La nueva medicina personalizada que puede curar la salud y la economía

La última generación de fármacos ya no busca la eficacia general sino la de individuos concretos, que segmenta a través de los estudios genéticos. Es la forma de empezar a abordar tumores que hasta ahora tenían mal pronóstico y muchas otras enfermedades para las que no había una opción terapéutica. Ese proceso está abriendo la investigación sanitaria a profesionales con otros perfiles, como físicos o estadísticos, y a las empresas, que pueden colaborar en investigaciones y rentabilizar los resultados. La Consejería cántabra de Sanidad ya ha dado pasos en este sentido y se muestra dispuesta a que esta nueva medicina personalizada colabore al desarrollo económico de la región.

Han quedado atrás los tiempos en los que el PSOE rechazaba ardorosamente la entrada de capital privado en Valdecilla para acabar las obras y prestar los servicios no sanitarios. Al menos, así parece indicarlo el acto reciente en el que la Consejería de Sanidad, con un consejero socialista, invitaba a los empresarios locales a participar en las investigaciones que el Hospital y su instituto de investigación ­–el Idival– llevan a cabo en el campo de la medicina personalizada, lo que en el ambiente profesional se conoce como ‘medicina de precisión’, porque busca ajustarse a pacientes concretos.

Para ello ha reunido a gestores, representantes institucionales y del mundo de la empresa, investigadores, académicos y profesionales sanitarios en el Hospital Valdecilla. En este encuentro, el nuevo consejero de Sanidad del Gobierno de Cantabria, Raúl Pesquera, destacó las iniciativas que han fructificado en los últimos años, dando lugar a mejoras efectivas en algunos tratamientos y han atraído talento a la región.

Tanto el director de Valdecilla, Rafael Tejido, como el rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos, y el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, Tomás Cobo, coincidieron en señalar que en Cantabria se dan “circunstancias únicas” para apostar por las investigaciones en el campo de la medicina de precisión. En concreto, la unión del Hospital Valdecilla y el IDIVAL con la Universidad de Cantabria y el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). “Tenemos todos los ingredientes para hacerlo posible”, subrayaron.

La investigación biomédica más decisiva que se desarrolla en la región –porque tiene pocos precedentes mundiales– es la Cohorte Cantabria, un proyecto pionero en el desarrollo de la Medicina de Precisión, en el que ya colaboran 13.000 cántabros, lo que lo convierte en el mayor campo de experiencias conseguido hasta el momento. También destacan el International Precisión Medicine Forum, organizado por el Idival, que reúne a expertos nacionales e internacionales de diferentes disciplinas, creando una red de intercambio de conocimiento que también se comparte a toda la comunidad científica a través de internet. El tercer motivo de orgullo es la nueva Unidad de Ensayos Clínicos de Valdecilla.

Valdecilla dedicará 24 camas a ensayos clínicos

Los avances se producen tan rápidamente que los conceptos que se desarrollan en investigación tardan en aplicarse en la clínica”, destaca el director del Idival, Galo Peralta. Por eso considera especialmente importante la intensa actividad de la Unidad de Ensayos Clínicos del Hospital, con una nueva unidad de 24 camas, que también estará integrada en el circuito asistencial de Valdecilla. Allí se han llevado a cabo ya más de 300 ensayos clínicos, con los que se ha ganado el respeto y la confianza de los investigadores y la industria.

El director general de la farmacéutica Janssen, Luis Díaz-Rubio, recordó que Valdecilla fue uno de los tres hospitales nacionales seleccionados para ensayar su vacuna contra la COVID-19 y consideró que “en España somos líderes en investigación clínica”.  En Cantabria, concretamente, Janssen tiene 28 ensayos clínicos en marcha, “y es la región con mayor número de ensayos per cápita”, lo que convierte Valdecilla en “un centro de referencia para el desarrollo de proyectos de investigación sofisticados”, dijo.

La sanidad necesita más perfiles profesionales

Las investigaciones no se hacen solo con tubos de ensayo y un problema que la sanidad debe resolver es la forma de conseguir otros perfiles profesionales para integrarlos el ámbito hospitalario, desde matemáticos e ingenieros a estadísticos, pasando por físicos, biotecnólogos, bioinformáticos y biomédicos, como puso de relieve el gerente de Valdecilla.

