LMS: Tecnología láser para alargar la vida de los generadores eléctricos

Isabel Muñoz quiere mejorar el mantenimiento de aerogeneradores y centrales eléctricas

La campurriana Isabel Muñoz ha fundado la empresa LMS (Laser Maintenance Solutions) para el montaje, mantenimiento y reparación de grandes generadores eléctricos. Quiere aprovechar su bagaje en el mantenimiento de estos equipos críticos y una tecnología láser que permite alargar su vida útil para atender las nuevas instalaciones energéticas previstas en la región.


Isabel Muñoz es técnico superior en Salud Ambiental y la mayor parte de su vida profesional la ha dedicado al control de calidad y medio ambiente en varias industrias. Los últimos cinco años, en una que está especializada en generadores eólicos e hidroeléctricos.

Esta experiencia le ha permitido conocer de primera mano las necesidades del sector, entre las que destaca un mantenimiento constante y la periódica sustitución de piezas, con el gasto que conlleva su reemplazo y la parada de la máquina. 

Con este bagaje y aprovechando que en su zona se encuentra la central reversible de Aguayo y hay licencias para la construcción de varios parques eólicos, Isabel decidió crear una empresa capaz de prestar los servicios de mantenimiento que requieren estos costosos generadores y motores eléctricos. 

Así surgió el germen de LMS (Laser Maintenance Solutions), una empresa en la que ofrece su expertise y el uso de una tecnología láser para estos trabajos. Un tratamiento que además de ser eficiente es respetuoso con el medio ambiente, al reducir la utilización de productos contaminantes y favorecer la reutilización de materiales.

Un láser polivalente

Para la recuperación de las piezas mecanizadas que se degradan, explica Isabel, “se usan tratamientos muy agresivos, como la granalla, los decapantes y otros productos químicos similares, que además de ser muy contaminantes a veces no dejan las piezas con una calidad idónea para ser reutilizadas”. 

Su empresa propone recuperarlas utilizando tecnología láser, un tratamiento que, según expone, no es agresivo con el material: “El haz de luz impacta contra la superficie y disgrega lo que se quiere eliminar (óxido, suciedad, pintura…) en partículas muy finas, de tal modo que no hay necesidad de utilizar un decapante o una granalla y, además, deja intacta la pieza, lo que alarga su vida útil”.

A la izquierda, el haz de luz del láser que emplea LMS mientras limpia la corrosión de una pieza mecanizada. En la imagen de la derecha se puede apreciar el resultado en la parte inferior de la pieza.

LMS cuenta con en sus instalaciones con una máquina láser y acaba de adquirir otra que puede transportarse. Eso le va a facilitar realizar trabajos in situ, una ventaja para los futuros clientes: “Permite limpiar objetos que no pueden desmontarse o trasladarse y no hacen falta grúas ni parar las máquinas, lo que supone un ahorro de costes para las empresas”, subraya.

Aunque su objetivo es que los principales clientes de LMS sean los parques eólicos, a los que aportarán su conocimiento para realizar el mantenimiento, montaje y reparación de sus máquinas rotativas eléctricas, la versatilidad del láser le permite abrirse a empresas de todo tipo. 

“Además de utilizarlo para piezas mecanizadas –susceptibles de oxidación– de cualquier industria, podemos limpiar culatas y bajos de coches, algo muy útil en una zona de nieve como Campoo, verjas e incluso graffitis en diferentes superficies, incluidos los monumentos y otras piezas delicadas”, enumera. “Solo hay que ajustar las lentes y la máquina al sustrato a tratar”, añade.

Apuesta por una idea

La emprendedora llegó al proyecto Laboratorio Fémina de Sodercan con la idea de cómo podía ser el negocio y en poco más de un año esa idea se ha materializado en una empresa. 

Tras obtener el segundo premio, los 12.000 euros recibidos le han permitido, entre otras cosas, comprar la máquina portátil, pero destaca aún más la ayuda que ha recibido de la empresa pública para desarrollar el plan de negocio y para adquirir la confianza necesaria en sí misma y en su proyecto: “Ha sido tremendo ver cómo todo el mundo cree en ti, en el proyecto y eso te empuja a convertirlo en realidad”, revela feliz.

Isabel Muñoz recogiendo el segundo premio del Laboratorio Fémina de Sodercan.

Isabel acaba de instalar su sede en una nave en Campoo, un lugar estratégico para LMS, ya que está cerca de la central de Aguayo, en la que Repsol va a acometer una gran inversión para repotenciarla, y de los futuros parques eólicos. 

Su iniciativa también va a ser importante sobre la economía de la zona: “No solo somos una empresa respetuosa con el medio ambiente y que apuesta por la economía circular –reacondicionando piezas para evitar sustituirlas por otras nuevas–, sino que además estamos creando empleo en una zona rural”, manifiesta ilusionada.

A medida que la empresa vaya consiguiendo clientes, necesitará incorporar más expertos en mecánica, eléctrica y mantenimiento industrial, algo que resulta de especial interés en una zona especialmente necesitada de nuevas actividades que sustituyan la progresiva pérdida de la economía tradicional que están sufriendo.

María Quintana

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