Las Hermanísimas: cómo convertir Cantabria en un set de rodaje

Las cántabras Meri Ingelmo, Ana Ingelmo, Beatriz Sainz y el donostiarra Txirri Suárez han dedicado toda su vida laboral al rodaje de anuncios en Madrid y Barcelona. Allí consiguieron hacerse un hueco en el sector audiovisual, pero el año pasado decidieron trabajar desde Cantabria y crearon Las Hermanísimas, una compañía con la que pretenden convertir la región en un punto de referencia en el mundo del rodaje. Aseguran que producir en Cantabria es un 20% más barato que hacerlo en las grandes ciudades.


Las productoras audiovisuales nacionales e internacionales saben que Cantabria es un lugar con mucho encanto para rodar pero también son conscientes de que cada desplazamiento a la región implica movilizar muchos recursos humanos, técnicos, camiones, material fotográfico y de filmación.

A lo largo de su trayectoria profesional en el mundo de la publicidad, Meri Ingelmo, Ana Ingelmo, Beatriz Sainz y Txirri Suárez han vivido esta realidad en sus propias carnes en cada visita a la comunidad y decidieron ponerle remedio con su propia empresa, Las Hermanísimas. Las cántabras pusieron rumbo a su tierra natal y fundaron la compañía junto al donostiarra a mediados del año pasado para ofrecer a las productoras de todos los medios necesarios para desarrollar su trabajo en Cantabria sin necesidad de traer consigo todos sus equipos y técnicos. Un ahorro muy considerable, si se tiene en cuenta que, como explica Meri Ingelmo, “cada vez que llegábamos aquí nos dábamos cuenta de que no había la nada y había que traerlo todo desde Madrid o Barcelona. Producir era muy complejo”.

Conseguir los primeros clientes no fue demasiado difícil para Las Hermanísimas, cuyos socios cuentan con una lista de contactos tan extensa que en ocasiones reciben varios pedidos a la vez y tienen dificultades para establecer la prioridad.

A pesar de su corta vida, la empresa ya ha realizado trabajos audiovisuales para la marca de relojes Omega, unos regatistas que compitieron en los Juegos Olímpicos de Tokio, la cervecera Mahou y la Semana Internacional del Cine de Santander, entre otros.

Ahora, tienen entre manos un proyecto para Zara Kids y todos ellos compatibilizan su trabajo en la empresa con otras colaboraciones. En estos momentos, Txirri Suárez se encuentra en el sur del país como parte del equipo de escenografía de la célebre serie ’The Crown’, producida por Netflix.

Arriba, las responsables de la compañía en la oficina. Abajo, Meri Ingelmo elige una prenda del vestuario.

Las impulsoras de esta iniciativa reconocen que la pandemia del coronavirus ha sido uno de los motivos del regreso a su región de origen, una decisión que les ha obligado a trabajar como nunca para establecer la imagen de la compañía y adecuar la nave de San Román de la Llanilla donde trabajan. “Nosotras vivíamos juntas en Barcelona y Bea en Madrid. Queríamos volver a casa sin dejar de rodar profesionalmente”, explica. “Crear el todo de la nada es muy excitante, pero también muy duro”.

Su nuevo centro de trabajo dispone de plató, área de vestuario y maquillaje, una sala de descanso, una zona de trabajo y otra habilitada para la descarga de materiales, pero la joya de la corona es el ciclorama de esquina para foto y vídeo de 20 metros cuadrados. “No hay nadie en Cantabria que lo tenga”, asegura Ingelmo.

Un motor para la economía

Las Hermanísimas ofrece servicios de búsqueda de localizaciones para grabar, gestión de permisos, técnicos especializados, casting de actores, fitting –pruebas de estilismo previas a un desfile de moda–, sesiones de fotos, rodajes, producciones, eventos e incluso alquilan equipos de filmación y parte de sus instalaciones para grabar.

Las fundadoras de la compañía insisten en que su proyecto empresarial supone un motor para la economía, porque los proveedores locales empiezan a trabajar con un tipo de cliente que jamás hubieran imaginado antes y la variedad de lo que demandan es sorprendente. “En nuestros rodajes hemos llegado a necesitar un proveedor de bichos palo”, apunta Ana Ingelmo.

“La publicidad y el cine traen mucho dinero”, ratifica Meri Ingelmo. Un dinero que  irá también a los técnicos que subcontratan como operadores de cámara o sonidistas, a figurantes, hoteles, caterings, empresas de alquiler de vehículos y ayuntamientos. “Generamos riqueza. Hay cosas que solo pasan si se hace un rodaje”, sentencia.

Los beneficios de rodar en Cantabria

Rodar en Madrid y Barcelona ha sido lo habitual entre las productoras audiovisuales y si visitaban regiones como Cantabria únicamente era para filmar entornos naturales muy determinados, como playas, montañas o prados.

Sin embargo, el auge de las plataformas audiovisuales a la carta, como Netflix, HBO y Amazon, ha llevado a deslocalizar los rodajes con producciones realizadas en Canarias, Galicia e incluso Teruel. Desde Las Hermanísimas, defienden que Cantabria también es un lugar propicio para grabar en interiores. “Rodar en Cantabria es un 20% más barato porque los técnicos y proveedores de aquí son menos costosos. La economía de la región es distinta”, sostiene Ingelmo.

Además del ahorro económico, traer proyectos audiovisuales a Cantabria permite emplear menos tiempo en los rodajes. En Madrid es complicado filmar en más de tres localizaciones en un día, puesto que en cada desplazamiento se emplea entre una hora y media y tres horas. “Si te desplazas por Cantabria, en media hora puedes estar donde quieras y tener paisajes muy distintos. Las horas de rodaje se acortan”.

La empresa pretende situar a Cantabria en el mapa audiovisual del país. De hecho, no descarta llegar a ser la promotora de un clúster sectorial algún día. “Es una de nuestras grandes ideas de futuro”, desvela Meri.   

David Pérez

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