SE ACABA EL TIEMPO DE LAS PESETAS
Veintidós años después de la llegada del euro, desaparece definitivamente la peseta o, al menos, la posibilidad de cambiarlas, y los perezosos empiezan a formar colas ante las oficinas del Banco de España allí donde perviven. A día de hoy no han aflorado todavía 266.051 millones de pesetas (unos 1.600 millones de euros) y el plazo para cambiarlas se agota el 31 de diciembre. El banco emisor estima que el 45% de las monedas en pesetas que estaban en circulación antes de la entrada del euro nunca será entregado para su canje, porque permanecerán en manos de los españoles como pieza de coleccionismo, o bien por deterioro, pérdida o salida del país en los bolsillos de los turistas.