La cántabra Trowelapp pretende digitalizar el sector de la construcción

La mayoría de empresas está en pleno proceso de digitalización, pero algunos sectores, como el de la construcción, viven una realidad paralela en la que no es tan fácil realizar esos cambios. El ingeniero de Caminos Javier García identificó todas las necesidades y carencias que detectó a lo largo de una década de trabajo y, junto a su hermano Borja y su socio Abel García, han creado Trowelapp, una aplicación que permite racionalizar esa actividad y conseguir que haya un antes y un después.

El santanderino Javier García, ingeniero de Caminos, decidió enfocar su carrera profesional al sector de la construcción. Durante casi una década al frente de diversas obras, constató hasta qué punto era necesaria una solución informática que respondiese a todas las necesidades que surgen en el día a día del sector (elaboración de presupuestos, planificación, control de calidad, partes de trabajo…). Esa experiencia fue el germen de lo que hoy es TrowelApp.

En 2019, aún residiendo y trabajando en Barcelona, Javier planteó esta idea a su hermano Borja y a su socio, Abel García, que también residían en la ciudad condal. Ambos son físicos de carrera pero se dedican a la programación. Su empresa, Pindia Software, está especializada en el sector industrial y automoción y vieron que la idea de Javier podía funcionar.

El trío santanderino empezó a trabajar sin descanso en el desarrollo de esta nueva plataforma, sin más ayuda o financiación que los ingresos que le aportaba su otro producto estrella. Al estallar la pandemia, decidieron volver a la tierra de origen, para seguir desarrollando su idea cerca de sus familias y en unas instalaciones más asequibles que las de Barcelona, concretamente en el CDTUC (Centro de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Cantabria), un espacio situado en la Facultad de Caminos que resulta especialmente propicio para trabajar en una aplicación destinada al sector de la construcción, al facilitar el contacto con profesores, alumnos y exalumnos, y con otros profesionales que pasan por la Escuela.

Modernización del sector

A finales de 2020 ya tenían el software desarrollado, con tres funcionalidades principales: gestión económica, gestión de personal y gestión técnica.

“Las empresas españolas de construcción pierden muchas horas en presupuestar. Por ello, hemos dedicado muchos esfuerzos a esa parte de la herramienta. Ya les permite ahorrar tiempo y, en el futuro, gracias a procesos de machine learning e inteligencia artificial, los presupuestos se calcularán aún más rápido”, explican los autores.

En la gestión de personal, no solo se puede utilizar para que los trabajadores puedan fichar y realizar los partes de trabajo diarios allí donde estén (otro ahorro de tiempo para los administrativos de las empresas), sino que también ayuda a ordenar mejor las tareas e ir actualizando los avances, lo que permite a la empresa conocer en tiempo real el estado de cada obra y emitir las certificaciones o facturas que correspondan.

Por último, la parte de gestión técnica facilita controlar las inspecciones y las incidencias de una forma muy sencilla. Basta realizar una foto desde la app de una deficiencia en un tabique, una instalación eléctrica o un rodapié para que la información le llegue al encargado de solventar esa deficiencia concreta en mucho menos tiempo.

“Hasta ahora, las empresas de construcción han ido buscando soluciones digitales para cada necesidad. Son herramientas inconexas que ellas mismas conectan a base de muchas horas y de su experiencia de usuario, y que nosotros hemos unificado en una sola”, explican los emprendedores, apostillando orgullosos que “no hay otra herramienta igual”.

Destacan, además, que Trowel se adapta a cada empresa, al ofrecer cuatro perfiles en los que se encajan los distintos profesionales de una constructora: Premium, Plus, Basic y Free, a precios muy asequibles. El perfil más completo cuesta 35 euros al mes y el más básico es gratuito, a los que hay que añadir 25 euros mensuales de hosting. De esta forma, una empresa puede disponer de los servicios de TrowelApp por un mínimo de 60 euros al mes, según su tamaño y los empleados que tenga.

“Actualmente, los jóvenes no se sienten atraídos por el sector de la construcción. No hay más que ver la Escuela. Cuando yo estudiaba éramos 200 alumnos por curso y ahora hay alrededor de 30”, se lamenta el ingeniero de Caminos, que está convencido de que herramientas como la suya pueden suponer una revolución “que atraiga a las nuevas generaciones”.

Ronda de financiación

En la corta vida de la aplicación de la paleta (que es lo que significa trowel), ya cuenta con unas 60 empresas usuarias –la mitad, de pago y el resto, en periodo de prueba–, lo que representa unos 200 usuarios. Los emprendedores admiten que los comentarios y sugerencias que reciben les están sirviendo para perfeccionar su herramienta.

El equipo de Trowel está formado por seis empleados y una colaboradora. Todos tienen un perfil técnico, a excepción del comercial. Entre sus objetivos más inmediatos está la idea de poder ampliar su red, así como crear un departamento de Marketing Digital, acciones que les permitirán expandirse a nivel nacional e internacional, ya que el software está desarrollado en varios idiomas y con capacidad para adaptarse a las particularidades de cada país (tipos de empresa, impuestos, moneda…).

Para conseguir este crecimiento necesitan más financiación, por lo que tienen una doble vertiente abierta: forman parte de una aceleradora de la Ceoe-Cepyme y, por otro lado, se están preparando para hacer una ronda de financiación  que les permita conseguir más músculo financiero.

María Quintana