Uno de los principales actores del sector de energías renovables en Cantabria es Capital Energy, una compañía energética española creada en 2002 por Jesús Martín Buezas y cuya vocación es convertirse en el primer operador 100% renovable verticalmente integrado de la península ibérica con presencia en toda la cadena de valor renovable, desde la producción hasta la comercialización de la energía al cliente final. Capital Energy considera Cantabria una región clave para el desarrollo de su ambicioso proyecto de energías limpias y ha presentado 17 proyectos eólicos en la comunidad, que suman una potencia instalada cercana a los 690 megavatios (MW).
La empresa energética calcula que la puesta en marcha de todos ellos supondría una inversión global de unos 552 millones de euros, la creación de unos 3.900 puestos de trabajo y una aportación fiscal de alrededor de 16,5 millones de euros solo en la fase de construcción. Durante la operación el mantenimiento de estas instalaciones, Capital Energy estima que daría empleo a casi 130 profesionales y generaría un impacto económico anual, vía impuestos y alquiler de terrenos, de más de 4,5 millones de euros.
Los proyectos que ha presentado se asientan en 28 municipios. La empresa asegura haber seleccionado los emplazamientos tras analizar las variables ambientales, técnicas, urbanísticas, patrimoniales y sociales, además de realizar una amplia revisión bibliográfica de toda la normativa vigente.
‘Un motor para el desarrollo de Cantabria’
Estas cifras demuestran, según Capital Energy, su interés por convertirse en un motor del desarrollo de Cantabria. El grupo cree que su modelo de negocio traerá un beneficio adicional a las zonas de operación: ayudará a paliar el problema de despoblamiento que sufre buena parte del territorio español, no solo por el empleo directo e indirecto que va a generar y su contribución a la economía local vía impuestos, sino por el previsible abaratamiento del precio de la energía derivado de la mayor penetración de las renovables, que, a su vez, propiciará la implantación de nuevas industrias. Además, se ha comprometido a destinar anualmente parte de los beneficios que produzcan los parques a la puesta en marcha de iniciativas de desarrollo en ese entorno rural consensuadas con los municipios, en función de las necesidades.
Capital Energy ya está influyendo positivamente sobre la economía cántabra, al haber contratado los servicios de numerosas empresas y entidades locales, principalmente consultoras, como Adra Ingeniería y Gestión del Medio, Ambium, BHS, la Universidad de Cantabria o Rizoma. Muchas de estas compañías están incrementando sus plantillas para poder dar el servicio requerido. La propia Capital Energy ha abierto una oficina en Santander, desde la que seis profesionales cántabros abordan el desarrollo e implantación de estos proyectos y prevé ampliar la plantilla a medida que avance su tramitación.
Por otra parte, y a fin de complementar su aportación al crecimiento socioeconómico de la comunidad, Capital Energy se ha adherido la iniciativa Cantabria Territorio Rural Inteligente, que trata de crear ecosistemas innovadores de desarrollo sostenible en el medio rural y ha entrado en la asociación Cantabria Sostenible –que impulsa a las empresas a adoptar las prácticas más compatibles con el medio natural–, en la Fundación Laboral de la Construcción y en la Fundación Laboral del Metal. También participa en la Plataforma Regional del Hidrógeno de Cantabria.
Para Capital Energy, un modelo de desarrollo regional sostenible a largo plazo solo podrá ser posible si este enfoque de creación de valor compartido se liga a la apuesta por el talento local y la digitalización, pilares de su estrategia empresarial.
La compañía cree que este enfoque colaborativo permitirá maximizar las oportunidades de los nuevos modelos operativos y de negocio, dando respuesta a los retos de cada comunidad mediante proyectos que aseguren su sostenibilidad medioambiental, económica y social.
Alrededor de 35 GW de cartera de proyectos en la península ibérica
Capital Energy cuenta con una cartera de proyectos eólicos y solares en la Península Ibérica que ronda los 35 gigavatios (GW) de potencia, de los que más de 8,7 GW ya disponen de permisos de acceso a la red.
Gracias al lanzamiento de su comercializadora en el último trimestre de 2020, la empresa ha culminado su objetivo estratégico de estar presente a lo largo de toda la cadena de valor de la generación renovable, desde la promoción, donde la compañía tiene la posición consolidada que le da una trayectoria de casi 20 años, hasta la construcción, producción, almacenamiento, operación y el suministro.
El objetivo de la empresa, que tiene más de 380 empleados distribuidos en 15 oficinas repartidas por España y Portugal, es llevar al consumidor final la energía 100% renovable que produce en sus propias instalaciones.
