Cobasa hará una de las terminales de fertilizantes ‘más eficientes del mundo’
El grupo cántabro moverá unas 60.000 toneladas al año en su nueva instalación
El puerto de Santander va a pasar de no tener ninguna terminal especializada en fertilizantes a tener dos. La de carbón, que explota Noatum, va a adaptarse a nuevas mercancías, especialmente los fertilizantes, al reducirse drásticamente los movimientos de carbón, por el cierre de las centrales térmicas que lo utilizaban y la intención de Solvay de sustituir una de sus calderas de carbón por otra de residuos urbanos. A su vez, el Grupo Gof acaba de iniciar la construcción de una terminal de fertilizantes junto a la de cereales de su filial TASA.
El próximo verano, el puerto de Santander tendrá ya en uso la terminal de fertilizantes de Cobasa (Grupo Gof), que va a invertir en ella unos nueve millones de euros. Será una nave tan colorista como la contigua de cereales, ya que también estará decorada por Antonio Gómez, el artista de la familia torrelaveguense, residente en EE UU.
La nueva terminal aspira a mover unas 60.000 toneladas al año y contribuirá a consolidar el tráfico de fertilizantes en Santander. Así como el movimiento cerealero es muy voluble, en función de las cosechas de España y del resto del mundo, el de fertilizantes es más estable y la familia Gómez Bueno ya tiene prácticamente garantizada la ocupación de su futura nave.
El tráfico de fertilizantes en el puerto de Santander no es nuevo, porque son muchas las toneladas que entran cada año con destino, principalmente, a los agricultores de la Meseta. No obstante, la nueva terminal les ofrecerá más garantías, con el almacenaje a cubierto, y en la manipulación del producto.
Cobasa ha obtenido la concesión para construir y explotar esa instalación durante un plazo de 30 años, y está decidida a convertirla en una de las más avanzadas del mundo en el almacenamiento de fertilizantes a granel, optimizando los costes operativos y reduciendo significativamente emisiones de gases de efecto invernadero.
La nave va a ocupar una superficie de 7.000 metros cuadrados y tendrá una capacidad de almacenamiento de 25.000 toneladas, con maquinaria para descargar 7.000 toneladas al día y levantar 10.000 a camión.
La obra ha sido adjudicada a la constructora Fernández Rosillo en su parte civil y a Calero Indaisa en la mecánica y ha comenzado a finales de septiembre, con la colocación de la primera piedra, a la que asistieron el presidente regional, Miguel Ángel Revilla y el consejero de Industria, Javier Marcano.
No generará polvos
El presidente de la autoridad portuaria, Francisco Martín ha destacado que “al realizar las operaciones de manera encapsulada no habrá emisiones de polvo”, por lo que no causará afecciones al medio ambiente. También ha señalado que “con las terminales de agroalimentarios, graneles sólidos, líquidos, fertilizantes y, en unos meses, la de contenedores, el puerto cuenta ya con una superficie terminalizada de cerca del 75% del suelo”.
El consejero de Industria, Javier López Marcano, también ha subrayado la importancia que tiene para la región la “modernización constante” del puerto, con la prestación de nuevos servicios e instalaciones que aumentan la competitividad de la industria cántabra en los mercados internacionales.
Cifras cada vez más ambiciosas para los contenedores
El puerto de Santander no tiene capacidad para hacer más ampliaciones, una vez desechada la idea de rellenar la dársena de Raos, por lo que su objetivo es aprovechar su superficie mucho mejor. Gran parte de las obras en marcha, incluidas las terminales que se hacen con inversión privada, van dirigidas a conseguir duplicar la capacidad operativa, es decir, que se muevan el doble de toneladas por cada metro cuadrado.
Ayudará mucho la construcción de la terminal de contenedores adjudicada al Grupo Boluda. Desde que llegó al puerto CdLN estas operaciones se han multiplicado y en lo que va de año se han movido ya más de 25.000 unidades, por lo que las expectativas están creciendo mucho. El presidente de la Autoridad Portuaria avanzó en un reciente encuentro de la Asociación para el Progreso de la Dirección, la posibilidad de que, en dos años, cuando la terminal de Boluda –que aún no está iniciada– se encuentre a pleno funcionamiento, se muevan anualmente 105.000 contenedores, una cifra que Cantabria nunca pudo imaginar.
Un síntoma de esa rápida evolución al alza es la decisión de CdLN de empezar a traer al puerto barcos más grandes.
