Banbú: cosmética natural, vegana y ecológica
Verónica Diez y Rodrigo Folgueira son los fundadores de esta marca que ya emplea a otras diez personas en Torrelavega
El sector de la cosmética es uno de los principales responsables de los residuos plásticos que acaban en los océanos. Verónica Diez y Rodrigo Folgueira son los creadores de la marca Banbú (con n), la empresa que quiere empujar el cambio que la industria cosmética necesita. Sus productos de belleza son 100% naturales, veganos, y con envases sencillos, hechos por supuesto, con materiales reciclados.
Hace varios años que la pareja formada por Verónica Diez y Rodrigo Folgueira decidió cambiar su manera de vivir: empezaron a consumir de manera consciente y responsable, tratando de no generar apenas residuos (especialmente plásticos) y se convirtieron en veganos.
Al comprobar las escasas alternativas que ofrece el mercado para vivir sin plásticos y sin generar residuos, en 2019 Verónica (titulada en Derecho) abandonó las oposiciones que llevaba un año preparando y decidió crear su propia marca de cosmética, Banbú.
El objetivo era “llevar un estilo de vida zero waste (residuo cero), más sostenible y saludable tanto para el planeta como para las personas, cambiando determinados productos de uso diario”, explica la emprendedora. Por ello, la mayoría de los productos de su marca son cosméticos sólidos fabricados a mano con componentes naturales, veganos y respetuosos con el medio ambiente.
Aunque originariamente la empresa nació en Mondragón, ya que ambos son vascos, hace casi dos años que se establecieron en Torrelavega, donde fabrican y gestionan la distribución de sus productos. “Nos hemos sentido muy acogidos aquí en Cantabria, tanto por la gente como por las instituciones –como Sodercan o ICEX, que les han concedido ayudas–”, aseguran.
Rápido crecimiento
A pesar de surgir poco antes de que comenzara la pandemia, y tener que enfrentarse a ese tiempo convulso, Banbú encontró su sitio en el mercado rápidamente, lo que no solo le permitió resistir sino también crecer.
La gama inicial de productos estaba compuesta únicamente por dos champús, dos jabones y un desodorante –todos en formato sólido–. A medida que constataban las demandas del mercado, fueron reajustando esas formulaciones y ampliando su catálogo. “Empezamos con una línea un poco más minimalista, pero nos dimos cuenta de que la gente quiere cosas más específicas, y hemos ido atendiendo esas demandas”, explica Verónica.
Actualmente, cuentan con unas 80 referencias, que van desde champús, acondicionadores o desodorantes hasta limpiadores faciales, sérums, cremas hidratantes o bálsamos de labios. Incluso han elaborado su propio champú sólido para perros, el primero 100% ecológico para mascotas fabricado en España.
También venden una serie de accesorios que se adecúan a su filosofía, como cepillos de pelo y de dientes fabricados con bambú o madera o esponjas naturales, entre otros.
A medida que la facturación crecía, al equipo inicial, formado por Verónica (responsable de márketing), Rodrigo (responsable comercial) y una técnica en biología experta en desarrollo de cosmética natural, se fueron incorporando nuevos perfiles hasta llegar a los doce de la actual plantilla.
Fieles a su filosofía
Los emprendedores están convencidos de que cada vez son más las personas que se interesan por los productos alternativos aunque la mayoría de las marcas tradicionales siguen usando tintes u olores sintéticos para sus productos. “En Banbú formulamos y fabricamos cosmética natural 100%: todos nuestros productos son derivados de plantas y de minerales, lo que también hace que sean menos estables químicamente”, explica Verónica. Por ese motivo, deben ir envasados. Eso sí, sus envases se hacen a partir de material reciclado y son compostables.
Los emprendedores también destacan que su proceso de fabricación en sólido evita hasta un 90% de consumo de agua.
Sus ventas se han sustentado de una red de establecimientos multimarca, tanto en España como en otros países de la Unión Europea, que están apostando por este tipo de productos. También venden a través de su web y hace poco más de un año que abrieron su propia tienda en la Gran Vía de Bilbao.
Esta apertura, que puede parecer contraria a la tendencia a la venta online, también va en línea con sus valores. Alegan que comprar online tiene un alto impacto ambiental, y disponer de un punto de venta físico les permite estar cerca de la gente. En ese contacto directo, los clientes puedan ver y oler sus productos.
Esta aportación para que el comercio local no desaparezca también les sirve para hacer marca, ya que las pequeñas empresas no pueden competir en publicidad con las grandes compañías convencionales de la cosmética. De hecho, consideran que Banbú va conociéndose gracias a su posicionamiento en puntos de venta, a su participación en ferias y a su presencia en redes sociales. Pero destacan, sobre todo, el boca a boca
Un buen futuro
El primer año, Banbú facturó apenas 100.000 euros, que se incrementaron a 500.000 en 2021. Este año, calculan que cerrarán con unos 750.000 euros y su perspectiva es continuar creciendo.
Para ello, su catálogo seguirá ampliándose. Adelantan que de cara a Navidad estrenarán dos nuevas gamas: una de productos reconstituidos –la presentación es en polvo y hay que mezclarlos con agua–, con los que “se reduce el embalaje y el CO2 que genera su transporte”, y otra de perfumería. Todos ellos desarrollados bajo la filosofía respetuosa del planeta que tiene la empresa como bandera.
María Quintana