Digimax aprovecha los nuevos caminos que abren los drones
La productora los utiliza para ‘tours virtuales’ y para control de cultivos
Después de casi dos décadas en el campo de la producción audiovisual, Digimax ha iniciado una nueva etapa. Los videos de empresa han evolucionado hacia los ‘tours virtuales’ y funciones más técnicas, como el seguimiento de obras, y la aparición de los drones ha ampliado las posibilidades de la fotografía aérea en el campo de la agricultura y de la industria.
Hasta la irrupción de los drones y de las nuevas tecnologías digitales, el vídeo solía ser utilizado como un simple recurso promocional de empresas o instituciones. De hecho, ése solía ser el trabajo más habitual de productoras como Digimax, que lleva cerca de 20 años dedicada a la elaboración de vídeos dirigidos al mundo empresarial y al montaje de audiovisuales para museos de toda España.
Sin embargo, la llegada de la crisis frenó la demanda de las instituciones oficiales, y las empresas comenzaron a demandar productos audiovisuales más orientados a sus procesos de fabricación que a promocionar la imagen de la empresa.
Tocaba renovarse y esto es lo que ha hecho Digimax Video, aprovechando las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías y la evolución de las cámaras con que se pueden equipar los drones. Actualmente, tan solo el 20% de su actividad sigue vinculada a los vídeos publicitarios de empresa. El resto lo ocupan la realización de tours virtuales arqueológicos, industriales o para firmas inmobiliarias. También ha entrado de lleno en el mundo de la cartelería digital, en la que cuenta con alguna patente, y se ha dotado de una flota de cinco drones con los que va a explorar diversas líneas de negocio en la agricultura y en la preservación del medio ambiente.
Un paseo interactivo
La evolución del vídeo y la fotografía digital, y su fácil difusión por las redes sociales, ha abierto a las productoras campos insospechados en la industria. Combinando vídeos y fotos, y con tomas cenitales como las que proporciona un dron, Digimax permite que un armador canadiense pueda seguir desde su país, a través de un ordenador o de un móvil, el avance de las obras de remodelación de uno de sus buques en las gradas de Astander. Un tour virtual realizado periódicamente le da la posibilidad de revisarlo desde la cubierta o el interior del buque, con giros que pueden abarcar los 360 grados y llegar a hacer un zoom sobre detalles que quiera observar más de cerca. Este apoyo en material audiovisual para documentar trabajos a distancia también lo ha llevado a cabo para otras empresas de Cantabria, como ENSA.
Otra de las aplicaciones más demandadas es la utilización de estos paseos virtuales para la venta de viviendas. Incluso con la posibilidad de añadir digitalmente durante la visita a la persona que actúa como guía. Digimax ha realizado este tipo de vídeos interactivos para varias inmobiliarias.
Un recurso para la arqueología
Donde el tour virtual también tiene un gran recorrido es en el campo del turismo cultural y, más concretamente, en la arqueología, para hacer más atractiva la visita a los yacimientos y como herramienta de trabajo para los arqueólogos.
Si para el simple turista estos vídeos avanzados le permiten recorrer virtualmente los restos de lo que fue una ciudad romana, el arqueólogo puede, mediante un mapeo realizado por un dron en 3D, medir distancias o calcular superficies. También podría conocer de antemano las zonas en las que excavar, gracias al análisis espectral que la cámara del dron puede hacer para detectar si ha habido movimiento de tierras o rellenos, por muy antiguos que sean.
Digimax ya ha realizado mapeos en 3D para el Gobierno vasco en las ruinas romanas de Iruña Veleia y en un dolmen situado, también, en Álava. Actualmente trabaja en un tour virtual de Julióbriga, para cuya observación se está habilitando un espacio audiovisual en la segunda planta de la Domus reconstruida en la ciudad romana próxima a Reinosa.
La firma de Astillero complementa la producción de los contenidos audiovisuales con el suministro del equipamiento necesario para su observación, como las mesas multitouch o grandes monitores.
Nuevas aplicaciones para los drones
La creciente sofisticación de las cámaras con las que puede equiparse un dron, abre multitud de posibilidades para el uso técnico de las imágenes captadas desde el aire. José Manuel Guerra, el fundador de Digimax, ha centrado su atención en las nuevas líneas de negocio que puede desarrollar con su flotilla de drones.
Una de las que ofrece más posibilidades es la agrícola, aunque para extensiones de cultivo bastante mayores que las que tiene Cantabria. Con las imagenes multiespectrales captadas desde un dron, un ingeniero agrónomo puede detectar el grado de humedad de las plantas, si crecen adecuadamente o si están siendo afectadas por alguna enfermedad. Guerra quiere añadir a estas utilidades opciones como la de abonar o fumigar zonas específicas de la plantación y ya está en contacto con una empresa de fertilizantes para que ofrezca a sus clientes este nuevo servicio.
Otro aspecto en el que un dron puede ser especialmente útil es en la lucha para la erradicación de las plantas invasoras, como el plumero. Digimax ya ha hecho algunas pruebas en Morero con un mapeo en 3D que le ha permitido acotar las zonas en las que esta planta invasora está presente y cree que la localización aérea de las manchas puede ahorrar esfuerzos y costes.
Los drones también abren nuevas expectativas en el campo industrial. Una línea de trabajo que quiere desarrollar Guerra es el empleo de cámaras termográficas para el mantenimiento preventivo de las redes eléctricas (los tendidos se sobrecalientan en aquellos puntos donde pueden producirse fallos) o la detección de fatiga de materiales.
Sobre estas áreas de negocio generadas por la irrupción de los drones va a pivotar la nueva etapa de Digimax que, sin renunciar a su vocación de productora audiovisual, ha buscado en estas nuevas tecnologías la forma de reinventarse.
Jesús Polvorinos