Distrito zero: El paraíso de los amantes de los juegos de mesa y de rol

El negocio de Jorge Rubalcaba ofrece juegos de mesa, cómics y un lugar donde jugar de forma gratuita

Los juegos se han reinventado y la variedad que han alcanzado es enorme: cooperativos, estratégicos, de cartas, de habilidad, infantiles… En esta lista interminable se incluyen los juegos de rol, que eliminan el apellido ‘de mesa’, al prescindir del tablero. Solo se necesita un libro, papel, bolígrafo, dados y un narrador (el llamado máster) que guía el destino de los jugadores a lo largo de la partida. La tienda Distrito Zero apuesta por este modelo de ocio.


En Magic, el jugador interpreta el papel de un mago que utiliza la fuerza del maná para invocar hechizos que le hacen más fuerte o destruyen a sus oponentes. Un juego de cartas coleccionables que seduce a millones de personas de todo el mundo, en el que las cartas son valoradas por su escasez, su antigüedad, por considerarse de “culto” y por el valor estético de las ilustraciones. Magic es también el juego favorito de Jorge Rubalcaba desde que lo conoció hace más de dos décadas, cuando aún estudiaba en el instituto.

Aunque estudió Magisterio, Jorge ha trabajado durante muchos años en una librería, hasta que en 2018 se planteó abrir una tienda de juegos. Así nació Distrito Zero, situada en la calle Jiménez Díaz, de Santander.

La planta superior del local está destinada a una sala de juegos, donde los usuarios pueden llevarse los suyos propios y utilizarla de forma gratuita.

Cuando valoró abrir su tienda, pensó que aunque su modelo de negocio no era nuevo, podía aportar algo que necesitaba Santander y que existe en otras ciudades: una zona de juego. Como jugador y amigo de jugadores, vio la necesidad de contar con un espacio de este tipo dentro de la tienda, para que los clientes tuvieran un lugar donde practicar su afición, además de realizar sus compras.

Algo más que una tienda

Distrito Zero está dividido en dos locales contiguos pero independientes. La planta baja es la tienda en sí. En sus estanterías se pueden encontrar más de cien juegos de mesa para todos los gustos y todas las edades; cómics (europeos, americanos y japoneses); las figuras de moda Funko; y merchandising de personajes tan famosos como Harry Potter o los superhéroes de Marvel. Además, cuenta con mucho material de Warhammer, tanto figuras como pinceles o pinturas, ya que, según Jorge, “desde que cerró Hobby Models, el modelismo en Santander murió”.

La sala de juegos, en la parte superior, es totalmente gratuita, algo que suele sorprender a la clientela. Distrito Zero cede el espacio para que los usuarios se lleven sus propios juegos de mesa y pasen el rato divirtiéndose. Además, se organizan torneos, casi siempre oficiales, que suelen ser eliminatorios locales o regionales. Los precios de inscripción varían dependiendo el tipo de competición y los premios suelen ser materiales de ese juego o vales para gastar en la tienda.

El espacio también cuenta con una ludoteca, con más de treinta juegos de mesa diferentes, puestos a disposición de los usuarios. Jorge había previsto cobrar una cuota por este servicio, ya que los juegos los compra el propio negocio y, a medida que se utilizan, se van deteriorando, pero fue dejando pasar el tiempo y, por ahora, es totalmente gratuito. “La ludoteca también es una forma de que la gente conozca ciertos juegos y eso fomenta su venta”, explica el santanderino.

El único ingreso que genera esta parte del negocio proviene de un pequeño servicio de venta de comida y bebida que gestiona el único empleado del negocio.

La sala de juego comparte sus instalaciones con otra empresa con la que Distrito Zero colabora muy a menudo, Ludurium. Este aliado dispone de un buen número de ordenadores y videoconsolas para que los clientes puedan disfrutar, previo pago, de juegos audiovisuales en unas cómodas sillas de gamer. Juntos han desarrollado eventos de juego virtual y presencial para La Noche es Joven, Imavega o Smart Weekend.

Gran acogida del público

El perfil de los clientes de Distrito Zero es muy variado, ya que tienen una gran oferta para todas las edades.

Aunque su negocio lleva poco tiempo abierto, Rubalcaba se muestra muy satisfecho del funcionamiento de Distrito Zero, a lo que ha ayudado su presencia en redes sociales y el boca a boca. Él era reticente a utilizar internet pero se confiesa encantado, especialmente con su perfil en Facebook, ya que cada vez que publica un evento o una foto de un juego nuevo recibido en la tienda recibe un gran número de respuestas.

Su clientela es muy variada. “A pesar de que se puede pensar que los consumidores de estos productos son solo adolescentes, no es así”, afirma Jorge. También hay clientes más mayores, que se aficionaron en su juventud a estos juegos. En muchas ocasiones, van teniendo hijos y quieren iniciarles con juegos infantiles, por lo que la tienda dispone de un espacio dedicado a las edades más tempranas que ha crecido en muy poco tiempo. “Hay juegos de estrategia, de habilidad a incluso algunos que sirven para estimular las capacidades motrices o lingüísticas”, detalla.

Lo que más le satisface de su negocio es la calidad humana de su clientela y “ver cómo, a través del juego, se crean nuevas amistades”.

A él le gustaría realizar alguna actividad benéfica más, tras el éxito de la que organizó a finales de año en favor del Banco de Alimentos. Tuvo tan buena acogida que en lugar de ser un torneo, acabaron siendo tres.

También quiere acercar a más jóvenes a este mundillo, por lo que muchos fines de semana realiza jornadas gratuitas de juegos infantiles y juveniles junto con la Asociación Cultural Minas Tirith. “La verdad es que son todo un éxito”, afirma Jorge sin reprimir su sonrisa.

María Quintana

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