El Campus de Amica en Valencia avanza
La asociación cántabra Amica avanza rápido en la transformación de la enorme finca valenciana de más de 400 hectáreas que recibió en donación para desarrollar sus programas de integración laboral de personas discapacitadas. Con apenas medio millón de euros ya ha transformado por completo diez hectáreas, que ahora tienen un llamativo aspecto. Desde el aire se puede ver una gigantesca superficie circular segmentada por caminos que van a separar los distintos usos agrícolas y el ajardinamiento.
Los 14 trabajadores de Amica que están desplazados en el Campus Diversia (como ha denominado Amica al lugar) también han empezado a intervenir sobre el resto de la superficie, centrándose por el momento en la rehabilitación de la casa principal, que se convertirá en un hotel rural, el mantenimiento de los veinte kilómetros de caminos que recorren la finca, que tiene 14 de perímetro, y en censar el arbolado, que tiene 1,1 millones de pinos carrascos, entre otras especies. Unas dimensiones inabordables para las modestas condiciones económicas de esta asociación sin ánimo de lucro, que busca financiación bancaria a largo plazo para poder acometer el resto del proyecto, destinado a formar a los discapacitados en tareas agrícolas, artesanales y ambientales y en servicios de turismo rural.
La finca ya está produciendo vino y aceite y la experiencia ha suscitado el interés de expertos de otros países, que la han visitado, así como de los responsables del Gobierno valenciano.