Sodercan quiere impulsar la exportación de las pymes
Tan solo 320 empresas cántabras venden regularmente en el exterior
El programa de internacionalización de Sodercan se ha fijado como objetivo impulsar a las microempresas de Cantabria a exportar y aumentar así el escaso número de compañías locales que venden en el exterior de forma continuada, unas 320. El Plan Globalízate también va a incluir a grandes empresas industriales, con sus proveedores, en las misiones comerciales, para aprovechar su posicionamiento.
Cualquier empresa, tenga el tamaño que tenga, puede exportar si lo que oferta se diferencia de lo que ya existe en el mercado, su titular es capaz de mantener una estrategia en este objetivo durante el tiempo suficiente y le dedica al menos 3.000 euros.
Si se cumplen esos tres requisitos, Sodercan cree que incluso las micropymes pueden vender en el exterior, pero en ellas se hace aún más patente la debilidad de recursos para desenvolverse en ese mercado internacional, de ahí que la compañía pública pretenda ofrecerles una asistencia técnica, además de las ayudas a las que cualquier exportador puede optar.
El pasado año, 91 empresas de Cantabria, de todos los tamaños se acogieron al programa de ayudas para la internacionalización de su actividad. En total recibieron 1,2 millones de euros, con una limitación de 30.000 euros por empresa y año, que se dedicaron a subvencionar su actividad exterior, repartidos en varias líneas de actuación.
La asistencia a ferias es una de las formas más eficaces de asomarse a esos mercados, pero también se apoyan los viajes comerciales de prospección, para analizar las posibilidades que presentan otros países. Para esos trabajos también existen ayudas, que pueden cubrir desde una asistencia técnica para preparar una agenda comercial, hasta un estudio de mercado sobre cómo situar un producto. Las acciones de marketing son, igualmente, apoyadas, como ocurre con la elaboración del material de promoción, en un idioma distinto del español (diseño y edición de catálogos, folletos, páginas web, etc.).
Otro objetivo que amparan las subvenciones es el registro de patentes y marcas internacionales, las certificaciones que muchos países exigen o la homologación de productos, para permitir el acceso a sus mercados. Y como no solo se pueden exportar materias tangibles, Globalízate cuenta con una línea de ayudas para consultoras o empresas de servicios que acudan a un concurso público en otros países y que se vean obligados a afrontar unos procedimientos de licitación costosos.
Más técnicos de comercio exterior
Una de las carencias más acusadas de las empresas cántabras es la inexistencia de un departamento específico para el comercio exterior. De ahí que una de las líneas de ayudas por la que apuesta Sodercan sea el apoyo a la contratación de técnicos especializados en el mercado internacional.
El pasado año contribuyó con 656.000 euros a que 16 empresas cántabras contratasen otros tantos técnicos de comercio exterior. La ayuda a cada empresa se limita a 25.000 euros por anualidad y abarca los 24 primeros meses del contrato laboral, que debe ser indefinido y con un salario bruto anual superior a 20.000 euros. “Es una de las líneas de actuación más importantes del programa –señala Raquel Manzanares, directora de Promoción y Desarrollo Internacional de Sodercan–, y donde la ayuda pública tiene más sentido, porque estamos favoreciendo la contratación”.
Las empresas que han incorporado a estos técnicos pertenecen a sectores en los que Cantabria cuenta con un claro potencial exportador. Hay compañías agroalimentarias (Siderit, Pescados Anco, Sta Snail); de nuevas tecnologías (Semicrol, Enyca); químicas (Columbian Carbon Spain), metal-mecánicas (Atecsol, Gomur, Global Special Steel Products, Fundiciones Carg); de electrónica y comunicaciones (Fonestar); de construcción (Yofra, Accisa); textiles (Artesanía Rosy, Chuloo’s), y de medioambiente (Talleres del Agua).
Las misiones comerciales de 2018
Impulsar la exportación implica también abrir nuevos mercados, porque otro de los problemas que acusa la actividad exportadora de Cantabria es su excesiva concentración en el ámbito europeo. Ya el pasado año Sodercan organizó misiones comerciales a países como Irán, Dubai o Senegal, una de las economías más pujantes del continente africano, donde quedó patente que el interés de las empresas españolas se está extendiendo desde Marruecos, donde ya están muy presentes, al Africa subsahariana.
Para elegir los objetivos de este año, Sodercan ha pulsado la opinión de las empresas, con una encuesta en la que han participado un centenar de firmas. Y los países por los que han mostrado preferencia son aquellos en los que Cantabria cuenta con más relaciones comerciales, como Francia, Reino Unido o Alemania, pero también muestran interés por mercados más alejados y prometedores, como México, Chile, Perú, Rusia, Emiratos Arabes Unidos o China.
En el caso de Rusia, en donde Sodercan no ha realizado ninguna misión comercial desde 2010, existen buenas perspectivas para el sector metal-mecánico. Se ha planteado también la posibilidad de que una gran empresa, como Gamesa, acuda acompañada de sus proveedores, para abrirles paso en ese y otros mercados.
Son acciones todavía sin concretar pero que inciden en la necesidad de volcarse en el mercado exterior, porque la internacionalización hace tiempo que dejó de ser una opción. Las ventas en el exterior se han convertido en la mejor posibilidad de crecimiento y en el modo más eficaz de sobrevivir en un mercado cada vez más globalizado.