Madrid ha perdido más hostelería que Cantabria proporcionalmente durante la pandemia
En la capital han cerrado el 13% de los establecimientos y en Cantabria alrededor del 4%
Año y medio largo después del comienzo de la pandemia, el balance es especialmente malo para algunos sectores, como el comercio y la hostelería, pero los cierres no han sido equivalentes en todas las comunidades. En Madrid, la patronal del sector hostelero asegura que se han clausurado el 13% de los establecimientos. En Cantabria, a pesar de las quejas del sector, el censo de autónomos de hostelería solo ha bajado un 3,5%.
Es casi seguro de que cualquiera a quien se le preguntase este verano por las restricciones que sufría la hostelería de Madrid hubiese respondido que ninguna. Sin embargo, hasta el pasado 20 de septiembre, en los interiores solo se podía ocupar el 50% del aforo, lo que mantenía en una situación muy complicada a los 14.000 establecimientos sin terraza.
Tampoco las terrazas se podían ocupar al completo; dentro o fuera, las mesas solo podían tener seis comensales, las barras no se podían utilizar, y el ocio nocturno tenía un horario limitado, no podía utilizar las pistas de baile y la gente debía permanecer sentada en mesas, con lo que resultaba poco menos que imposible alcanzar el 75% de ocupación permitida. Como resultado, hasta el pasado 1 de julio el censo de locales de esa comunidad autónoma había disminuido en un 13% desde el comiendo de la pandemia, según los cálculos que ha hecho la propia patronal del sector, Hostelería de Madrid. La asociación empresarial contabilizaba 4.100 cierres y aseguraba que el 50% de los que permanecían en activo lo estaba pasando mal, por no disponer de terrazas ni veladores.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso se ha convertido ante la opinión pública en adalid de la libertad hostelera, una opinión que se forjó al comienzo de la pandemia, cuando en junio de 2020 la Comunidad de Madrid fue la primera en abrir la mano para la hostelería, pero de entonces acá ha llovido mucho, y las medidas adoptadas no han sido muy distintas a las de otras comunidades, siempre en función del nivel de la pandemia en cada momento.
El empleo de la hostelería cántabra roza los máximos históricos
Los hechos concretos tampoco avalan la teoría de que en Madrid la hostelería ha sobrevivido mejor gracias a la comprensión de sus políticos. La pérdida del 13% de su sector desde el comienzo de la pandemia es bastante superior a la sufrida por Cantabria, una comunidad teóricamente más afectada, según han insistido reiteradamente los responsables de la patronal local, la Asociación de Hostelería de Cantabria, que han considerado a Revilla y, sobre todo, al consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, enemigos acérrimos del sector. En Santander y provincia trabajaban en julio 4.971 hosteleros (un 3,5% menos que un año antes) con 19.632 asalariados (un 4,1% menos), lo que indica que la pérdida de establecimientos ha sido aproximadamente un tercio de la producida en Madrid, aunque aún no hay un censo actualizado de locales para corroborarlo. El último, de 2019, indica que en la región había en ese momento 4.288 empresas hosteleras, que poseían 6.413 establecimientos.
Aunque es cierto que el sector turístico cántabro no ha recuperado su cota máxima de empleo, que se alcanzó en el verano de 2019, sí ha conseguido este verano la segunda cifra más alta de su historia.
No es el único sector. En general, el empleo está creciendo muy rápido en Cantabria y se acerca a las cotas que se dieron entre 2005 y 2007. De acuerdo con los datos de la EPA del segundo trimestre, que serán mejorados por los de la temporada de verano, la tasa de actividad (personas de entre 16 y 64 años que trabajan o tienen intención de hacerlo si encuentran un empleo) ha alcanzado el 73,2% y la tasa de empleo al 64,3% cuando en lo peor de la crisis anterior llegó a bajar al 56%.
Ha influido mucho el salto muy significativo del empleo femenino en la región, que ya ha llegado al 60,7%, una tasa muy superior a la alcanzada en los mejores tiempos de bonanza. Es curioso que con los hombres haya pasado exactamente lo contrario. Los que tienen un empleo han pasado de superar el 75% del censo de personas en edad laboral a quedarse en el 68% y aunque su tasa de paro ha descendido al 10,1%, son muchos los que han decidido salir del mercado de trabajo, desanimados por no encontrar nada en lo que puedan encajar o al optar por prejubilaciones.
Si se utiliza como referencia el paro registrado, la evolución es muy semejante. Los 37.507 demandantes de empleo que tenía Cantabria en julio eran 6.000 menos que el último año precovid (aunque se sumasen las 2.000 personas en ERTE) una cifra muy moderada si se compara con los peores momentos de la pasada crisis económica, a comienzos de 2013, cuando las oficinas de empleo de la región registraban casi 60.000 desempleados.
Cantabria lideró en agosto la ocupación hotelera
Cantabria ha sido la comunidad autónoma con mayor grado de ocupación hotelera durante el pasado mes de agosto, con un 78,2%, según datos del INE.
En agosto, la comunidad registró más de medio millón de pernoctaciones en establecimientos hoteleros (552.321), un 18,2% más que el año pasado. De ellas, cerca de 494.000 fueron realizadas por residentes en España (un 12,3% más), y las restantes por extranjeros, algo más del doble que el año pasado, cuando las restricciones de muchos países les impidieron viajar.
El consejero de Turismo, Javier López Marcano, ha destacado que estos datos “consolidan” a Cantabria como “el destino preferente de España”. Además, este año ha aparecido un perfil de nuevos turistas de comunidades autónomas cuya presencia no era muy relevante hasta ahora, como son Andalucía, Valencia y Murcia.
Este agosto han abierto 467 establecimientos, un 10,6% más que hace un año, cuando algunos permanecieron cerrados debido a la pandemia, y el personal empleado en ellos ha crecido un 6,6%.
Estos alojamientos han ofertado casi 22.000 plazas que durante los fines de semana han tenido una ocupación superior al 81%, a pesar de que subieron un 7,6% los precios.