María Jesús Prado, Gestisa: «Todo volverá a la normalidad»

El coronavirus ha provocado la paralización de muchas empresas, pero también ha aumentado significativamente la carga de trabajo de muchas otras, como por ejemplo, las que se dedican al asesoramiento fiscal, laboral y contable. La compañía cántabra Gestisa, regentada por María Jesús Prado, se ha visto obligada a reforzar su departamento Jurídico-Laboral con personal de otras secciones para hacer frente a un volumen de trabajo mucho mayor al que tenía antes de la pandemia. «En apenas dos semanas, hemos presentado 127 ERTEs, que afectan a unos 550 trabajadores, y más del 30% de las nóminas de los trabajadores que gestiona nuestro despacho han estado afectadas», subraya Prado.

La actividad de la asesoría se ha incrementado como consecuencia de los ERTEs, pero también de las subvenciones, ayudas estatales y autonómicas, del inicio de la campaña de la declaración de la renta y del vencimiento de las obligaciones tributarias del primer trimestre como el IVA, retenciones y pagos a cuenta, entre otras cosas. María Jesús considera que trabajar desde casa ha permitido a la empresa «asumir» la carga de trabajo que la crisis sanitaria ha traído consigo, a pesar de que su labor implica un contacto «muy directo» con los clientes. De hecho, esta nueva realidad empresarial ha inducido la cancelación de las visitas a compañías y de los clientes. «Para nosotros es una novedad causada por la declaración de estado de alarma, pero nos ha venido bien para calibrar otras posibilidades de trabajo que antes no contemplábamos», explica.

Según Prado, esta adaptación no hubiera sido posible sin la ayuda de su informático, José Luis Hernández. Para la propietaria de Gestisa, el teletrabajo era una opción hasta ahora «impensable», pero en apenas diez días, todo el personal ya trabajaba desde casa, salvo los empleados del departamento Jurídico-Laboral y varios profesionales del departamento fiscal, que a día de hoy prestan sus servicios de forma presencial.

La socia del área fiscal y contable de la compañía recuerda que «esta no es la primera pandemia que sufre la humanidad ni será la última» y cree que la situación de «excepcionalidad» que afrontan los países afectados viene condicionada por el fenómeno de la globalización. No obstante, se mantiene optimista de cara al futuro. «Nos afectará en nuestra forma de vida, pero creo que en un tiempo relativamente corto todo volverá a la normalidad, aunque quizá no la que teníamos», augura.