Cantra resucita las marcas nacionales de cubertería y menaje
Ha abierto un gran centro logístico en Ramales para distribuir desde allí los productos Fagor
La empresa cántabra Cantra adquirió hace unos meses los derechos exclusivos para fabricar y distribuir productos de menaje marca Fagor a nivel mundial. Un hito que se añade a su cartera, que ya reunía otras marcas históricas en el campo del menaje de cocina, la cubertería o los pequeños electrodomésticos, como Magefesa –cuyas ollas de presión han sido tradicionalmente su producto estrella–, Dalia, Cruz de Malta, Meneses, Marmicoc o Fantucci. Cantra ha conseguido una nueva vida para todas ellas, casi siempre en el exterior y ahora acaba de abrir un nuevo centro logístico en Ramales de la Victoria, desde donde atenderá los mercados internacionales que le proporciona Fagor.
Cantra es una de las empresas cántabras más internacionalizadas y con mayor experiencia en la entrada y consolidación dentro de mercados de muy distinto tipo. Especializada en la comercialización de menaje de cocina, ha ido haciéndose con los derechos de muchas de las marcas históricas españolas y ha conseguido devolverles el brillo que tuvieron en el pasado, repartiéndolas por los cinco continentes.
Su fundador, Luis Felipe Viadero, ya fallecido, comercializó durante años los productos de las fábricas cántabras de Magefesa en Sudamérica y, a raíz de esa experiencia, nació Cantra en 1988 en Chile. No fue hasta 2013 cuando empezó a vender en su país de origen, a través de una filial, el Grupo Rohinter.
Cantra mantuvo viva la histórica marca Magefesa, a pesar de todos los problemas que padeció el grupo creado por otro cántabro, Víctor Picó. Y lo hizo, sobre todo, gracias a las ollas a presión, que durante mucho tiempo fueron su producto estrella. Pero la compañía ha ido acumulado un amplio catálogo de marcas adicionales, dentro y fuera de España, como Dalia, Cruz de Malta, Meneses, Marmicoc o Fantucci.
Esta progresiva incorporación de marcas y mercados le ha permitido tener una presencia decisiva en tres líneas de negocio: el pequeño electrodoméstico, el menaje de cocina en acero inoxidable y la cubertería. En algunos casos, además de las marcas también se ha hecho con las fábricas.
En este proceso, Cantra ha invertido más de 10 millones de euros en los últimos cuatro años y solo en nuestro país emplea a 125 personas.
Se trata de un camino inverso al de la generalidad de las empresas, que normalmente nacen y crecen en su territorio antes de iniciar la aventura internacional.
A estas alturas, el grupo empresarial cántabro cuenta con diez filiales en España y América (Chile, EE UU, o México, entre otras).
Su último hito ha sido la obtención de la licencia mundial para la producción y venta de productos de menaje Fagor, una adquisición estratégica con la que planea pasar de los 25,2 millones de euros que facturó el pasado año a los más de cien que prevé al cierre de su plan estratégico, dentro de cuatro años, gracias sobre todo al incremento de la exportación. Hay que tener en cuenta que Cantra se ha quedado con los modelos industriales y diseños de las ollas a presión Fagor.
Magefesa, Fagor, Vitrex, Dalia, Cruz de Malta, Meneses… La compañía cántabra se ha quedado con muchas de las grandes marcas y las reintroduce con éxito en los mercados internacionales
La posibilidad de producir y vender este menaje le permitirá acceder a mercados donde aún no está presente y reforzar su oferta en el campo de la hostelería, especialmente en las líneas de menaje fabricado en aluminio.
El crecimiento también se verá favorecido por las sinergias que el grupo cántabro conseguirá al trabajar con varias marcas, las alianzas que ha establecido en la producción y en la distribución y sus fábricas propias de menaje, que en algunos casos le permiten una integración vertical.
Nuevo centro logístico
Un indicio de las oportunidades que le ha abierto esta operación es el centro logístico que ha abierto este verano en el polígono industrial del Alto Asón, ubicado en Ramales de la Victoria.
Se trata de una localización estratégica para la exportación, a medio camino entre los puertos de Santander y Bilbao, bien comunicada por carretera y próximo a las plantas de producción que el grupo tiene en el País Vasco.
Quizá estuviese más justificado en Vizcaya, junto a las fábricas, pero el centro logístico se ha construido en Cantra por expreso deseo de los propietarios de Cantra, la familia cántabra Viadero San Román, y gracias a las facilidades propiciadas por el Ayuntamiento de Ramales y el Gobierno regional.
Cantra ha invertido tres millones de euros en la construcción de este Centro Logístico de Ramales, que ocupa 8.500 m2 y cuenta con seis muelles de carga y capacidad para 7.000 europaletas, lo que supone un 30% de toda la capacidad de almacenamiento que tiene el grupo.
El edificio, cnstruido por Copsesa, incluye numerosas medidas de eficiencia energética y confort laboral, como reguladores automáticos de encendido e intensidad de luz, o insonorización. Además, utiliza maquinaria de carga y manipulación totalmente eléctrica, o automatismos, como sensores de presencia y bloqueos de seguridad para evitar siniestros laborales.
