nosotros realizamos acciones de sensibilización para que la sociedad y las empresas dejen atrás conceptos que tradicionalmente han ido ligados a la discapacidad, como la dependencia, la inactividad o la formación poco cualificada”.
Un ejemplo de centro receptivo a esta inserción social es el Hospital Padre Menni, que colabora con Incorpora desde 2009. Actualmente tiene cinco personas contratadas a través de este programa. Para Carlos Pajares, su director-gerente, “Incorpora tiene tres valores añadidos: el perfil de los trabajadores posibilita realizar una apuesta por los valores sociales; el seguimiento personalizado es continuo durante todo el proceso y mantienen el interés por el éxito de la plena incorporación del candidato”.
En la conmemoración del décimo aniversario de Incorpora hubo también un reconocimiento a la labor realizadas por varias empresas que han colaborado en este programa, como los hoteles del Grupo Sardinero, Primark, el restaurante La Mulata o el Grupo Deluz.
En 2016, Incorpora Cantabria promovió la contratación de 299 personas en situación de vulnerabilidad y a las que sin esta ayuda les habría sido muy complicado lograr un empleo, porque entre los destinatarios a los que se dirige este programa se encuentran colectivos como las personas con discapacidad, parados de larga duración, jóvenes con dificultades para acceder a un empleo, exreclusos, víctimas de violencia de género e inmigrantes, entre otros. Situaciones que añaden aún más obstáculos al ya difícil acceso al mundo laboral.
Jesús Polvorinos