Un spa en un contenedor

Redpiscinas ha desarrollado una línea de instalaciones acuáticas utilizando contenedores industriales

Redpiscinas, una empresa de Los Corrales de Buelna, ha ideado un sistema de construcción modular que convierte contenedores marítimos en instalaciones técnicas para piscinas o parques acuáticos (salas de depuración, vestuarios, aseos…). La nueva empresa, creada por Pools CW y el ingeniero Eduardo Fernández, trabaja actualmente en un prototipo de spa portátil formado por tres contenedores, dirigido al mercado de los campings, y no descarta tener un amplio catálogo de prefabricados, desde el contenedor-potabilizadora al contenedor-piscina, porque la versatilidad de estos cajones metálicos es infinita.


Los contenedores que se emplean en el transporte marítimo ya han demostrado que pueden servir para algo más que para usos logísticos. Son varias las iniciativas que han transformado esos espacios en una vivienda modular. Lo que hasta ahora nadie había hecho es convertirlos en la sala de máquinas de una piscina, donde albergar los sistemas de depuración, las bombas, los vestuarios o los aseos. Tampoco nadie había probado a transformarlos en un confortable spa.

Estos imaginativos prefabricados buscan evitar la incomodidad y el tiempo que comporta el hacer obras (se instalan prácticamente en el día) y ha surgido de la experiencia de una empresa tan ligada al ámbito de las infraestructuras acuáticas como Pools Consulting & Water, la firma creada en Los Corrales de Buelna por Jesús Guitián y Jaime Martínez, tras la venta de Talleres del Agua a la multinacional Fluidra. Su convencimiento de que los contenedores metálicos podían ser idóneos para instalaciones modulares prefabricadas les llevó a crear una nueva empresa, Redpiscinas.

Una figura clave en este nuevo enfoque es la del tercero de los socios, Eduardo Fernández, el ingeniero que ha desarrollado esta adaptación que hace que el resultado final en nada recuerde al cajón metálico del origen.

Una construcción modular

Redpiscinas está desarrollando un prototipo de ‘spa’ a partir de la transformación de contenedores marítimos.

La elección de un contenedor como punto de partida está motivada por su estructura sólida y estanca; abundan en el mercado de segunda mano; se instalan fácilmente; su transporte es muy sencillo porque están dimensionados para ser llevados en camiones; y permiten agruparlos, para crear espacios modulares tan amplios como se quiera.

Los contenedores que utiliza Redpiscinas son de ‘primer viaje’, en concreto, los que ha empleado hasta ahora han servido para transportar productos fabricados en China hasta el Ikea de Baracaldo. Una vez en el taller de Barros, se cortan, se mecanizan y se preparan para su nueva función. El tamaño de cada uno de estos habitáculos es de 12 metros de largo por 2,7 de ancho y otro tanto de alto, por lo que se puede entrar en ellos con toda comodidad.

En ese proceso de adaptación a los nuevos usos, el contenedor pierde su primitiva imagen industrial. Para su recubrimiento exterior se emplea un sistema de fachada ventilada, con una amplia gama de materiales que va desde la madera sintética hasta las losetas de cerámica. También pueden revestirse de una cobertura vegetal que los mimetice con el entorno. Y, en el interior, la decoración puede ser tan sobria o lujosa como se desee, y así lo demuestran los bungalows que ha construido Pools con estos contenedores. Pero ese no es el nicho de mercado que aspira a ocupar la empresa cántabra, que está más vinculada con las infraestructuras acuáticas, donde pueden aprovechar su larga experiencia como constructores de piscinas.

Una de las claves de su propuesta es el carácter modular que ofrecen los contenedores. Los espacios pueden ser tan amplios como se necesite. Basta con unir varios que, una vez preparados en fábrica, se trasladan individualmente para su ensamblaje en el lugar de destino.

La facilidad de transporte es otra de las bazas, ya que al tratarse de un formato homologado puede utilizar un camión convencional y no precisa de un transporte especial. Tampoco requiere una cimentación para su instalación, le basta con la preparación de unos puntos de apoyo.

“Queremos fabricarlos en nuestra nave y que, cuando los lleves, sea como montar un mecano”, explica Jaime Martínez, director comercial de Pools.La instalación puede hacerse en dos días o tres. “Una vez que tengan los puntos de apoyo ya preparados, es llegar y posarlo con la grúa” resume. Porque los contenedores transformados, no son inmuebles, sino estructuras autoportantes que, una vez concluida su función (o terminado el contrato de renting o leasing, que son otras de las opciones que ofrece este fabricante) se pueden llevar a otro lugar. Una posibilidad muy atractiva porque convierte lo que antes eran instalaciones fijas en un bien mueble, fácil de trasladar y de financiar.

Un spa a partir de contenedores

Los primeros contenedores transformados de esta empresa cántabra se están empleado con éxito en instalaciones de ocio y de hostelería situadas en las Hoces del Duratón (Segovia), en la sierra de Guadarrama y en Soto de la Marina, en unos casos como sala técnica de piscinas y en otros como aseos y vestuarios.

Redpiscinas quiere aprovechar la versatilidad de los contenedores y proyecta hacer con ellos algo más complejo, la construcción de spas para campings y otros establecimientos turísticos que quieran añadir atractivo a sus instalaciones. De hecho, ya se han interesado por este nuevo producto algunos del sur de Francia.

En su taller de Barros,   Redpiscinas trabaja ahora en la fabricación de dos prototipos, con la ayuda de Sodercan. El primero dará lugar a una sala técnica más grande que las construidas hasta el momento, y el segundo, será un spa de 75 metros cuadrados (el espacio de tres contenedores) que contará también con un pequeño gimnasio y un jacuzzi.

Los tamaños, en cualquier caso, se pueden adaptar a las necesidades del cliente, y pueden oscilar entre los 30 y los 150 metros cuadrados. En cuanto a los precios, también varían en función de la complejidad de la instalación y de los acabados, y pueden ir desde los 1.500 euros por metro cuadrado hasta los 3.500.

La versatilidad de esos contenedores transformados es tanta que estudian, además, la posibilidad de convertirlos en una planta potabilizadora portátil, una necesidad acuciante en muchos países sudamericanos, empezando por Perú, donde Pools cuenta con una delegación.

Son algunas de las muchas ideas en las que trabaja esta empresa, convencida de que contenedor industrial puede ser la alternativa rápida y eficiente para hosteleros que no quieren interrumpir su actividad para ‘meterse en obras’, y que puede aportarle a Cantabria una nueva actividad industrial.

Jesús Polvorinos

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