Una forma lúdica de buscar trabajo

Wooorker, una plataforma de empleo basada en técnicas de juegos

Creada hace un año por cinco jóvenes cántabros, Wooorker es una red social de empleo que ha generado mucho interés en fondos de inversión españoles. La introducción de juegos para convertir la búsqueda de empleo en un proceso activo convierte a Wooorker en una pionera de la gamificación en el ámbito de las plataformas de empleo.


Apuntarse a una bolsa de empleo a través de las plataformas que ya existen en la red, colgar el perfil académico o profesional en Linkedin y enviar curriculums es una experiencia que se ha convertido en rutinaria para muchos jóvenes españoles. Y esa misma rutina es la que acaba por desincentivar otras búsquedas más activas de empleo. Tampoco ayuda el desbordamiento de los departamentos de recursos humanos de las empresas, que deben atender a respuestas multitudinarias cada vez que publican una oferta de trabajo.

No parece fácil salir de ese escenario ni que el solicitante de un empleo encuentre la oportunidad de demostrar su capacidad, pero hay quien ha encontrado la forma de convertir esa búsqueda en una actividad en la que, mediante metodologías de juego, el candidato puede demostrar sus conocimientos con mucha más capacidad de convicción que con las frías líneas de un curriculum.

A esta conclusión han llegado los creadores de Wooorker, una plataforma cántabra de empleo que, además de actuar como una red social, incorpora por primera vez las técnicas de gamificación, mecánicas de juegos con las que el candidato se ve estimulado a superar pequeños retos y participar más activamente en el proceso de búsqueda de empleo.

Una plataforma pensada para jóvenes

La idea que animó a sus promotores fue la constatación de que en su entorno social eran cada vez más los amigos que se veían obligados a emigrar a otros países en busca de trabajo. “Queríamos que la gente joven tuviera una plataforma en la que pudiera encontrar un empleo digno”, señala Diego Sardina, uno de los fundadores. “Al principio, la idea era muy sencilla” –explica Juan Gracia, otro de los creadores de Wooorker–. “Se trataba de hacer un Linkedin pero orientado a un perfil más bajo, es decir, abierto a todo el mundo y focalizado en los jóvenes”.

Hasta aquí, el proyecto habría venido a sumarse a iniciativas similares que le han precedido en la red, pero lo que realmente convirtió Wooorker en una plataforma diferente fue el descubrimiento de las posibilidades que encerraba la aplicación de estrategias propias de entornos lúdicos. Algo que cobra aún más sentido si se tiene en cuenta que los destinatarios de su plataforma son jóvenes para los que internet es su hábitat natural y que la mecánica de los juegos está presente ya en muchos ámbitos del mundo digital.

Se trataba de salir del marco pasivo que ofrecen otras plataformas de empleo proponiendo objetivos a los candidatos y compensándoles mediante un sistema de puntos (wooorkies) cuando los llevan a cabo. Rellenar sus datos, compartir ofertas de trabajo en las redes sociales o escribir un post sobre un tema a debate en los grupos de interés creados en la propia plataforma son acciones que suman puntos por los que se reciben prestaciones añadidas en la plataforma, como que su candidatura aparezca entre las más destacadas dentro del listado que se remite a las empresas interesadas. El envío de una carta personalizada al entrevistador; la posibilidad de tener con él un chat directo o un estudio que evalúe su candidatura en relación con otros aspirantes al mismo puesto son otros incentivos para el usuario que busca un empleo.

‘Salte de la fila’

Lo que se persigue con estos estímulos es que, a través de las acciones propuestas, los candidatos vayan aflorando sus habilidades y conocimientos reales. “Queremos motivarles, que compitan con el resto de candidatos y que puedan demostrar su valía”, explica José Luis Estébanez, encargado del desarrollo técnico de la plataforma y futuro socio de Wooorker–. Un objetivo que se resume en el lema de los impulsores de esta nueva vía de acceso al mercado de trabajo: ‘Salte de la fila’.

El equipo de la empresa cántabra, que ha sabido dar un giro imaginativo a las plataformas de empleo, para que el trabajador participe de una forma más activa en la búsqueda. FOTOS: MARÍA CASUSO

La plataforma comenzó a funcionar en mayo del pasado año y, a pesar de que no han llevado a cabo todavía ninguna acción de marketing, el boca a boca ha atraído ya a más de 800 demandantes de empleo. Actualmente tiene 200 procesos de selección activos, es decir, de empresas que buscan en ella el perfil de trabajadores que necesitan.

La plataforma es gratis para los demandantes de empleo, no así para las empresas, aunque en esta fase de lanzamiento tampoco tiene para ellas ningún coste probar la funcionalidad de los servicios de Woorker. Los que ya ofrece y los que va a ir incorporando a lo largo de los próximos meses como consecuencia de las conversaciones que han mantenido con los responsables de recursos humanos de muchas empresas.

Una de esas prestaciones que se van a incorporar es la posibilidad de que los candidatos se graben a sí mismos en un vídeo de unos dos minutos, respondiendo a lo que se conoce como killers cuestions, las preguntas que sirven de filtro al entrevistador para decidir si esa persona pasa al proceso de selección.

El objetivo es facilitar a los responsables de recursos humanos una toma de decisiones rápida. Incluso contemplan la posibilidad de crear un departamento específico para prestar este servicio de selección de trabajadores de forma externalizada a las empresas.

Para hacer más ágil el acceso a Wooorker, sus promotores trabajan en el desarrollo de una aplicación móvil (app) que permitirá añadir nuevas prestaciones, como recibir avisos de ofertas de empleo en las proximidades del lugar donde se encuentra el candidato en ese momento.

Interés fuera de la Comunidad

Las novedades que aporta esta plataforma de empleo y su potencialidad no han pasado desapercibidas fuera de Cantabria. Un fondo de inversión valenciano les hizo una oferta de financiación que implicaba el traslado a esa comunidad. Y la lanzadera creada por el propietario de Mercadona, Juan Roig, les ha preseleccionado para formar parte de su programa de apoyo a empresas innovadoras, que va ya por su cuarta edición. El pasado mes de marzo fueron una de las ocho iniciativas invitadas por Conector, otro importante fondo de inversiones, en la feria de internet y comercio electrónico celebrada en Barcelona.

A pesar del interés mostrado desde otras comunidades, los promotores de Wooorker no se plantean desarrollar su proyecto fuera de la comunidad de origen: “Hemos apostado por hacerlo desde Cantabria –afirma Juan Gracia, porque creemos que es totalmente asumible desde aquí”. Es una de las ventajas de moverse en un sector, como el de las nuevas tecnologías, en el que las distancias geográficas no existen.

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