El poder terapéutico del cordón umbilical
La firma cántabra StemVital procesa las células madre para su conservación
Una empresa cántabra de biotecnología, StemVital, se ha sumado al reducido número de firmas que ofrecen en España la posibilidad de obtener células madre del cordón umbilical y almacenarlas en un biobanco privado. Las células madre están en la base de uno de los más prometedores campos de investigación de la medicina, la regenerativa. Con la creación de este laboratorio, se acercan a la zona Norte de España servicios que hasta ahora solo se ofertaban desde Madrid o Barcelona.
En 2006, los entonces Príncipes de Asturias decidieron congelar células madre de su primogénita, la Infanta Leonor, procedentes de su cordón umbilical, pero para su almacenamiento tuvieron que recurrir a un banco privado situado en Estados Unidos. Aquella decisión despertó en España el interés por una técnica todavía no muy difundida y puso de manifiesto la existencia de un vacío en la legislación española sobre la custodia de forma privada de las células madre obtenidas en el momento del parto.
Hoy, el conocimiento de las propiedades terapéuticas que encierran esas células y su potencial regenerativo, se amplía constantemente. Ya son más de cien las patologías de origen hematológico a cuya curación pueden contribuir las células madre (linfomas, leucemias, anemias…), pero continúa sin ser posible conservarlas en España para un uso exclusivamente privado.
El creciente del interés por preservar las células madre obtenidas del cordón umbilical para uso propio ha impulsado la aparición de empresas que ofrecen su procesamiento y custodia en bancos privados de otros países. A esas empresas ha venido a sumarse la firma cántabra StemVital, una iniciativa de cuatro investigadoras de la Universidad de Cantabria –Andrea Quintanilla, Rosa Blanco, María Cortiguera y Marisa Junco– con amplia experiencia en el campo de las células madre.
Un kit para el momento del parto
Para obtener las células del cordón, StemVital proporciona a los padres un kit que contiene los elementos necesarios para realizar la extracción de sangre del cordón umbilical en el momento del parto. Esta muestra se envía con la mayor celeridad posible al laboratorio de la empresa, situado en las instalaciones del IBBTEC (Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria), para su procesamiento y la obtención de las células madre. “Un factor crítico –explica Marisa Junco– es el tiempo transcurrido desde que se extraen las células hasta que nos llegan a nosotros y las empezamos a procesar, y esa es una ventaja para las empresas que estamos en España”. Como norma, no pueden haber transcurrido más de 24 horas, pero cuanto antes llegue la sangre recogida mayor porcentaje de células madre será posible obtener y congelar.
Una vez aisladas del resto de los componentes sanguíneos (glóbulos rojos, plasma, etc.) las células madre se congelan de una forma progresiva, para que no se dañen, antes de ser depositadas en un tanque de nitrógeno líquido, a una temperatura de unos 200 grados bajo cero, donde quedan almacenadas. No existe aún un cálculo realista de cuanto tiempo pueden permanecer congeladas sin perder su funcionalidad, pero los análisis efectuados con las primeras muestras –que se empezaron a conservar hace casi un cuarto de siglo– garantizan al menos este plazo.
Un banco privado
Una vez hecha la extracción de las células madre en las instalaciones de StemVital, se enviarán para su almacenamiento a un banco privado situado en Oporto.
El coste del servicio, que incluye el kit, la recogida de la muestra, el procesamiento y su almacenamiento final, se sitúa entre los 1.500 y los 2.000 euros, que es el precio de mercado en el que se mueven la decena de empresas que ofrecen este servicio en España, aunque solo cinco de ellas procesan las células madre, un factor de proximidad que mejora la eficacia en la preservación de las células.
Al contrario que en otros países, en los que se permite la existencia de biobancos privados, en España solo es posible conservar las células madre cuando se ponen a disposición de otras personas. Nuestro país, que cuenta con uno de los mejores sistemas de transplantes del mundo, apuesta por donaciones solidarias y gratuitas, quizá porque la eficacia de la Organización Nacional de Transplantes depende de las donaciones altruistas de órganos. Por esta razón, no se ha legislado para permitir la conservación privada de células madre y se ha optado por fomentar la donación anónima del cordón umbilical. De esta manera se multiplica la posibilidad de encontrar el donante adecuado cuando cualquier enfermo lo necesite.
Medicina regenerativa
Las células madre se utilizan en trasplantes a pacientes con enfermedades congénitas o adquiridas de la médula ósea (leucemias y otras enfermedades oncológicas de la sangre). También se usan para el tratamiento de enfermedades inmunológicas (como la de los llamados ‘niños burbuja’), que son las patologías en las que están demostrando mayor eficacia.
El tejido del cordón umbilical también es fuente de otro tipo de células, las mesenquimales, con un gran potencial en la medicina regenerativa. Hay muchos estudios clínicos en marcha para la aplicación de estas células, de una gran plasticidad, en terapias de regeneración de tejidos dañados.
Las células mesenquimales también se pueden procesar y congelar para su uso futuro y, de hecho, StemVital ya lo está haciendo. Su aplicación abre posibilidades insospechadas en el tratamiento de enfermedades como diabetes, parkinson, alzheimer o en la regeneración de tejidos: “La medicina regenerativa es el futuro, ya que permite terapias personalizadas; por ejemplo, los grandes quemados podrían regenerar su piel con sus propias células evitando el riesgo de rechazo”, subraya otra de las creadoras de StemVital, Rosa Blanco.
Mientras ese futuro llega, el interés por la preservación de células madre no deja de crecer. En el mundo ya se han practicado 80.000 trasplantes de médula ósea con células del cordón umbilical y son más de 300.000 las unidades almacenadas en los bancos abiertos en muchos países. StemVital pretende aproximar a los habitantes de la zona Norte de España la posibilidad de emplear esta estrategia de salud preventiva con células propias.
Jesús Polvorinos