Osa Designs: ‘Ojalá veamos nuestros diseños en prendas, tapizados, accesorios… ’
Es difícil ponerle una etiqueta a Claudia Iza, una artista multidisciplinar que aúna las facetas de pintora, diseñadora, docente y, ahora, empresaria. Es esta variada trayectoria en el mundo del arte la que ha culminado en su gran sueño, Osa Designs, una plataforma online para vender sus diseños a empresas textiles e industriales. Lo más genuino del proyecto es su base artística ya que, detrás de cualquiera de sus estampados, siempre hay un boceto a lápiz y muchas horas de trabajo. Las nuevas tecnologías son su gran aliado, tanto para comercializar los diseños en todo el mundo, como para aplicarlos sobre cualquier superficie, desde telas hasta electrodomésticos.
P.- Es usted de las pocas valientes que ha decidido emprender en tiempos tan difíciles. ¿Cuál es su propuesta?
R.- Se llama Osa Designs y es una firma dedicada al diseño creativo y de estampados para el mundo de la moda y la decoración. Me he especializado en estampados en diferentes formatos para el sector textil, tapizados para el hogar, lienzos y maderas en formato cuadros, azulejos para la cocina o el baño, cerámica para vajillas, lavabos… Este proyecto es mi gran sueño, porque nace de una necesidad interior de plasmar al público los productos y servicios que yo puedo ofrecer.
P.- Y ¿qué hace Osa Designs diferente?
R.- Lo más novedoso es que mis diseños se pueden comprar por catálogo, de forma fácil y cómoda. Esto es interesante para particulares, que pueden personalizar productos pero, sobre todo, para creativos del mundo textil o de la decoración, para fabricar sus propias telas o llevarlos a cualquier tipo de superficie. Mi objetivo es abastecer de diseños al mercado internacional y conquistar a los clientes más exigentes, que buscan originalidad. También me gustaría formar a un equipo de diseñadores que destaquen por su energía y entusiasmo; adaptarnos a los tiempos e ir creciendo de forma equilibrada, hasta convertirnos en una referencia de estilo propio, profesionalidad y buen hacer.
P.- ¿Qué papel juegan las tecnologías en su proyecto?
R.- Un papel fundamental, porque he creado una plataforma de venta online para vender mis diseños creativos y estampados (osadesignshop.com) y me estoy posicionando en el mercado. En los últimos años, he dedicado muchas horas a aprender a manejar programas gráficos y, a medida en que he ido avanzando en mis conocimientos, también lo ha hecho la maquinaria, con técnicas como la sublimación por calor o el grabado sobre metal, que permiten aplicar los estampados a cualquier formato. La revolución tecnológica me ha venido bien y he decidido subirme al carro de los avances, de las plataformas virtuales y de la posibilidad de conectar con cualquier parte del globo.
P.- El principal sector al que va a atender, la moda, no pasa por sus mejores momentos…
R.- Sí, es verdad que las grandes firmas han sufrido un bloqueo y han tenido que encajar el parón en los desfiles, quedándose con temporadas y colecciones enteras sin mostrar. Pero, poco a poco, van encontrando alternativas como los desfiles online, creando buenos escenarios y subiéndolos a las redes. Incluso ha habido cambios a mejor, porque el ritmo de trabajo en este mundo era vertiginoso y la crisis ha llevado hacia la reflexión. Ahora se plantean otra forma de hacer moda, más calmada, sostenible y coherente.
P.- Digamos que no son buenos tiempos en general, tampoco para los creativos.
R.- Yo soy optimista y creo que ahora los alumnos de Bellas Artes pueden elegir entre más especialidades que antes y se valora más su creatividad. Si de verdad te preparas a conciencia, hay cabida para diseñadores en moda, decoración, industrias, juegos, películas, vídeos…
P.- ¿Se ha sentido apoyada como emprendedora?
R.- Sí, y además siempre he creído en la importancia de pedir ayuda y comprensión a las instituciones. En ese sentido, estoy muy agradecida a muchas personas que han apostado por mí, especialmente a la Cámara de Comercio de Cantabria y, en concreto, a David Ramos, por su confianza. Además, me he sentido apoyada por la CEOE y por Isabel Cuesta, a través del ‘Programa Madrinazgo’ para mujeres emprendedoras. Mi madrina, la directora de Relaciones Externas y RSC del Grupo PITMA, María Eugenia Cuenca, es una gran profesional y mejor persona con la que he conectado desde el minuto cero.
