Birla sigue incrementando su capacidad productiva
El fabricante de negro de carbono quiere alcanzar las 95.000 toneladas anuales
La inversión de cinco millones de euros que ha realizado Birla Carbon en la planta de Gajano, la única de negro de carbono de la Península, permitirá incrementar la producción desde las 80.000 toneladas anuales a 95.000 y el inicio de una nueva etapa, aunque aún está a la espera de las últimas autorizaciones ambientales. También aporta un cambio físico, ya que Birla ha creado su propio acceso desde la carretera de Gajano, y ahora no tendrá que compartirlo con Dynasol.
El negro de carbono es un derivado del petróleo que se utiliza, sobre todo, para la fabricación de cubiertas, aunque también se emplea para tintas, pinturas, plásticos o tóneres de impresoras. Se trata de un elemento que proporciona, entre otras cosas, brillo, resistencia a la abrasión, durabilidad, adherencia al pavimento, dispersión al calor y fuerza de tracción, por lo que es idóneo para la fabricación de neumáticos. El 80% de las ventas de la planta de Gajano van dirigidas a ese sector y una muestra de la tecnología alcanzada es que las últimas evoluciones de su negro de humo en el laboratorio se han estado probando en la F1.
En estos últimos años, la fábrica ha generado unos importantes beneficios (más de 10 millones de dólares en 2016) “que no están nada mal para una planta de 65 trabajadores”, según manifestaba su director, Jacinto Zarca con motivo del 50 aniversario, y ha aumentado sustancialmente su capacidad de producción, dado que anteriormente ya pasó de 65.000 toneladas a 70.000. Una evolución que no ha tenido una repercusión significativa en el número de operarios, salvo en el área de logística, donde se han incrementado un 10%. Las líneas de producción están totalmente automatizadas y no necesitan equipo humano para su actividad.
El director de la fábrica de Birla Carbon, Jacinto Zarca, considera que la nueva ampliación producirá un efecto parecido. “Aunque esta inversión no va a implicar directamente un aumento en el personal, sí que es cierto que el aumento de la producción podría dar lugar a la contratación de más mano de obra en el apartado logístico”, dice.
De los cinco millones de euros invertidos, cuatro han ido destinados a las líneas de producción, nueva maquinaria y a una reingeniería de equipos críticos. La cantidad restante se empleó en las nuevas instalaciones (oficinas, laboratorio, vestuarios y accesos a la planta) inauguradas el 21 de septiembre en un evento en el que estuvieron presentes representantes de la compañía, dirigentes autonómicos y empresarios de la región. Se encontraban entre ellos el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, el director mundial de Operaciones de Birla Carbon y el presidente zonal, John Davidson.
El director mundial de Operaciones de Birla Carbon, John Loudermilk afirmó que la compañía “está comprometida a invertir en el futuro de sus plantas” y “los equipos de tecnología trabajan constantemente para mejorar los procesos y hacer que nuestras fábricas sean más sostenibles y eficientes”.
La innovación como prioridad
A pesar de que en este paquete de inversiones no se ha incluido la investigación, que cuenta con otras vías de financiación, los proyectos en innovación son los que permiten a la fábrica progresar en eficiencia y sostenibilidad. Un ejemplo es el proyecto financiado parcialmente por Sodercan, con la colaboración de la Universidad de Cantabria, para aprovechar la energía que generan los gases de cola de los reactores de cara a su posterior reutilización.
Birla forma parte de un sector químico que tradicionalmente ha tenido problemas ambientales, pero la empresa ha conseguido situarse a la vanguardia en emisiones de dióxido de carbono y consumo energético y eléctrico, además de batir records de seguridad. En este paquete de inversiones también se van a instalar sistemas de filtración para la retención de partículas.
“La mejora continua es algo que no podemos ni debemos olvidar”, afirma el responsable de la factoría. Por ello, una de las iniciativas en marcha es la reingeniería de los procesos críticos para tratar de mejorar aún más los consumos energéticos. Anteriormente, los técnicos de la planta ya consiguieron ahorrar un 30% de la factura por compra de vapor al aprovechar la corriente de calor residual que sale del secadero.
El repunte que están registrando las exportaciones cántabras de productos derivados del petróleo se deben, en parte, a la fuerte expansión de esta empresa en los mercados internacionales, especialmente en Francia, Portugal, Inglaterra y en algunos países escandinavos y del Este.
Birla cuenta con 16 plantas repartidas por doce naciones distintas y pertenece a otro grupo aún mayor, la india Aditya Birla Group, una megacorporación constituida por más de 50 empresas asentadas en 36 países que ocupa a más de 120.000 personas. Además, tiene dos centros tecnológicos (en Estados Unidos y en la India) y laboratorios en todas y cada una de sus unidades de fabricación, con los que trata de impulsar permanentemente nuevos proyectos en I+D.
David Pérez