Cantabria prevé que el PIB crezca un 6% este año
El Gobierno sostiene que ha sido una de las comunidades que 'mejor ha soportado la crisis
Cantabria ha cifrado en 290 millones el coste de la pandemia en 2020, año que la comunidad cerró con una caída del PIB del 7 por ciento, tres puntos por debajo de la media nacional (-10%) y la cuarta más baja por autonomías. Para 2021, estima un crecimiento en torno al 6%.
Estas son algunas de las grandes cifras facilitadas este martes por la consejera de Economía y Hacienda, María Sánchez (PSOE), durante la presentación del balance económico de la comunidad en 2020, en el que ha facilitado algunas previsiones en torno a 2021 pese a reconocer la Consejería que «todavía existe demasiada incertidumbre» respecto a la evolución ya que depende en gran medida de la evolución de la pandemia, de la vacunación y de la llegada de los fondos europeos.
«La recuperación económica tiene forma de vacunas y de fondos europeos», ha afirmado Sánchez, quien ha reconocido que 2020 ha sido un año «durísimo en todos los aspectos», tanto en lo sanitario como en lo económico, aunque ha opinado que Cantabria ha sido una de las comunidades que «mejor» ha soportado la crisis generada por el COVID-19 y sectores como la industria, el comercio minorista o el turismo han logrado «mantener el tipo» en comparación con otros territorios.
Así, además de ser una de las comunidades con un «mejor comportamiento» en términos de PIB que otras comunidades –solo han registrado menores caídas Extremadura, Castilla-La Mancha, Galicia y Murcia–, también ha tenido «mejores» datos de empleo y de paro que la media del país.
Según datos aportados, en Cantabria la afiliación media a la Seguridad Social en febrero de 2021 se sitúa en casi 213.000 afiliados, con una tasa de variación anual del -1,58%, lo que supone medio punto porcentual menos que la media del país (-2,08%).
En cuanto al paro registrado, la tasa de variación interanual en febrero de 2021 es del 14,44%, frente al 23,5% de España y, además, el porcentaje de trabajadores afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en Cantabria es, con datos de ese mismo mes, del 4,24%, también por debajo del dato nacional (4,83%).
En cuanto a los ERTE, Sánchez ha afirmado que esta figura, fruto, según ha subrayado, del «consenso del diálogo social», ha resultado un «bastión fundamental» para el mantenimiento del poder adquisitivo de las familias a pesar de los confinamientos y de la caída de la economía.
Al margen de estos datos positivos, ha reconocido que en 2020, por la pandemia, ha habido un incremento de la deuda pública, que se ha incrementado hasta el 26,2 por ciento del PIB. Sin embargo, confía en que a partir de 2021 «empiece a bajar».
GASTO SANITARIO
La consejera ha detallado el impacto que la pandemia tuvo en Cantabria en 2020, que supuso un coste de 290 millones, de los cuales 184 están derivados del incremento del gasto sanitario directo e indirecto; otros 70 por el gasto indirecto del resto de entes del sector público y más de 35 por la caída de ingresos que sufrió la comunidad por el descenso de la recaudación de impuestos y tributos.
El gasto público en la sanidad de Cantabria en 2020 se estima en 1.120 millones de euros, 125 más que los 995 de 2019, según datos de la Consejería.
En general, en 2020 en la comunidad se incrementó un 9,8% el gasto público, por encima de la media, lo que se ha traducido en 275 millones más de inversiones, fundamentalmente dirigidas a «mantener y apuntalar» el Estado del Bienestar.
Sánchez ha afirmado que se han tenido que hacer «verdaderos equilibrios financieros para mantener a flote la economía de Cantabria», que pasaron, en primer lugar, por la revisión del Presupuesto de la comunidad de 2020 para adaptarlo «al contexto de la pandemia».
Además, ha destacado la importancia que han tenido las «medidas de apoyo» del Gobierno de España –que, según ha dicho, inyectó a la comunidad 187 millones— y los «estímulos» de la UE para paliar la situación.
Todo ello, ha hecho incluso que Cantabria haya cerrado 2020 con un superávit de 65 millones, esto es del 0,5% del PIB y con una ejecución presupuestaria del 97,41%, que llegó al 99% en las áreas de Sanidad, Educación y Políticas Sociales.
EL FUTURO DEPENDE DE LA VACUNACIÓN Y LOS FONDOS EUROPEOS
Y en cuanto a las previsiones para este año, desde la Consejería reconocen que hay incertidumbre, ya que la evolución de la economía dependerá de la evolución de la pandemia, el ritmo de vacunación y los fondos europeos.
Sin embargo, la consejera prevé que para el verano «empiecen a llegar» parte de los fondos europeos y que también para el periodo estival las cifras de vacunación sean «muy buenas».
Respecto a los fondos REACT-EU, ha explicado que Cantabria ya ha enviado sus proyectos y la documentación pertinente y lo ha revisado ya la Comisión Europea, con lo que confía que en «un mes o mes y medio» ésta pueda pronunciarse y dé su «OK definitivo», con lo que, posteriormente, el Ministerio de Hacienda podrá transferir los fondos.
Por las contactos que ha habido hasta ahora, la consejera ha reconocido que tiene «muy buenas sensaciones».
Hay otra parte de los fondos que se corresponden con el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, para los que los que se están manteniendo reuniones bilaterales entre las distintas consejerías y los ministerios correspondientes.
En este sentido, el escenario es más «dispar» y mientras que en áreas como industria o justicia las conversaciones están más avanzadas, en otros departamentos aún se están definiendo los criterios, por lo que la consejera no ha realizado una estimación de lo que podría recibir Cantabria.
Sánchez ha subrayado que los proyectos europeos deben servir para generar empleo, algo en lo que la Consejería estará «vigilante».