3A Interiorismo: una apuesta por la funcionalidad y la estética
Ángela Acevedo, premio de Arquitectura e Interiorismo de Porcelanosa de 2016, crea su propio estudio
El interiorismo está a medio camino entre la arquitectura y la decoración. La distribución de los espacios, las instalaciones y los materiales ofrecen infinitas combinaciones y consiguen ambientar una casa o un local a gusto y medida del usuario. Una profesión que permite crear y reinventarse en cada proyecto y de la que Ángela Acevedo lleva enamorada desde que tiene uso de razón. Ahora que la pandemia ha hecho crecer el interés por vivir en hogares más cómodos y agradables, ha decidido comenzar la andadura de su propio estudio: 3A Interiorismo.
Con tan solo 26 años Ángela Acevedo ha convertido su sueño en realidad, abrir su propio estudio de diseño de interiores. Había sido su meta desde que comenzó a estudiar el grado superior de Proyectos y Dirección de Obras de Decoración.
Su talento no pasó desapercibido ya de estudiante. La creatividad de Ángela destacó muy pronto, al proclamarse ganadora del Certamen nacional de Arquitectura e Interiorismo de Porcelanosa en el año 2016.
Ya entonces, Ángela decidió cómo se llamaría su futuro estudio (3A, por sus iniciales), registró su marca y compró el dominio de la que hoy es su página web.
Al terminar sus estudios, trabajó en varias empresas, en las que adquirió experiencia. A principios de 2021, en un momento en el que el interés de las personas por vivir en hogares cómodos y agradables había crecido desmesuradamente como consecuencia de los meses de confinamiento, decidió que era el momento perfecto para establecerse por su cuenta.
“Quería empezar mi propio proyecto cuanto antes, para poder ir haciéndome un nombre en el sector”, confiesa.
Un buen comienzo
El primer paso fue decorar su propio estudio, su carta de presentación para quien la visita. Después, creó otras dos herramientas que considera imprescindibles para mostrar su actividad, su página web y su perfil de Instagram. Son los lugares a los que acuden sus potenciales clientes para ver el tipo de trabajos que realiza. Además del boca a boca, estos dos canales le han proporcionado gran parte de sus clientes.
3A Interiorismo ofrece proyectos completos de reforma y decoración –algunos con fachada y jardín incluidos–, en los que cambian totalmente los espacios, pero no rechaza encargos más pequeños, destinados a modificar alguna estancia. Los clientes pueden elegir contratar solo el proyecto o que el estudio se encargue también de llevar a cabo la reforma.
“He empezado en un buen momento para el sector y el balance de estos primeros meses es muy bueno”, asegura la joven santanderina. Ya ha tenido oportunidad de decorar viviendas, varios negocios –entre los que destacan unas clínicas, una cafetería y una zapatería– y algunas estancias concretas.
“Cada proyecto tiene su encanto, desde el piso de 50 m2 a la casa de dos plantas”, dice, aunque reconoce que cuanto más pequeños son los espacios, más tiempo requiere buscar las soluciones.
Si bien la mayor parte de sus trabajos han sido en viviendas, confiesa el atractivo que tienen los locales comerciales para un profesional como ella, ya que “deben llamar la atención y eso suele traducirse en más margen para innovar”.
No obstante, la actividad nunca es rutinaria. “Algo que me encanta de mi profesión es que es muy dinámica y cada día el trabajo es distinto. Además, me permite compaginar el trabajo de estudio propiamente dicho, en el que me dedico a diseñar, con el trato con personas, ya sean clientes o proveedores, que me encanta”, explica Ángela con una efusividad contagiosa.
Asesoramiento
Aunque confiesa que cada interiorista tiene su impronta personal y su gusto suele quedar reflejado en todos sus trabajos, puntualiza que ella se considera “muy versátil”. Siempre escucha a sus clientes e intenta hacer sus deseos realidad, aunque aportando ideas que cree que pueden encajar. “Nunca rechazaría un trabajo porque alguien quiera algo distinto a lo que yo haría”, asegura.
Ángela considera que los clientes cántabros son bastante clásicos y arriesgan poco en decoración, algo que, a su juicio, no ocurre con los vecinos del País Vasco, mucho más innovadores. Sin embargo, también revela que la mayoría confían en su criterio y acaban arriesgando más de lo que ellos mismos pensaban.
La joven emprendedora no se ha marcado fechas para sus objetivos pero los tiene muy claros: su intención es llegar a proyectar hoteles o grandes negocios, y crecer, tanto en proyectos, como en equipo, “ya que van de la mano”.
María Quintana