Cantra también ha incorporado un nuevo sistema digital de trazabilidad de las mercancías que no solo le proporciona una gestión más eficiente sino que garantiza un servicio de más calidad y fiabilidad para sus clientes (grandes superficies comerciales, principalmente). La empresa asegura que disponer de logística propia es “un aspecto clave para ofrecer el mejor servicio y fidelizar a los clientes”.
En las nuevas instalaciones de Ramales trabajan quince personas en tareas de almacenaje y otras veinte en comercialización. Cantra ha creado una filial denominada Kitchen Brands para esta unidad, encargada de distribuir todos los productos de la marca Fagor que produce y comercializa en España.
Con vistas al futuro crecimiento, la empresa dispone de 6.500 metros cuadrados adicionales en el mismo polígono que servirán para una previsible expansión en una segunda fase e incluso ha planeado cómo debería llevarse a cabo una tercera ampliación, siempre que se cumplan las previsiones de crecimiento de su Plan Estratégico 2025, que presume una importante expansión en la Unión Europea y en Asia.
Evolución
La familia Viadero conocía muy bien el mercado chileno, donde había conseguido una notable cuota de mercado para Magefesa y, tras la fundación de Cantra en 1988, la fue expandiendo por la zona, además de entrar en EE UU.
En España tardaron en tener presencia. En 2009 adquirieron la empresa zaragozana Vitrex, uno de los líderes en menaje vitrificado del hogar, y no fue hasta 2013 cuando iniciaron la comercialización de Magefesa en el país. En un primer momento tuvieron que recuperar los canales de venta habituales, de los que Magefesa ya había desaparecido, y una vez que consiguieron convencer a las grandes cadenas comerciales para que les volviesen a hacer un hueco en los estantes de sus tiendas, hacer un trabajo de reabastecimiento y de reimplantación de la marca.
Poco después, la empresa entró en el negocio de la cubertería, tras hacerse con Cumenager, la casi centenaria industria cubertera vasca de Guernica (Vizcaya) que, como consecuencia de la crisis del sector, acabó por concentrar tres marcas nacionales de prestigio con una larga tradición: Dalia, Cruz de Malta y Meneses. Esta operación permitió a los Viadero entrar con fuerza en el canal hostelero y ampliar sus expectativas en el exterior. Finalmente, en la segunda mitad de 2015, Cantra extendió aún más su negocio, al reactivar su catálogo de electrodomésticos.
Un año más tarde, la empresa sumó a su cartera la fábrica de ollas a presión y menaje Alza, en Eskoriatza (Guipúzcoa), al adquirir la mayoría del capital.
En el actual ejercicio, además de estrenar el centro logístico de Ramales, Cantra ha adquirido la licencia para la fabricación y distribución en exclusiva a nivel mundial de los productos de menaje marca Fagor.
Desde que se firmó esta cesión, la empresa ha invertido dos millones de euros en instalaciones y en el desarrollo de nuevos productos y el pasado mes de agosto ya han salido de fábrica las primeras unidades derivadas del acuerdo.
La posibilidad de producir y vender el menaje de marca Fagor le abrirá a Cantra mercados donde aún no está presente y reforzará su presencia en el canal de hostelería.
Una empresa internacional
La actividad comercial de Cantra se extiende por más de 50 países, entre ellos Corea, Japón, Australia o Nueva Zelanda, en Asia. En el continente americano tiene filiales en Estados Unidos, Canadá, Argentina, Chile, Venezuela, Bolivia o México, entre otras. Allí, la empresa cántabra realiza una intensa labor comercial para empujar a las marcas y posicionarlas de nuevo en un mercado muy exigente y con una notable oferta de producto.
El grupo es líder en España, a través de la filial Grupo Rhointer, y también está presente en Europa y África, mercados en los que Fagor le ofrece ahora un recorrido muy amplio, ya que se trata de una marca reconocida y apreciada en la zona, aunque necesite un proceso de reimplantación.
Este movimiento comercial no va a ser inmediato, señalan desde la empresa, ya que “recuperar mercados es tan difícil como abrir uno nuevo”. En cualquier caso, es una tarea que conoce muy bien, porque ya lo tuvo que hacer con su marca de referencia, Magefesa.
Ingeniería española
Cantra fabrica principalmente en España y Asia. En las oficinas del grupo –situadas en el Parque Tecnológico y Científico de Cantabria– también se realiza el diseño, el desarrollo de producto y toda la ingeniería.
Gracias a la reciente adquisición de la línea de fabricación de ollas a presión de Fagor a CNA Group, Cantra no solo aumenta su cartera de producto, sino que incrementa también su capacidad productiva, al incluir el acuerdo la planta de Eskoriatza, cuyas líneas de fabricación está actualizando.
Con la fábrica vasca, el grupo duplica su capacidad productiva en el campo de las ollas a presión y cacerolas de acero, además de modernizar procesos fabriles que le permitirán mejorar sustancialmente sus niveles de eficiencia.
Cantra también se abastece de proveedores nacionales ajenos de los que obtiene una infinidad de componentes que se ensamblan en el producto terminado.
María Quintana