‘Me ha quedado clavada una espinita, la lentitud de las tramitaciones’
FRANCISCO MARTÍN, consejero de Industria:
El consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Francisco Martín, fue el ponente de la última reunión del Círculo Empresarial Cantabria Económica. A unos pocos meses de concluir la legislatura, el ingeniero de Caminos santanderino hizo balance de la gestión de su departamento en el que no dejó de apuntar la buena marcha de la industria regional (la segunda del país en ritmo de crecimiento) o el turismo, pero también lamentó el no haber podido evitar los problemas administrativos que, por ejemplo, han echado abajo los once parques eólicos tramitados en esta legislatura. En su opinión, los escándalos políticos han llevado a crear tantas salvaguardas legales que “yo soy el primer frustrado de que las cosas no salgan adelante”.
En pocas ocasiones, una Consejería ha puesto en marcha tantos proyectos como ha ocurrido en esta legislatura con la de Industria, pero parte de ellos no estarán ni siquiera iniciados para las próximas elecciones, desde los parques eólicos a la explotación de los yacimientos de zinc. La materialización suele verse interrumpida por un factor prácticamente ineludible y en el que el consejero hizo especial hincapié: la lentitud en las tramitaciones. “Hay una espinita que se me ha quedado clavada y es la de la agilidad administrativa”, reconoció.
Esta demora no sólo obstaculiza cualquier iniciativa industrial, sino que a menudo la paraliza antes de que llegue a arrancar, y se ha agravado tras las sucesivas normas nacionales que intentan evitar las irregularidades del pasado. “Cada vez que se aprueba una ley, impone un circuito mayor de documentos para llegar a las fases de autorización. Yo soy el primer frustrado de que las cosas tarden tanto”, dijo.
Martín asegura haber puesto todo de su parte para que los trámites sean más veloces. De hecho, se han automatizado y digitalizado muchos de los procedimientos de su Consejería, pero admite que estas trabas administrativas hacen que se pierdan muchas oportunidades. Reconoce que es difícil decantarse frente al dilema “agilidad o seguridad” pero, en su opinión, “nos estamos pasando de garantistas”.
‘Cada nueva ley impone un circuito más largo de documentos para las autorizaciones’
A pesar de admitir estos problemas, el balance que hace del trabajo desarrollado en su departamento es claramente positivo: el índice de producción industrial de Cantabria en el último año ha sido el segundo más elevado del país, sólo por detrás del de Madrid, y el desempleo regional ha disminuido del 18% al comienzo de la legislatura al 8,9%, después de que el número de parados bajase de los 50.000 que había hasta unos 37.000.
Su filosofía política se ha regido, según dijo, por el principio de “ayudar a los que estaban, a los que están y a los que estarán”. Insiste en que resulta más sencillo propiciar que cada una de las 40.000 empresas cántabras genere un puesto de trabajo que tratar de conseguir que una sola empresa proporcione empleo a 40.000 personas. En este sentido, se mostró satisfecho de tener ocho programas orientados en esta dirección y de que, con la colaboración de Sodercan, “hemos puesto encima de la mesa más de 800 proyectos”.
Una región industrial
Francisco Martín niega que el PIB regional dependa del turismo. Compara la influencia del sector en Cantabria, que supone el 12% del Producto Interior Bruto’, con la importancia que tiene en Baleares, donde genera aproximadamente el 45% del PIB, y asegura que Cantabria sigue siendo una región eminentemente industrial, ya que este sector aporta el 20% del PIB, cuando la media nacional es del 16,4%.
No obstante, está satisfecho de la evolución del turismo cántabro, que le transmite confianza por dos motivos: Por disponer de más capacidad y porque las ocupaciones han superado el 85% en 2018.
En este terreno, agradeció la labor del presidente, Miguel Ángel Revilla, en la promoción de la región como destino de referencia. “La tarea que desempeña en las televisiones equivale a una campaña de publicidad de 20 millones de euros con dos anuncios al día de 30 segundos”, dijo rotundo.
‘Es más sencillo que cada empresa de la región contrate a una persona que conseguir una que contrate a 40.000’
Tampoco va a resultar baladí que la guía de viajes más reconocida a nivel internacional, Lonely Planet, haya calificado a la comunidad autónoma como el segundo mejor destino turístico de Europa. “Nos volcamos en llevar Cantabria fuera de nuestra región”, explica. En estos momentos, sua Consejería hace campañas de publicidad en 24 destinos, de los cuales trece son ciudades del extranjero con las que está directamente conectada la región.
Las estadísticas indican que la mayoría de los visitantes nacionales proceden del País Vasco, Madrid, Cataluña, Navarra, La Rioja y Castilla y León. Sin embargo, su gasto medio (90 euros al día) es la mitad del que hacen los extranjeros y está muy alejado del desembolso diario de los alemanes, unos 190 euros.
Por esta razón, cree que una de las prioridades del Gobierno regional debe ser exhibir los encantos de la comunidad autónoma más allá de las fronteras nacionales. Eso sí, reconoció que para dar a conocer Cantabria fuera de España es necesario analizar de forma meticulosa el perfil de público extranjero y su ‘modus operandi’ a la hora de contratar sus vacaciones, ya que, mientras que los alemanes recurren a las agencias de viajes, los ingleses utilizan las plataformas digitales, por lo que la Consejería ha de utilizar distintas estrategias.
