La hostelería cántabra cerrará a la 1.00 y el ocio nocturno podrá abrir hasta las 2.00
El Gobierno de Cantabria ha decidido flexibilizar aforos en diferentes espacios y actividades en la región ante la evolución «espectacular» de la presión hospitalaria del coronavirus y la «magnífica» campaña de vacunación.
Teniendo en cuenta esto y, también, el acuerdo aprobado en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, el ocio nocturno podrá abrir hasta las dos de la madrugada en aquellos municipios con menores niveles de riesgo Covid -1 y 2-, pero en ningún caso se permitirá hasta las 3.00 -hora ampliable que se daba como opción-, ya que la comunidad ha optado por una desescalada «prudente y paulatina».
Por su parte, los establecimientos de hostelería y restauración tendrán que cerrar a la una de la madrugada, tras lo acordado entre el Ministerio de Sanidad y la mayoría de las autonomías -once votaron a favor y seis en contra-, y que es «de obligado cumplimiento».
En base a ese documento, la región ha fijado nuevas medidas en diferentes ámbitos de actuación, y teniendo en cuenta también la incidencia de la pandemia, con una bajada «espectacular» de los hospitalizados -en planta y UCI- y la «magnífica» evolución de la vacunación, que hacen que la comunidad esté en una fase de «transición» hacia un periodo de post-pandemia.
Lo han destacado el consejero del ramo, Miguel Rodríguez, y el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, este viernes en una rueda de prensa en la que han informado de la situación epidemiológica y la flexibilización de restricciones, que se plasmará en un documento a publicar en el Boletín Oficial de Cantabria que entrará en vigor esta medianoche.
HOSTELERÍA Y OCIO NOCTURNO
En ese escenario hacia la ‘nueva normalidad’ destacan los nuevos horarios a restaurante y bares, que ahora podían abrir según el de licencia, después de que la justicia anulara los cierres anticipados impuestos por el Ejecutivo al decaer el estado de alarma, primero a las diez y media de la noche y después a la una de la madrugada. Esta última hora se fija de nuevo como tope, en base al acuerdo del CISS.
Además, con motivo de la ‘desescalada’ el ocio nocturno -discotecas, pubs, salas de fiesta y baile o whiskerías- podrán abrir hasta las dos de la madrugada, pero solo en lugares que estén en nivel 1 y 2 de riesgo Covid -en los que el CISS da la opción de hacerlo hasta las tres de la madrugada- y con un aforo máximo del 50% y un tercio, respectivamente.
En el primer caso, se limita a seis el número de personas que pueden sentarse en una mesa en el interior de estos locales, y se eleva a diez si es en el exterior. Y en las zonas en alerta 3 y 4 por la pandemia no está permitida la apertura de estos establecimientos.
En este sentido, a preguntas de los periodistas, el responsable de Sanidad ha explicado que en Cantabria «de momento» se ha fijado el cierre de estos negocios a las dos de la madrugada y «en ningún caso» será ampliable hasta las tres, ya que se ha optado por hacer una «primera desescalada» -ha dicho- «prudente y paulatina».
En términos generales, sobre la relajación de medidas al sector y en otras actividades, Rodríguez ha resumido que el cambio «sustancial» respecto a las limitaciones en vigor tiene que ver con los aforos.
Así, se flexibilizan «muchos» y se suprimen también números máximos de personas que podían concentrarse en un lugar debido a la «buena» evolución de la campaña de vacunación y a los igualmente «buenos» indicadores hospitalarios, que Sanidad espera que se mantengan así.
En el caso de la hostelería y restauración, ha indicado que se mantienen los aforos ya establecidos que, como ha recordado, son del 50% en el nivel uno y de un tercio en el dos.
ACTIVIDADES DEPORTIVAS Y CEREMONIAS DE GRADUACIÓN
En otro campo destacado, como el de las actividades deportivas, es del 75 y 50%, respectivamente. En este contexto, y a propósito de la celebración de la Copa Asobal de balonmano que se disputa este fin de semana en Santander, en principio con un máximo de 300 personas, los responsables de Sanidad han indicado que el tope de público permitido se ajustará al nuevo acuerdo del CISS en la resolución que se publicará en el BOC.
Y se hará lo propio también, según han señalad, con las ceremonias de fin de curso escolar -graduaciones-, que se había acordado con Educación que se celebrasen sin asistencia de familiares, aunque esta presencia se revisará en función del aforo del lugar donde se lleven a cabo.
SEMÁFORO COVID SE QUITARÁ SI SE CONSOLIDA EL NIVEL UNO DE ALERTA
Cuestionados por el ‘semáforo Covid’, que controla la incidencia del virus por municipios y permite fijar medidas en función del nivel de riesgo, el director de Salud Pública ha apuntado que esta herramienta ayuda en la transición hacia la ‘nueva normalidad’, por lo que se mantendrá en función de la evolución de la pandemia.
Así, ha admitido que si se consolida el nivel uno de alerta, entonces «es de esperar que lo quitemos». También a preguntas de los medios, tanto Wallmann como Rodríguez han defendido que los indicadores en los que se basa este instrumento se miden en función de los habitantes «censados» en un municipio, no de la ‘población flotante’, pues no hay datos «fiables» sobre este último aspecto, que afecta a diversos ayuntamientos de la región.
Al hilo de este asunto, y a propósito de las críticas de algunos alcaldes que se han quejado de medidas restrictivas en relación al número de casos Covid, el consejero ha opinado que «el foco está equivocado», pues a su juicio no hay que ponerlo en quien hace la norma y la aplica, sino en quien la incumple.
Con estas palabras, ha instado a los regidores a que, además de criticar a Sanidad -«que es muy sano y me parece muy bien», ha apostillado- «dediquen tiempo» a vigilar que en sus respectivas localidades se cumplen medidas, como el ‘botellón’, distancia de seguridad en actividades sociales o uso correcto de la mascarilla.
También les ha pedido que si no están de acuerdo con esta y otras propuestas, que trasladen las suyas, porque «no hacer nada no es ninguna alternativa».
De todos modos, ha recordado que ya advirtieron de que el ‘semáforo Covid’ no es un sistema perfecto, aunque en su opinión sí permite detectar «rápidamente» cambios de tendencia en un municipio y aplicar medidas correctoras, como refleja el hecho de que algunos hayan pasado en poco tiempo de un nivel de riesgo a otro.
Para finalizar, ha insistido en que es un instrumento «muy sensible» a las variaciones y ha remarcado en todo caso que los indicadores se basan en umbrales de parámetros establecidos a nivel nacional.