JOHNSON SE QUITA DE ENMEDIO LOS MOTORES DE COMBUSTIÓN
Cuando hace casi dos años la ministra de Industria española aventuró que para el 2040 ya no se podrían vender coches diésel en España le llovieron las críticas y el sector del automóvil lo tomó como una lanzada en el pecho. De hecho, las ventas de diésel se hundieron. En Inglaterra, en cambio, ya no se asustan de nada. En febrero, al ser reelegido, el premier inglés Boris Johnson dijo que esta tecnología se prohibiría en su país a partir de 2035, y ahora acaba de anunciar que después de 2030 en Inglaterra ya no se podrán vender coches ni de diésel ni de gasolina, algo que sí que abre un abismo incierto para la potente industria automovilística británica. Lo llamativo es que no se ha quejado nadie.