Deducciones fiscales para las rehabilitaciones
Tras meses de gestiones, la propuesta para apoyar la rehabilitación de viviendas que nació en Cantabria se ha hecho realidad con la convalidación del Real-Decreto de Medidas Urgentes para impulsar la actividad de rehabilitación.
El texto introduce nuevas deducciones en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y, en lugar de ayudas, concede a los ciudadanos ciertas ventajas fiscales, similares a los bonos existentes en países como Italia y Francia.
Establecer un precio medio en las rehabilitaciones de viviendas es complejo, porque depende de muchos factores relacionados con cada tipo de reforma. Desde ACP Cantabria estiman que, por lo general, una reforma integral de una vivienda puede tener un coste por metro cuadrado de entre 400 y 800 euros, cantidad que solo se puede ajustar más estudiando cada caso concreto. A veces, no se diferencia mucho del precio de la nueva construcción y, por ello, estas deducciones serán vitales para muchas familias que necesitan realizar mejoras en sus hogares.
Toda acción que mejore la eficiencia energética al menos un 7% será deducible
Se podrán beneficiar de estas desgravaciones fiscales las obras que se realicen en la vivienda habitual o para ser arrendada desde su aprobación el pasado 5 de octubre hasta el 31 de diciembre de 2022 y las cuantías dependerán de lo que se haga.
Se podrá deducir hasta un 20% (con un máximo de 5.000 euros), siempre que las obras contribuyan a una reducción de al menos un 7% en la demanda de calefacción y refrigeración. Puede ser, por ejemplo, un cambio de las ventanas por unas de altas prestaciones.
La bonificación llegará a un 40% del coste de las obras –hasta un máximo de 7.500 euros– siempre que contribuyan a una reducción de, al menos, un 30% del consumo de energía primaria no renovable o mejoren la calificación energética de la vivienda para obtener una clase A o B.
Existe una tercera deducción que permite deducirse hasta un 60% (hasta un máximo de 15.000 euros) de las cantidades de las obras de rehabilitación que mejoren la eficiencia energética en edificios de uso predominante residencial.
Además de estas medidas económicas extraordinarias, se ha modificado la ley sobre propiedad horizontal para que en las comunidades de vecinos que quieran acabar con barreras arquitectónicas o colocar ascensores solo sea necesario el voto favorable de la mayoría simple de los propietarios.