Ferrosite abrirá una planta de biometano en Arenas de Iguña
La compañía mantiene el liderazgo en la transformación de motores para el uso de energías alternativas
En sus cerca de 20 años de historia, Ferrosite continúa siendo un referente en la adaptación de los motores de distintos tipos de vehículos para que puedan usar combustibles alternativos. En esta apuesta por un cambio energético, ha ampliado su negocio hacia la producción de energías alternativas, cuyo proyecto más inmediato es la construcción de una planta de biometano en Arenas de Iguña.
El biogás es una energía renovable que utiliza como materia prima los desechos orgánicos o la depuración de aguas residuales. Tras un proceso de acondicionamiento, se convierte en biometano, un gas combustible que, utilizado en la automoción, evita el consumo de gasóleo o gasolina.
Desde su nacimiento, hace casi dos décadas, Ferrosite se ha caracterizado por ir a la cabeza en el desarrollo de nuevas energías para la movilidad. Ha sido pionera nacional en la adaptación de vehículos para poder usar combustibles alternativos como el gas licuado del petróleo o el gas natural comprimido y ahora darán un paso más con la puesta en marcha de una división de energía dedicada al estudio, fabricación y montaje de plantas de tratamiento de purines. Su objetivo es conseguir valorizar estos residuos para obtener gas metano, la fuente energética de la economía circular por excelencia.
El primer paso en esta nueva área de trabajo es la creación de una planta de biometano en Cantabria, a partir de los abundantes residuos ganaderos que se producen en la región. Algo que consideran muy interesante para Cantabria, tanto desde el punto de vista ambiental como en la articulación del territorio, ya que “estas plantas generan trabajo en su construcción y en su explotación y son una oportunidad para mejorar la actividad en la España vaciada”, resalta el presidente de Ferrosite, Jesús Salmón.
El lugar elegido para esta planta es una finca de unos 10.000 metros cuadrados en Arenas de Iguña. Actualmente, la compañía se encuentra tramitando los permisos necesarios para su construcción que llevará unos 18 meses.
De la mano de este proyecto, Ferrosite también estudia la instalación de una gasinera (un lugar de repostaje de gas natural para los vehículos) en Cantabria, donde actualmente no hay ninguna. “El gas, el hidrógeno y la electricidad son la única manera de llegar al 2050 con los objetivos medioambientales, energéticos y climáticos fijados por la UE”, recuerda la empresa.
Vehículos público ‘eco’
El año 2020 ha estado marcado por la crisis sanitaria. Ferrosite ha pasado de los récords a nivel de crecimiento económico y tecnológico de 2019 a sufrir la paralización de la pandemia, en lo que también ha colaborado “la falta de políticas claras en todos los segmentos”, en opinión de la empresa.
A pesar de estas dificultades han afrontado varios trabajos singulares, entre los que destacan la preparación del primer y único camión de basuras con distintivo ‘eco’ de Santander, y del primer autobús de Chiclana (Cádiz) propulsado por biometano. Este último utiliza el biogás que produce un cultivo de algas en las aguas residuales de Chiclana, “generando una auténtica economía circular”.
El siguiente paso será gasificar la totalidad de la flota de autobuses del municipio gaditano. Y tiene otro contrato para gasificar una de las mayores flotas de camiones, autobuses y vehículos industriales del país (actualmente ya cuenta con 58 vehículos gasificados y con tarjeta ‘eco’) lo que, a juicio de la compañía cántabra, supondrá “importantes ahorros para esa empresa”, y para hacer otro tanto en la flota de vehículos renting de una gran compañía nacional. “Este tipo de trabajos son los que nos permiten seguir trabajando y, lo más importante, seguir investigando, desarrollando e innovando”.
Un horizonte verde
El objetivo a largo plazo de Ferrosite es el cambio energético, favoreciendo las energías más limpias, tal como se establece en los objetivos de la Unión Europea para 2050 para reducir drásticamente los gases efecto invernadero. “Para conseguirlo es necesario usar todos los recursos tecnológicos y energéticos que tenemos a nuestro alcance”, indican desde la compañía de Renedo de Piélagos.
Se trata de un amplio abanico, ya que, explican, “todas las energías son necesarias, tanto las gaseosas (GLP, GNC, biometano, hidrógeno…), como la eléctrica, eólica, fotovoltaica o hidráulica”.
Cada una de ellas conlleva un proceso y no es inmediato. “No podemos pasar del 0 al 100 sin usar todos los medios que tenemos. Para llegar a un futuro escenario verde, es necesario elaborar un plan que haga de correa de transmisión sin dar un paso adelante y otro atrás, algo que por desgracia se está convirtiendo en lo habitual”, se lamentan. “Hay que conocer el objetivo para estudiar cómo poder hacerlo realidad”.
En ese sentido, y aunque desde la empresa reiteran que todas la energías son necesarias, destacan que “el año pasado, solo el 38% de la energía consumida fue sin CO2”.
Considerando las emisiones con el método well to wheel (del pozo a la rueda, en inglés), que engloba todos los análisis individuales de las emisiones de CO2 de cada servicio, “el eléctrico contamina, desde producción a escape, más que un vehículo de gas. Especialmente si contamos la fabricación de las baterías que todo el mundo olvida”, añaden.
Por ello, consideran que “si las ayudas se hiciesen con criterios medioambientales y no políticos, las familias, industrias y profesionales podrían mejorar el parque automovilístico existente, con otro tipo de opciones que vayan más allá del eléctrico”.
Ferrosite tiene claro que el cambio energético no solo va a afectar a la movilidad y arranca con la llamada Cuarta Revolución Industrial, basada en la descarbonización. Para ello, la compañía sigue adelante con la investigación y el desarrollo de sus sistemas para la combustión de gas en los vehículos (bi-fuel y dual-fuel), que le está permitiendo acceder a nuevos mercados y ha ampliado estos proyectos con la introducción de otra tecnología más, el hidrógeno, dispuesta a no perder el liderazgo nacional en la aplicación de energías alternativas para la movilidad.
María Quintana