No será fácil mientras no se cambie el sistema de contratación del sector público, que en España es muy restrictivo, o se modifiquen las relaciones de puestos de trabajo de los organismos, para adaptarlas a las necesidades de los nuevos tiempos.

Ni siquiera es fácil contratar a científicos de prestigio, incluidos los del propio ámbito de la salud. “Una de las mayores deficiencias de los sistemas sanitarios es que no tenemos científicos reconocidos como tales en los propios hospitales”, remachó Ignacio Varela, investigador del instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria y experto en genómica de progresión tumoral.

“Tenemos que ser conscientes de la riqueza que supone la integración de especialistas distintos, que plantean nuevas preguntas para resolver los problemas”, aseveró la viróloga y vicepresidenta del CSIC Margarita del Val al explicar el Proyecto multidisciplinar de Salud Global, nacido ante la emergencia sanitaria provocada por la pandemia y que se ha puesto en marcha con una importante colaboración privada.

“Pasó lo que nunca había pasado”, explicó, “todos los grupos de investigación se volcaron en la búsqueda de soluciones, se formularon más de cien propuestas en dos días y aparecieron donantes de grandes empresas privadas y particulares”. Un ejemplo de unidad en favor de una causa común que Del Val desea que se extienda a otros campos sanitarios.

Traslación de resultados

En Cantabria ya se están ofreciendo soluciones más eficaces a los pacientes, como la secuenciación masiva de tumores avanzados. Valdecilla ha sido uno de los hospitales pioneros, lo que ya ha permitido ofrecer terapias más precisas a más de 1.500 pacientes oncológicos.

Además de los avances experimentados en el campo de la Oncología, punta de lanza del desarrollo de la Medicina de Precisión, en Valdecilla se están produciendo importantes progresos en el ámbito de las enfermedades raras, con la creación de una unidad especializada en la que se llevan a cabo estudios específicos de nuevos cuadros de síntomas infrecuentes, para buscar mejores opciones terapéuticas.

El hospital cántabro es, a la vez, el primero del mundo en disponer del equipo más avanzado para el diagnóstico de enfermedades autoinmunes. Un prototipo capaz de estudiar hasta quince tipos de autoanticuerpos de forma simultánea en una sola muestra y que los especialistas de Valdecilla están ayudando a perfeccionar en colaboración con el fabricante.

La cooperación público-privada va a ser decisiva en la estrategia cántabra de Medicina de Precisión y de hecho, ya se está materializando en forma de intercambio de conocimientos, desarrollos compartidos y entrega de equipamientos, como el súper robot Opentron, donado durante la pandemia al laboratorio de Microbiología de Valdecilla, que es capaz de realizar hasta 2.400 PCR diarias.

En Anatomía Patológica, por su parte, realizan la secuenciación masiva de tumores, en busca de mutaciones genéticas que revelen si un paciente puede beneficiarse de un nuevo tratamiento capaz de destruir esas células malignas. Los estudios genéticos que se relacionan en el laboratorio de Genómica de Valdecilla permiten predecir, incluso, cómo va a responder un enfermo a un tratamiento y a qué dosis.

Los nuevos fármacos han supuesto ya una reducción en el tiempo de tratamiento de la artritis reumatoide. Las nuevas terapias están consiguiendo que el paciente de esta enfermedad tan invalidante pueda llevar una vida prácticamente normal.

Valdecilla da un empujón a su alta tecnología con 16 millones de euros que le aportará el Estado

Cantabria va a renovar trece equipos de alta tecnología y podrá adquirir otros seis más de los que tiene ahora gracias al Plan INVEAT del Ministerio de Sanidad, dotado con 796 millones de euros, que pretende renovar el equipamiento del Sistema Nacional de Salud (SNS). La inversión destinada a Cantabria asciende a 16 millones de euros, y debe estar concluida en 2023. La mayoría de estos equipos van destinados a Valdecilla.

Los hospitales españoles del SNS, entre ellos Valdecilla y Sierrallana, van a recibir una inversión sin precedentes para renovar su alta tecnología gracias al Plan INVEAT, que se alimentará de los fondos Next Generation que la Unión Europea ha aprobado a raíz de la pandemia para recuperar las economías. Se renovarán todos los equipos que tienen más de doce años (más de diez en el caso de los aceleradores lineales y TAC, cuya obsolescencia es más rápida). Además, muchos hospitales podrán aprovechar para dotarse de otros equipos de última generación que no tenían. En total, el Ministerio de Sanidad gastará 796 millones de euros.

