‘Estamos empezando a desestacionalizarnos’
Eva Bartolomé, directora general de Turismo. Cantabria fue en 2018 la región con más crecimiento del turismo extranjero.
Los datos del turismo en Cantabria durante 2018 han sido espectaculares. Se alcanzó la cifra récord de 1,3 millones de visitantes, las pernoctaciones en hoteles aumentaron en un 3,8% y la llegada de extranjeros en un 12% (fue la región que experimentó el mayor incremento de todo el país, aunque el punto de partida es mucho más bajo). El visitante internacional se ha convertido en el objetivo del Gobierno saliente, como confiesa la directora general de Turismo, Eva Bartolomé, ya que genera un mayor gasto y facilita la ansiada desestacionalización del sector. También es el que tiene mayor potencial de crecimiento. Solo unos pocos de los 82 millones de extranjeros que llegan a España cada año pasan por Cantabria.
P.- El número de destinos del aeropuerto se ha multiplicado con la llegada de más compañías. ¿Está satisfecha?
Eva Bartolomé.– El aeropuerto siempre ha sido un objetivo para nuestro Gobierno. En la primera legislatura en la que fui directora general de Turismo, uno de los objetivos fue desarrollar el aeropuerto. Cuando llegué en 2003 solamente había vuelos con Madrid y Barcelona y no todos los días. Al año siguiente alcanzamos el acuerdo con Ryanair, que empezó a operar Frankfurt, Roma y Londres.
El aeropuerto es la herramienta para uno de nuestros objetivos estratégicos, la internacionalización de Cantabria.
P.- ¿Por qué esa apuesta por el turista internacional?
EB.– El turismo internacional hace un consumo mayor, gasta más por día (en el caso de los alemanes, llega a ser el doble que el nacional), tiene una estancia media más larga y es menos vulnerable a los cambios. Si un turista madrileño quiere venir un puente y en la predicción meteorológica ve que va a hacer malo, cambia de destino. Sin embargo, el turista internacional viaja en avión, salvo el francés; tiene el billete comprado y va a venir igualmente.
Nosotros no nos dirigimos al turista de sol y playa sino al que busca otras ofertas, como la que nosotros tenemos.
P.- ¿Cómo deciden las nuevas rutas con las aerolíneas?
EB.– Estudiamos las características de cada mercado, qué cosas son las que buscan sus viajeros y a partir de ahí proponemos una ruta. Intentamos que esa ruta no compita con otros aeropuertos más potentes que el nuestro, como Bilbao; que preferentemente sea la única en todo el norte y que se trate de un destino potente tanto desde el punto de vista de la población como por su economía. Después, negociamos con las aerolíneas para que empiecen a operarla, aunque es evidente que la decisión es suya y ha de tener una rentabilidad alta para la compañía. Esa es la estrategia que hemos seguido y que nos ha dado resultado hasta hoy.
P.- Una vez que se implanta, ¿el Gobierno promociona la oferta turística de Cantabria en esos nuevos destinos para atraer al público?
EB.– Donde establecemos una nueva ruta hacemos una presentación, de la mano de las oficinas de Turespaña, tanto para profesionales como para el gran público. Ahora estamos trabajando en la de Bucarest.
El Gobierno se había fijado dos frentes: el turismo extranjero y el de fuera de temporada, que a veces es el mismo
El acto con profesionales lo hacemos generalmente en la embajada de España, y va dirigido a instituciones, agencias de viaje, prensa especializada, touroperadores… Y la de gran público solemos hacerla en el Instituto Cervantes, porque sabemos que ahí ya tenemos un público interesado, los que están aprendiendo español. Además, proyectamos una película íntegramente rodada en Cantabria para que vean la región tal cual es, no a través de un vídeo turístico. Actualmente estamos utilizando Primos. En las presentaciones de Lisboa y Berlín utilizamos La vida que te espera, y tuvimos la suerte de contar con la presencia del director, Manuel Gutiérrez Aragón. Fue un éxito.
También solemos alquilar un espacio en un centro comercial con gran afluencia de público y ponemos un pequeño stand, donde hacemos actividades folclóricas, degustaciones gastronómicas, sorteos…
P.- ¿Y puede constatarse el resultado?
EB.– En 2018, se batió el récord de 2017 en turismo y los visitantes extranjeros crecieron un 12%, lo que nos situó como la comunidad con más crecimiento de España en el mercado internacional.
P.- ¿Ha afectado la incertidumbre del Brexit en la llegada de turistas británicos?
