COVEI abre el nuevo concesionario IVECO en Revilla de Camargo
Ocupa el solar de la antigua fábrica Productos Dolomíticos y el grupo malagueño ha invertido cinco millones de euros
COVEI, el concesionario oficial del grupo automovilístico italiano IVECO, nació en Málaga pero su política de expansión hizo que aterrizase en Marbella y poco después en Cantabria, en unas instalaciones alquiladas al anterior concesionario de la marca en Igollo de Camargo. Después de seis años dedicándose a la venta, reparación y alquiler de vehículos industriales, ha optado por levantar unas propias en el solar de Revilla de Camargo que en su día ocupó la fábrica de Productos Dolomíticos. La nueva sede ya está concluida y la previsión de la empresa es vender 230 vehículos en la región este año.
Hace seis años COVEI, el concesionario y taller oficial de la firma de vehículos de transporte Iveco decidió explorar nuevas oportunidades de negocio más allá de Málaga, donde comenzó su actividad, y aterrizó en Cantabria con la compra del concesionario de la región.
La compañía, que también se había asentado en Marbella, mantuvo el concesionario en las naves del anterior titular en Igollo de Camargo, donde pasó a ofrecer los servicios de venta, reparación y alquiler de camiones y furgonetas Iveco.
En Andalucía había alcanzado una posición de liderazgo dentro de su sector, con una estrategia enfocada a un crecimiento paulatino pero sólido. Sin embargo, Cantabria era un territorio desconocido para la empresa, que tuvo que hacerse un hueco entre sus competidores, que controlaban la mayor parte del mercado.
Con el transcurso del tiempo fueron mejorando las cifras de ventas y el año pasado, como consecuencia de la buena marcha del concesionario, su gerente, el malagueño Antonio López, y sus socios decidieron reforzar su presencia en la región con la adquisición de unas nuevas instalaciones, ya que las que disponían en aquel momento eran alquiladas.
López encontró el nuevo emplazamiento sin necesidad de salir del propio municipio, en Revilla de Camargo.
López justifica así las razones del traslado: “Con instalaciones alquiladas se puede crecer con mucha más rapidez, pero nosotros siempre nos hemos inclinado a favor de un crecimiento sostenido”.
Una gran parcela
El nuevo concesionario IVECO tiene 3.800 metros cuadrados construidos y ocupa una gran parcela de 13.000 m2 en la que antaño se encontraba la extinta fábrica de la Sociedad Española de Productos Dolomíticos, que explotaba la cantera de dolomía de La Calva, una roca sedimentaria compuesta básicamente por carbonato de calcio y magnesio que se usa en la industria siderúrgica y en la cementera.
Tras el cierre de la fábrica y el derribo, mucho después, del edificio en ruinas, se buscó un uso industrial para ese espacio estratégico, pero hasta ahora no había encontrado un comprador, a pesar de que se encuentra a unos metros de la autovía S-30 y a pocos kilómetros de la capital.
Las obras han supuesto una inversión de cinco millones de euros y comenzaron en octubre del año pasado con la preparación de los terrenos y la cimentación. En enero se inició la construcción del edificio del concesionario y finalizó el pasado 31 de agosto.
La pandemia del coronavirus y las vacaciones de verano produjeron algunos retrasos en los plazos de ejecución pero ninguno de gran importancia, puesto que la empresa ya contemplaba la posibilidad de que la actuación pudiera demorarse por posibles contingencias. La zona asfaltada que rodea el concesionario es muy amplia. En la parte delantera, se exhiben los camiones y furgonetas que están a la venta y en la trasera se aparcan tanto los vehículos que entran como los que salen del taller.
Aunque quedan por ultimar algunos flecos de mobiliario y decoración, el concesionario funciona a pleno rendimiento desde hace más de un mes. “Estuvimos trabajando un viernes al 100% en Igollo y al lunes siguiente ya estábamos al 100% aquí. En un fin de semana se hizo toda la mudanza” explica el director de la sede cántabra, Adolfo San Martín.
Los objetivos de la empresa no han variado con respecto a los que tenía en el anterior emplazamiento: afianzarse en Cantabria y funcionar con una mayor independencia de la sede principal.
Por ello, hace aproximadamente un año, delegó en San Martín la gestión de COVEI en la región. Desde entonces, Antonio López frecuenta un poco menos las instalaciones, pero sin perderlas de vista, aunque durante el confinamiento tuvo que conformarse con observar la evolución de las obras a través de fotos.
Los 31 trabajadores que desempeñaban su labor en las antiguas instalaciones (el grupo cuenta con 95 en total) son los mismos que se encuentran en las actuales, aunque la intención de la empresa es aumentar la plantilla a medida que se vaya incrementando el volumen de trabajo.
