Carreteras cántabras servirán para testar vehículos no tripulados
Habrá varios circuitos para probar distintas tecnologías y modos de transporte
El transporte se va a automatizar, lo que no es tan fácil de asegurar es cuándo. Hasta ahora, ha quedado relativamente al margen del salto tecnológico de la informática pero los vehículos que desplazan las mercancías o el pasaje pronto podrán gobernarse a distancia y las estrategias de propulsión serán mucho más eficientes. También se conseguirá eliminar el error humano de la ecuación. Pero antes son necesarias muchas pruebas y Cantabria va a tener varios campos de experiencias. El primero de ellos estará en la Vega de Pas, gracias al empeño de un grupo de empresarios locales.
Los coches autónomos van dando pasos inexorables y probablemente se conviertan en habituales en nuestras calles a mediados de la próxima década, pero mientras tanto deberán rodar muchos miles de kilómetros en todo tipo de carreteras y con todo tipo de sistemas de autocontrol, puesto que no hay uno solo. Los accidentes que han causado hasta ahora, aunque son estadísticamente inferiores a los que sufren los coches conducidos, han originado alarma social y fuerzan a mejorar aún más estos autómatas.
España se ha incorporado un poco tarde a este proceso pero, dentro del país, Cantabria va a ser una adelantada, ya que ha sido la más receptiva al programa Nertra (Nueva Era del Transporte) auspiciado por la sección española de la Asociación Internacional por los Vehículos Aéreos no Tripulados (Auvsi).
El objetivo no es probar un vehículo determinado sino disponer de un campo de pruebas en el que puedan testarse la distintas tecnologías que se están desarrollando en todo el mundo (y las que puedan llegar) para conseguir coches autónomos con cero accidentes, pero también para mejorar los coches eléctricos y no contaminantes o para resolver los atascos. Lo más sorprendente es que la avanzadilla tiene lugar en los valles pasiegos, con dos centros de experimentación y formación, en el convento de San Francisco (Soto Iruz) y en Ontaneda. El Consorcio InterPas, una agrupación de empresas de la zona que quieren situar a los valles pasiegos en el eje de este proyecto, planea que el edificio del antiguo Gran Hotel Ontaneda forme parte del primer Complejo Nertra de España.
Este imponente inmueble formó parte, junto al Balneario de Alceda, del complejo termal de esa localidad. Un acuerdo con sus actuales propietarios (la orden religiosa de Los Legionarios de Cristo) ha permitido reabrir sus puertas el pasado mes de marzo, y su utilización parcial para actos sociales y culturales.
A este emplazamiento rural, en el que se probarán los nuevos vehículos y se impartirá formación, se sumarán otros tramos experimentales. Uno, en el extremo del Polígono de Raos y otros dos condicionados a que se resuelvan algunas circunstancias previas. El más problemático deberá esperar a que se construya el polígono logístico de La Pasiega, que el Programa Nertra aprovecharía para el ensayo de camiones sin conductor. Otro lo pretende desarrollar el Ayuntamiento de Torrelavega, para someter a prueba dos vehículos eléctricos corporativos.
La variedad de emplazamientos da una idea de los muchos campos de investigación que se han abierto en el ámbito de los vehículos autónomos. Y es que el programa Nertra no apuesta por una tecnología concreta; ni siquiera se ha centrado en un solo tipo de vehículo, ya que incluye los ingenios de transporte marítimo, terrestre y aéreo, los propulsados por electricidad y los conectados y colaborativos. Su objetivo es testar cualquiera de las tecnologías que están surgiendo en estos ámbitos, hasta el punto que ni siquiera los drones quedan fuera de su programa.
Eso requiere unas infraestructuras algo distintas a las que conocemos, con viales tecnificados y llenos de sensores. Pero también es imprescindible una implicación de las industrias del hardware, del software y de las telecomunicaciones, o de los muchos organismos que regulan los transportes aéreo, terrestre (carretera y ferrocarril) y naval, la única forma de poder desarrollar sistemas intermodales.
El proyecto cántabro va a ser puesto en marcha por un consorcio muy amplio de empresarios e instituciones, entre los que se encuentran el grupo logístico Gof, la Universidad de Cantabria y el IH, apoyados por la asociación Auvsi, que está presidida en España por el profesor de la Universidad de León Ángel Alonso.
Los espacios de pruebas o E2N
Los E2N (espacios experimentales de navegación), como los que se quieren implantar en Cantabria, constituyen una piedra angular para el despliegue de la NERTRA, ya que permiten realizar pruebas de estrés en escenarios reales, controlados desde el punto de vista de la seguridad.
El presidente del Consorcio InterPas, Manuel Morante, manifestó en la presentación del proyecto que el grupo de empresarios a los que representa se ha ofrecido para desarrollar la experiencia piloto con el objetivo de generar una industria específica, de tal manera que en esta zona de Cantabria se iniciará el proceso de cierre de circuitos experimentales con viales, a modo de laboratorios tecnificados, para que el siguiente paso se lleve a cabo en situaciones reales.
La Dirección General de Tráfico autoriza, desde noviembre de 2015, las pruebas con vehículos de conducción automatizada en vías abiertas al tráfico en general pero entre sus exigencias figura que durante la circulación haya en todo momento una persona en disposición de tomar el control del vehículo. Eso sí, puede estar en el interior del habitáculo o manejarlo en remoto. De esta forma, podrá actuar ante cualquier eventualidad que suponga una situación de riesgo para los ocupantes del vehículo o para el resto de usuarios de la vía.
El primer ensayo español con un vehículo autónomo se completó pocos días después de que se publicara esa normativa. Un coche autónomo recorrió con éxito los 600 kilómetros que separan Vigo de Madrid. Desde entonces se han multiplicado este tipo de pruebas en carreteras abiertas al público.
La creación de operadores de flota terrestres, aéreos y marítimos especializados en vehículos autónomos es otro de los aspectos que abordará el Plan NERTRA Cantabria, del mismo modo, que la colaboración entre industrias, imprescindible para la fabricación de nuevos prototipos orientados al transporte colectivo y de mercancías.
Todo este proceso hacia la automatización es caro, y ninguna compañía ni organismo público puede abordarlo individualmente en todos sus ámbitos, pero tanto fabricantes como instituciones son conscientes de que los resultados que se obtengan dispararán la productividad y van a cambiar el transporte de las próximas décadas.