EB.– Los británicos son el segundo mercado internacional en Cantabria, solo por detrás de los franceses, pero no nos ha afectado. De hecho, han llegado más. Si el Brexit afecta será en aquellos destinos con un volumen de turistas británicos grande y con mucho peso porcentual en su turismo, como ocurre en las islas o la costa mediterránea. El perfil de nuestro turista inglés, como el de todos los extranjeros en general, es muy diferente, es lo que llamamos un turista cosmopolita, que no se verá afectado por el Brexit.
P.- ¿Pero no hay previsiones para afrontar el posible problema?
EB.– Todo lo que hace referencia al Brexit es una pura incertidumbre. Nadie sabe con certeza lo que va a pasar ni si va a pasar algo.
P.- Este año se duplicará el número de cruceros que atracarán en Santander. ¿Aprovecha el sector privado este flujo, ofreciendo actividades en tierra suficientemente atractivas, como piden las navieras?
EB.– Yo creo que el sector privado necesita ser un poco más proactivo. Nosotros estamos terminando de preparar un protocolo con el Ayuntamiento de Santander y el Puerto para no solamente promocionar los cruceros, sino también para darles la atención que necesitan una vez que llegan a puerto. Si conseguimos que un armador ponga una escala en Santander, pero después no recibe esa atención, nos abocará al fracaso. Tenemos que conciliar las dos cosas y desarrollarlas en paralelo.
Los armadores tienen una vía de negocio muy importante en las excursiones que se venden directamente durante el crucero, pero hay que aprovechar a toda esa gente que viaja en el barco y no realiza excursiones. Restaurantes, cafeterías, taxistas y empresas que ofrecen visitas panorámicas y otras alternativas irán viendo las posibilidades de explotarlo a medida que vayan llegando los cruceros.
P.- Acaba de tener lugar la Seatrade Cruise Global de Miami, la principal feria de cruceros del mundo. ¿Cómo ha sido la participación de Cantabria?
EB.– Hemos participado de manera conjunta con la Autoridad Portuaria de Santander ya que, a la hora de vender un destino, una ciudad debe contar con la infraestructura portuaria, pero también con el atractivo turístico. En esa feria hemos explicado cuáles son las condiciones para el atraque de los cruceros y el enorme potencial de Cantabria como destino. Una de nuestras ventajas es que, además de la ciudad, tenemos muchos atractivos muy cerca, que son perfectamente visitables en excursiones de un día.
P.- ¿Qué previsiones hay de cara a este verano?
EB.– Las variaciones que se pueden dar en verano son muy pocas, porque nuestra capacidad es la que es. Lo que se puede crecer en julio y agosto es muy poco, porque ya tenemos unos índices de ocupación muy altos. Es importante, sin duda alguna, porque es cuantos más visitantes recibimos y cuando los precios están más altos.
‘A medida que vayan llegando cruceros, las empresas locales irán percibiendo las posibilidades de explorarlos’
El Gobierno es consciente de que, para los empresarios, tener un buen o un mal verano puede suponer un buen o un mal año pero nosotros seguimos poniendo todos nuestros esfuerzos en extender el turismo fuera de temporada. Tenemos la ventaja de la diversidad de lugares y actividades que se pueden desarrollar en la región, desde actividades en la naturaleza, a deportes, cultura, gastronomía… Y todo ello se puede disfrutar fuera de la temporada estival. Con estos esfuerzos hemos conseguido rebajar en cuatro puntos la estacionalidad que teníamos a principio de legislatura.
Si alguien quiere practicar surf, puede hacerlo en mayo, junio u octubre mejor que en pleno verano, cuando el mar está lleno de bañistas. Si quiere hacer senderismo, rafting o una vía ferrata es más atractivo en primavera o incluso en otoño. Visitar Santillana del Mar, por ejemplo, tiene mucho más encanto con un paisaje invernal que en pleno agosto.
P.- Entonces, ¿podemos hablar ya de una desestacionalización del sector turístico en Cantabria?
EB.– La desestacionalización es un proceso muy largo, pero esos cuatro puntos son muy importantes para empezar. El hecho de que tengamos cada vez mejores índices de ocupación fuera del verano, supone que hay gente trabajando en esos meses, que se genera actividad y riqueza a lo largo del año. Ofrecemos precios competitivos y buen clima porque, aunque somos el norte de España, seguimos siendo el sur de Europa, y nuestra climatología es mejor que en cualquier punto de Europa.
P.- Ha habido prácticamente diez años en los que apenas se han abierto hoteles. Ahora hay varios proyectos en Santander. ¿Hacen falta más plazas hoteleras?
EB.– La sobreoferta es un problema. A lo largo de esta legislatura, el turismo ha crecido mucho y eso resulta atractivo para la inversión, pero hay que ser conscientes que nuestra capacidad no se puede aumentar mucho. En primer lugar, porque estamos viendo que la saturación es contraproducente. Los problemas que tienen destinos saturados, como la Costa del Sol o las islas, derivan en turismofobia de los residentes y en la retracción del turismo por la masificación. Por eso, nuestro esfuerzo en ningún momento está destinado a conseguir más turistas para la época estival.