Jesús Martín, director de Gestión y Servicios Generales de Valdecilla es el representante de Cantabria ante el Ministerio de Sanidad, que coordina esta compra masiva, de acuerdo con los informes remitidos por cada comunidad sobre las características y antigüedad de su tecnología y teniendo en cuenta la opinión de la sociedades científicas y de los jefes de servicio a los que van destinados los aparatos.

“Durante este año se destinan a Cantabria ocho millones de euros para la renovación de equipos que están ya amortizados o por encima de su vida útil”, explica Martín. En 2023 se producirá una nueva transferencia, y todo este equipamiento deberá estar funcionando antes del mes de septiembre.

El Hospital Sierrallana de Torrelavega va a aprovechar este plan para sustituir la Tomografía Axial Computerizada (TAC) del Hospital Tres Mares en Reinosa y adquirirá una nueva resonancia magnética.

En esta especie de carta a los reyes, el Hospital santanderino ha incluido equipamientos que no tenía, como otro angiógrafo vascular, una tercera sala de hemodinámica y maquinaria de braquiterapia de alta tasa.

Por su tamaño, complejidad o características, parte de estos equipos requerirán obras para su instalación. A priori, la intención es ubicar la angiografía bajo las torres de hospitalización, ocupando parte del espacio que quedó en reserva en la Planta -3 cuando se construyó, en previsión de futuras ampliaciones. Tanto las obras como la dotación adicional corren por cargo del Hospital.

Radioterapia

Pedro Prada, jefe de Oncología Radioterápica destaca que uno de los aceleradores lineales de su servicio se va a sustituir por un acelerador de radioterapia adaptativa, una tecnología novedosa que permite realizar cambios durante el tratamiento o llevar a cabo una nueva planificación si se detectan variaciones en la zona tumoral que se está tratando. “No hay ningún equipo de estas características en España”, asegura.

Su servicio también podrá renovar el TAC de planificación, que se emplea para realizar una simulación previa al tratamiento, obtener imágenes y realizar las marcas en la piel que servirán para encuadrar exactamente la zona a tratar.

El nuevo equipo de braquiterapia será el segundo del que disponga este servicio y se instalará en el bloque quirúrgico, junto con el acelerador portátil y el TAC quirúrgico. De esta forma se podrá administrar una radiación de alta dosis durante la operación y directamente sobre la zona de la que se ha extraído el tumor.

Valdecilla realiza ya unas mil intervenciones al año con braquiterapia, una técnica que permite tratar algunos tipos de cáncer con una sola dosis de radioterapia.

Un TAC de 16 años

El TAC de urgencias que se va a sustituir tiene ya 16 años y según Andrés González Mandly, “es el más antiguo del Hospital”. De hecho, de los cuatro que hay en Radiología, es el que menos se utiliza y está prácticamente destinado a pacientes con Covid. En él se realizan 25 exploraciones diarias frente a una media de 60 que se hacen en cada uno de los otros tres.

El pasado año se realizaron 51.500 pruebas con escáner en el Hospital, una cantidad que seguramente se verá incrementada gracias a la adquisición de un nuevo TAC de alta gama, que será el quinto del servicio.

Radiología también va a renovar sus tres angiógrafos, así como el TAC de urgencias, que tiene 16 años de antigüedad. Serán sustituidos por un angiógrafo de neurorradiología que permite visualizar simultáneamente dos planos, y por dos monoplanos de radiología vascular. Además, se adquirirá un cuarto equipo.

Los angiógrafos se utilizan en intervenciones guiadas por imagen de las arterias y no solo con fines diagnósticos. En muchas ocasiones también permiten disolver o extraer trombos o sellar un aneurisma, sin necesidad de recurrir a la cirugía.

El servicio de Radiofísica y Radioprotección deberá gestionar ante la Comisión de Seguridad Nuclear la baja de todos los aparatos que se van a sustituir, y serán entregados a empresas certificadas para que se encarguen de su inutilización.