P.- ¿Cómo encaja su nueva faceta de empresaria con sus otras actividades como artista y docente?
R.- A la pintura me dedico desde muy joven y hace muchos años que también trabajo en la enseñanza. Me licencié en Bellas Artes y me considero una artista multidisciplinar porque siempre he procurado investigar en diferentes disciplinas artísticas y compaginarlas. A lo largo de mi carrera, he seguido caminos distintos, pero todos ellos unidos por la creatividad. Suelo pintar en acuarela y óleo y participo en exposiciones individuales y colectivas, como la que se celebra este mes en la Galería Inder Espacio, en Santander. Y, dentro de mi estudio, he desarrollado una academia que ofrece talleres de dibujo y pintura para personas de todas las edades.
P.- ¿Cómo ha vivido la complicada situación de los últimos meses?
R.- La pandemia ha puesto las cartas sobre la mesa y nos ha hecho ver nuestra vulnerabilidad. En el siglo XXI creíamos estar bien organizados, pero no ha sido así. El planeta se ha paralizado y eso ha sacado lo mejor y peor de todos nosotros. En mi caso, si algo he aprendido es que el esfuerzo conjunto es el futuro. Estamos destinados a entendernos y debemos esforzarnos por el bien de la comunidad.
P.- ¿Tuvo que cerrar la academia o pudo seguir trabajando?
R.- Nunca paré. He perdido parte de los alumnos pero llevo dando clases desde el pasado mes de mayo. Solo estuve un par de días bloqueada y enseguida comencé, primero online y, en cuanto se pudo, de forma presencial. Al principio, sentí miedo por no saber implantar las medidas de seguridad adecuadas o por no lograr incentivar a los alumnos en la situación de incertidumbre y desesperanza que estábamos viviendo. Pero fueron ellos los que consiguieron hacer llevaderas las clases, mantener el buen ambiente y seguir adelante con entusiasmo y tranquilidad. La docencia, aunque lleva tiempo y me absorbe mucha energía, aporta cosas muy buenas y me influye después en mi manera de pintar, de elegir la técnica, los temas, la paleta cromática… El contacto con los alumnos me resulta muy enriquecedor para mi obra artística.
P.- ¿Qué le define como artista?
R.- A lo largo de mi vida he tocado diferentes técnicas: carboncillo, pastel, acuarela, tintas, óleo, collage o grabado, pero la pintura es la más personal. Pinto desde que era muy niña. Con cinco o seis años ya me recuerdo junto a mis padres, pintando al óleo e interpretando obras de Van Gogh en una pequeña mesita junto a la tele, mientras veíamos ‘La Casa de la Pradera’. Es algo inherente a mí, que me da sosiego y me recoloca si estoy estresada. Me miro en ella en cada etapa de mi vida. La cultura, aunque suele ser la eterna olvidada, es la que nos da coherencia como sociedad y como individuos. Es una ventana para interrogarnos y saber en qué momento estamos y hacia dónde nos dirigimos. Para mí, la expresión plástica es totalmente necesaria porque es comunicadora, vital e intrínseca al ser humano.
P.- ¿Cómo se imagina dentro de unos años?
R.- Si lo pienso, me sale una sonrisa porque he visualizado el futuro que me gustaría y voy a esforzarme al máximo para conseguirlo. Me imagino dirigiendo a un equipo de diseñadores de diferentes edades y nacionalidades que hagan posible que nuestros estampados lleguen a miles de clientes. Ojalá pudiéramos ver con orgullo nuestros diseños creativos en todo tipo de prendas de vestir, tapizados, accesorios y formatos industriales (metal, polímeros, cerámica, madera) para electrodomésticos, cocinas o baños. ¡Hoy en día se puede vestir cualquier cosa! Y, para integrar todo lo que soy, tampoco faltará una sección de docencia para preparar a futuros diseñadores que nos aporten su creatividad y valores.
Patricia San Vicente