En esa plantilla hay un variado abanico de profesionales, como chapistas, mecánicos, administrativos y comerciales. “Buscamos gente con buena preparación para dar el mejor servicio posible”, sostiene San Martín.
Para evitar los frecuentes equívocos que producen los nombres de las empresas, los responsables de la compañía recuerdan que COVEI es el concesionario que comercializa los vehículos IVECO y COVEY una sociedad independiente dedicada al alquiler de vehículos industriales, aunque pertenezca al mismo grupo. Esta sociedad tiene 18 centros distribuidos por todo el país (Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Gerona, Sevilla, Alicante y Murcia, entre otros).
Líneas de negocio
La sede cántabra, al igual que la de Marbella y Málaga, está orientada tanto a la venta de vehículos ligeros como a la de vehículos pesados, dos segmentos que no todas las compañías del sector abarcan de manera conjunta. En su caso suponen el grueso de los ingresos del grupo que, a pesar de la pandemia, espera cerrar el año con una facturación similar a la del anterior, unos 35 millones de euros.
Otra fuente de ingresos significativa para COVEI son los vehículos de ocasión. Este año calcula vender 250, una cifra superior a la de camiones nuevos (120) y semejante a la de furgonetas (260). De los 630 vehículos que prevé comercializar el grupo entre sus tres sedes, 230 se venderán en Revilla.
La demanda varía en función de donde se encuentre el concesionario COVEI. En la sede malagueña se venden más vehículos ligeros que pesados debido a que está ubicada en una zona eminentemente turística.
Allí hay una importante presencia de empresarios distribuidores y hosteleros que utilizan este medio de transporte. De hecho, en Málaga, COVEI tiene una penetración en el mercado de vehículos ligeros del 40% y de un 18% en el de los pesados.
En Cantabria, en cambio, hay una mayor demanda de vehículos de grandes dimensiones para hacer transportes interregionales o internacionales, por lo que ambos segmentos están más igualados. Aquí, COVEI tiene una cuota de mercado del 19,5% en vehículos ligeros y del 19% en los pesados.
No obstante, una de las patas del negocio que le ha permitido llevar al grupo hasta donde está hoy es COVEY (el arrendamiento). Esta sociedad, que antiguamente era un apéndice de Covei, está especializada en el alquiler sin conductor de furgonetas, carrozados con y sin plataforma y una extensa gama de vehículos frigoríficos de varios tonelajes.
Desde sus inicios, COVEY reportó buenos beneficios a la compañía que decidió convertirla en una empresa independiente. Desde entonces, COVEY ha ido ganado terreno a sus competidores y ahora cuenta con una amplia red de delegaciones por toda España y una flota de más de 2.500 vehículos, con una antigüedad media inferior a los cuatro años.
Uno de los furgones de alquiler que más éxito está teniendo en COVEY es el frigorífico. Disponen de unas cajas isotérmicas homologadas con un Coeficiente de Transmisión Térmica K, que garantiza un aislamiento total del interior de la caja. La empresa también alquila camiones, cabezas tractoras y semiremolques.
Un poco de historia
La otra COVEI , con i latina, que ha dado origen al grupo, se creó como concesionario oficial de IVECO en 1985, con una plantilla mínima. El rápido crecimiento hizo que solo cuatro años después trasladase sus instalaciones al polígono industrial Guadalhorce, donde continúa en la actualidad. Casi todas las instalaciones que tiene el grupo en estos momentos son propias, “algo que nos da mucha fuerza cuando llega una crisis o una bajada del mercado”, explica Antonio López, quien reconoce que “eso a veces nos ha salvado la vida”.
Antonio no siempre se ocupó de la gerencia de COVEI. Él entró en la empresa en 1993 como abogado para hacerse cargo de las regulaciones de empleo que se procesaban en el departamento jurídico.
Uno de los momentos más complicados para Antonio López desde su aterrizaje en la compañía ha sido el estado de alarma de la pasada primavera. La empresa se acogió a un ERTE, que duró algo más de mes y medio y que paralizó la actividad de todos los departamentos, excepto el taller, cuya labor era esencial. Las ventas se detuvieron completamente durante el confinamiento, pero reconoce que ahora empiezan a recuperarse.
El director de la sede cántabra advierte que “ahora hay una incertidumbre muy grande y hay que ser prudentes”, lo que no impide que la empresa siga pensando en crecer: “COVEI siempre está abierto a nuevas inversiones”, precisa. No será muy inmediato, porque, por el momento, el objetivo del concesionario oficial de IVECO es consolidarse como uno de los líderes en la región.
David Pérez