Las ventajas de un coche por renting
El arrendamiento se está haciendo un hueco cada vez más importante frente a la compra
Desde 2015 el renting no ha parado de crecer. Un servicio que anteriormente solo estaba disponible para empresas y autónomos se ha convertido en una alternativa muy atractiva para los particulares a la hora de cambiar de coche, hasta el punto que ya originó un 21,9% de las matriculaciones realizadas en 2021, según la empresa especializada Destiners.
Sin embargo, sigue siendo un servicio relativamente nuevo y, por tanto, es comprensible tener dudas sobre si es la mejor opción o si es más rentable económicamente que comprar un coche. A continuación repasamos algunos de los conceptos básicos del renting y las ventajas para los particulares frente a la compra.
¿En qué consiste el renting?
En renting es un servicio que pone a disposición de empresas, autónomos y particulares el poder usar un vehículo pagando una mensualidad fija. Esta cuota incluye los gastos de mantenimiento, el pago del seguro, el impuesto de matriculación o el de circulación y las posibles reparaciones.
Dentro del contrato firmado con la empresa de renting, se establecen condiciones tales como el número de kilómetros máximos por mes o la duración del alquiler del coche, que puede variar entre 36 y 60 meses, dependiendo de la entidad.
Como consecuencia del crecimiento de este servicio en España y a que ya lo ofrecen bancos, concesionarios e, incluso, los propios fabricantes, es cada vez más sencillo acceder a él. Empresas como Destiners también facilitan la posibilidad de obtener un coche por renting a través de Internet.
El alquiler es una oportunidad para disfrutar de un coche completamente nuevo sin las ataduras o el compromiso que supondría comprarlo, ya que, pasado el periodo estipulado en el contrato, es posible cambiar y obtener otro modelo nuevo.
Un precio con todo incluido
Comprar un coche en propiedad no solo supone una inversión inicial, sino que también implica cubrir una serie de gastos obligatorios cada cierto tiempo, como el seguro, las revisiones periódicas, el cambio de neumáticos, las reparaciones, asistencia en viaje o los impuestos correspondientes. El propietario debe hacerse cargo de todos ellos. En cambio, con un coche de renting se pagan unas cuotas fijas mensuales en las que se incluyen todos estos gastos, sin tener que abonar una entrada inicial.
Gestión de los trámites
Cuando se adquiere un coche como propietario, también implica encargarse de todo lo que conlleve buscar un taller para la revisión, un seguro de confianza y los trámites necesarios.
Con un servicio de renting adecuado, es la propia compañía la que se encarga de las revisiones, el pago de los impuestos y de encontrar un servicio de reparaciones de calidad.
Además, cuando se cumpla el contrato, el beneficiado podrá entregar directamente el vehículo a la empresa de renting, mientras que, en el caso contrario, se deberá encargar de venderlo o de buscar una solución adecuada para desprenderse de él.
Una menor inversión
El renting de coches resulta más barato cuando se compara con el presupuesto que se requiere para poder comprar un coche, ya sea al contado o por financiación, a los que hay que sumar los ya mencionados gastos del seguro (un seguro a todo riesgo sin franquicia, el tipo de seguro que se ofrece en servicios de renting).
El renting, por tanto, se convierte en una alternativa ideal para disfrutar de un coche nuevo disminuyendo la inversión. Una vez finalizado el contrato tenemos la opción de alargarlo y seguir con ese mismo vehículo o adquirir uno nuevo sin tener que preocuparnos por pagar una entrada y cambiar los datos del seguro.
Si un coche de renting ya resulta una opción muy atractiva para particulares, es todavía más beneficioso para empresas y autónomos. En ambos casos la cuota mensual a pagar por el alquiler del vehículo es deducible mientras que esté relacionado con las actividades que realiza el negocio.