‘Nunca me he sentido discriminada por ser mujer’´
Mª Dolores Dancausa, la abogada que ha convertido Bankinter en uno de los bancos más rentables
María Dolores Dancausa revolucionó el seguro del automóvil español con la compañía Línea Directa, uno de los pocos ejemplos españoles de empresa surgida de cero que en pocos años se convierte en líder del sector. Al frente de Bankinter, en cambio, lo tocará defenderse de la irrupción de nuevos modelos de banca de la mano de gigantes de internet que ahora ni siquiera tienen actividad en ese sector. Ella confía en que siempre habrá clientela para la banca tradicional, especialmente la empresarial, pero advierte que su entidad y sus clientes están entre los más avanzados en la digitalización.
Dolores Dancausa, nacida en Burgos hace 59 años, es abogada, como su padre y su abuelo, y antes de estar al frente de Bankinter, el sexto mayor banco del sistema español, fue responsable de una filial de seguros que montó este banco en alianza con otra entidad conocida en Cantabria, el Royal Bank of Scotland, en su día socio del Santander. Se trataba de una nueva aseguradora para el automóvil, Línea Directa, que a fuerza de machaconas campañas de publicidad y de quitarse de enmedio intermediarios acabó por transformar para siempre el sector.
María Dolores Dancausa y Ana Botín, dos mujeres que están al frente de dos bancos con mucha relación con Cantabria (Bankinter nació como una alianza del Santander con Bank of América y su principal accionista es Jaime Botín) han cambiado las caras de la banca española, tradicionalmente masculina. No es fácil encontrar países donde las mujeres gobiernen dos de los seis bancos principales. Dancausa, además, ha propiciado que el 50% del comité de dirección sean mujeres, y el 30% del consejo de administración. Una evolución hacia la paridad que no le ha sentado mal a las cuentas, a tenor de los ratios de Bankinter, cuyo ROE, o rentabilidad sobre el capital invertido, es del 13,3%, mientras que el resto del sector no pasa del 8%. Ella misma recuerda que en los siete años que lleva al frente, a su alrededor han caído algunas entidades centenarias y han desaparecido todas las cajas de ahorros. Bankinter también ha eludido las fusiones y ha apostado por el crecimiento orgánico, ya que solo ha procedido a dos compras modestas: una pequeña entidad en Luxemburgo y el negocio de Barclays en Portugal. Ahora cotiza en bolsa a 1,7 veces su valor contable, algo poco habitual en un resto del sector donde las capitalizaciones bursátiles ni siquiera se acercan al valor en libros.
Dancausa llegó a Santander para hablar de la mujer en la banca, invitada por el Colegio de Economistas, y lo primero que dejó claro es que ella nunca se ha sentido discriminada en ninguno de los trabajos que ha ejercido, “aunque sé que eso es una excepción y que queda mucho camino por recorrer”. Y está convencida de que el factor que impulsa esa igualdad entre géneros es la educación.
Reconoce que el sector financiero está sometido a retos importantes (“¿pero qué sector no?”, exclama) y lo atribuye a la revolución que para la mayoría de las actividades humanas ha supuesto el disponer de una información instantánea y gratuita, accesible por igual para todo el mundo, “algo más revolucionario aún de lo que supuso que la invención de imprenta en Maguncia en siglo XIV para la divulgación de la cultura”, sostiene.
En su opinión, los bancos españoles siempre supieron adaptarse bien a las novedades, pero las últimas les han cogido con el pie cambiado, porque han coincidido con una crisis profundísima de la cual no todos se han recuperado aún. Además, en esta ocasión incluyen un cambio sociológico y, si se cumplen sus pronósticos, estamos a punto de asistir a dos formatos bancarios distintos, uno para los clientes tradicionales (que ella cree que garantizan la continuidad de los bancos actuales tal como conocemos) y otro para los nativos digitales, para los que probablemente aparezcan nuevos operadores especializados. Es más rupturista al hablar del dinero físico, al que no da mucho tiempo de vida, pero tampoco a las tarjetas de crédito, sustituidos ambos por los pagos electrónicos, muchos de ellos a través del teléfono.
Ella cree que Bankinter está mejor preparada que otras entidades para estos cambios, porque siempre ha sido un banco más innovador y porque el 91% de su clientela ya utiliza los canales a distancia. No obstante, reconoce que la banca está en un proceso de revolución tecnológica muy costoso y Bankinter solo se puede permitir inversiones que tengan un retorno inmediato.
Como otras entidades físicas, que dentro de poco tendrán que competir con las virtuales, se queja del ingente volumen de recursos que el banco ha de emplear en cumplir las cada vez más exigentes normativas regulatorias del sector “que tratan de evitar que nos equivoquemos, pero que para nosotros requieren el 50% de los gastos que hacemos en tecnología”. Un coste difícil de asumir en un mercado de márgenes cada vez más estrechos.