Otro de los cometidos de su departamento ha sido rebajar las tensiones entre la Administración y las asociaciones de comerciantes que se habían originado por los horarios de las aperturas y cierres de los domingos. “Hace cuatro años se tiraban los trastos a la cabeza, pero conseguimos llegar a un pacto con todos los sectores. Creo que hemos conseguido pacificar el sector comercial”, dijo satisfecho.
“El suelo del Besaya se ha agotado”
Desde su llegada en 2015 a la Consejería de Industria, Francisco Martín ha tenido que centrar buena parte de sus esfuerzos en reanimar la comarca del Besaya, uno de los principales focos de desempleo de la región.
Por aquel entonces, los más de 10.000 habitantes de la zona que no encontraban empleo representaban casi el 21% del paro de toda la comunidad. De ahí que surgiera la Mesa del Besaya, un órgano diseñado para reactivar la economía de la comarca. En ella, estaban representados los sindicatos, la patronal, los ayuntamientos y el propio Gobierno.
A estas alturas, sus miembros aseguran haber cumplido casi el 90% de los objetivos planteados y el propio Martín constata que empiezan a brotar los resultados: “El suelo del Besaya se ha agotado en año y medio. Hemos vendido todo lo que nos quedaba.”
‘Cantabria debe tener a su disposición una zona logística’
Uno de los compromisos que sigue vigente es poner en funcionamiento un centro de emprendedores en Torrelavega, pero para ello primero se deberá desarrollar el parque empresarial de Las Excavadas, algo que no resulta fácil. Tras la aprobación del PSIR, que tardará “no menos de un año”, la licitación y la adjudicación de las obras, requerirá al menos otros ocho meses para que se materialicen, según explicó en el Pleno del Parlamento en diciembre.
Otra vía para revitalizar el tejido empresarial de la región es recurrir a las subvenciones, pero Martín dejó claro ante los empresarios que acudieron a la charla que “no son soluciones de supervivencia”, ya que no es viable facilitar ayudas a aquellas empresas que son incapaces de mantenerse por sí mismas. De hecho, la Consejería solo facilita aportaciones económicas a las compañías que van a destinar el dinero a procesos de crecimiento o a la salida de un nuevo producto al mercado.
Inversiones en el Besaya
El consejero citó varios hitos recientes que pueden cambiar la realidad de la comarca del Besaya. A finales de 2017, la multinacional portuguesa CUF llegó a un acuerdo con Solvay para invertir 55 millones de euros, con lo que se garantiza la continuidad de la planta de cloro. Por su parte, el fabricante de neumáticos Bridgestone destinará 24 millones de euros a su fábrica de San Miguel para habilitar una nueva línea de producción de neumáticos de camión y de vehículos agrícolas.
A lo largo de esta legislatura también se han llevado a cabo varias modificaciones normativas que afectan a la comarca, como la que permite la licitación de nuevas minerías de zinc, que según Martín, quizá no sea un proyecto de un largo futuro, “pero va a generar 2.000 puestos de trabajo durante veinte años”. Con una mayor influencia en el largo plazo sitúa la puesta en marcha del centro logístico de La Pasiega: “Cantabria debe tener a su disposición una zona logística en la que el Puerto, el ferrocarril y la carretera puedan intercambiar sus cargas”. Esa es su gran apuesta de futuro.
‘Me comprometí a poner 500 Mw eólicos y lo he intentado con todas mis fuerzas’
Martín cree que los encargados de sostener la economía de la región son los empresarios, no los políticos: “Mi función es no molestar”, insiste. En su opinión, el consejero simplemente debe asegurarse de que la Administración funciona con la mayor celeridad posible, proporcionar los recursos que el sector privado no tiene y garantizar las comunicaciones.
Todo se complica cuando se trata de llevar a cabo un nuevo proyectos. Según su punto de vista, surgen “francotiradores” de diversas formaciones políticas y grupos de opinión que están instalados en el ‘no’ y en la crítica. “Basta que un proyecto sea de un Gobierno para que otro partido lo atice, tratando de que no salga adelante”.
Esas ha sido la razones, a su entender, de que ninguno de los once parques eólicos que ha tramitado su departamento en esta legislatura haya salido adelante.
‘En Cantabria hay francotiradores y grupos de opinión instalados en el no’
La tarea de la Consejería en esta materia, según Martín, ha sido analizar el planteamiento sugerido por la empresa eléctrica; determinar si es técnicamente adecuada; examinar si la compañía promotora es solvente; y dar traslado a Medio Ambiente para realizar una evaluación del impacto ambiental.
Martín, que también ha sido consejero de Medio Ambiente, reconoció que los proyectos de los aerogeneradores han tenido más obstáculos internos (de los técnicos) que políticos y lamentó la carga de subjetividad a la que están sometidos los expedientes administrativos, de forma que “si un técnico es reacio a los parques eólicos, su informe de impacto medioambiental dictaminará que la afección paisajística es elevada”. Y dejó claras las consecuencias que eso tiene: “Si le das la herramienta legal para que lo pueda decir y parar el parque, la utilizará”.
Francisco Martín atribuye a esos obstáculos externos e internos el que los partidos políticos pierdan la credibilidad del electorado. “Yo me comprometí a instalar 500 megavatios eólicos y, a pesar de que lo he intentado con todas mis fuerzas, no he puesto ninguno. ¿Puedo decir otra vez que voy a poner parques eólicos?”, se preguntó. Una pregunta retórica que ya llevaba implícita la respuesta.