‘La capacidad hotelera no debe aumentar mucho’
El año pasado tuvimos un crecimiento de casi el 50% en el número de turistas que se quedan en establecimientos turísticos legales y registrados. Por tanto, no todo ese crecimiento de visitantes va al sector hotelero. Pero sí es cierto que se ha producido un trasvase de establecimientos que antes estaban en situación irregular y ahora son regulares y llevan un registro de las personas que se hospedan en ellos.
P.- Hablando de legalizar, ¿cómo está la situación de los apartamentos turísticos en la región?
EB.– Es un problema extraordinariamente complejo, porque si bien siempre han existido este tipo de viviendas, el crecimiento ha sido exponencial desde que Internet ha dado lugar a un mercado totalmente abierto. Poner puertas al campo es muy complicado, por eso hay que intentar conciliar aquello que se tiene que regular dentro de los márgenes que permite la situación actual.
La larga regulación de las viviendas turísticas
P.- Cantabria lleva más de tres años trabajando en un decreto para regular las viviendas turísticas. ¿Por qué no se ha concluido?
EB.– Ha sido un proceso muy largo, pero el borrador ya es definitivo y se ha enviado a la secretaría general de la Consejería, que tiene que enviarlo al Consejo de Estado, el último paso. El Consejo de Estado lo revisa y nos hace indicaciones, si así lo considera, o nos da el visto bueno. Los dos decretos que hemos elaborado en esta legislatura, el de turismo rural y el de campings, volvieron sin ninguna anotación, por lo que rápidamente y entraron así en vigor. Si el Consejo de Estado no tarda mucho, próximamente tendremos este tercer decreto aprobado.
P.- ¿Por qué se ha demorado tanto?
EB.– Estamos teniendo que adaptarnos permanentemente a una realidad que cada vez cambia más y más rápidamente, mientras que en la Administración tenemos movimientos paquidérmicos muchas veces. Pero es cierto que este tema es muy complejo y nos ha llevado una legislatura entera. Hemos tenido que hacer mucha labor comparativa con otras comunidades e incluso con otros países hasta elaborar un documento que no contiene ninguna de las cláusulas que han sido anuladas por la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) en otras comunidades. Nos hemos ceñido a todo aquello que se exige para estos establecimientos: garantías de seguridad y competencia leal con el resto del sector.
P.- Una vez entre el decreto en vigor, ¿qué deben hacer los dueños de apartamentos para registrarse?
EB.– Tendrán que acudir a Turismo y hacer una declaración jurada, en la que afirman cumplir todos los requisitos de la normativa. Después se hará una inspección para comprobarlo. Si es así, se le da un número de registro que tendrá que figurar en sus anuncios en las distintas plataformas, ya que es la única garantía para el cliente de que ese establecimiento donde se va a alojar es legal. Quedarse en un establecimiento que no es legal conlleva muchos riesgos para el turista, aunque no los tenga en cuenta. Si ocurre cualquier problema, tanto en la calidad de los servicios prestados como de seguridad, no va a tener respaldo ni de la Administración, ni del seguro de responsabilidad civil ni de nadie. Nosotros estamos encantados de que la gente apueste por el sector turístico, pero lo deben hacer dentro de un marco legal, exactamente igual que lo hacen otros.
P.- ¿Cuántas viviendas turísticas se estima que funcionan de manera ilegal?
EB.– No lo puede valorar ni cuantificar nadie. No lo podemos saber, porque no tenemos ni suficientes recursos humanos ni materiales para poder hacer una investigación de ese calibre. ¿Cuántas casas puede haber de segunda residencia en Noja, por ejemplo, que se alquilan a turistas? Y digo Noja, pero podría decir Laredo, Castro Urdiales, Santander…
P.- La Asociación de Hostelería ha interpuesto casi un centenar de denuncias contra apartamentos turísticos ilegales. ¿Qué ocurre con esas denuncias?
EB.– En el momento en que nosotros recibimos una, la tramitamos y abrimos expediente, siempre que tengamos los datos suficientes, para comprobar que está ejerciendo esa actividad de manera ilegal. Después hacemos una resolución sancionadora, que pueden ser de entre 6.001 euros y 30.000 euros. Ya habremos realizado unos dos centenares de expedientes.
‘En pocos meses podemos tener reguladas la viviendas turísticas’
Algunos de los afectados no pueden regularizar su situación, porque con la normativa actual no pueden acogerse a ninguna categoría, pero muchas de esas personas denunciadas han optado por registrar sus negocios y regularizar su situación.
María Quintana