El grupo nacional Proeduca adquiere el centro de FP cántabro Decroly

La adquirente ha creado un gran entramado internacional con la formación online pero también la imparte presencial

El centro de estudios concertados de Formación Profesional Decroly, fundado hace 44 años por Javier Muñiz, que ha sido su propietario hasta ahora, ha pasado a manos de la firma nacional Proeduca. La empresa adquirente cotiza en bolsa y es líder en educación en línea en España, además de ser la propietaria de tres universidades físicas: la Internacional de La Rioja (UNIR), la UNIR México y Cunimad.


La falta de sucesión al frente del centro educativo que creó en 1978 llevó a Javier Muñir a decidirse por la venta hace ya algún tiempo. Finalmente, la operación se cerró el pasado mes y el comprador ha sido un grupo educativo nacional que está en plena expansión. Su modelo de negocio es parecido al de la fundación Funiber, propietaria de Uneatlántico, ya que nació, como ella, para impartir formación on line, adquirió una gran presencia en Hispanoamérica y vio la conveniencia de contar con una sede universitaria física en España, adquiriendo la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Hasta ahora ha sumado 108.700 alumnos e imparte más de 240 titulaciones entre grados, másteres universitarios y títulos propios.

Gracias a su modelo en línea, Proeduca tiene estudiantes en más de 90 países, aunque la mayoría están en España, Ecuador, Colombia, México, Perú, Guatemala y EEUU, y ha sido la primera empresa educativa española en cotizar en bolsa. En 2019 salió al Mercado Alternativo Bursátil (MAB) con un valor de 260 millones de euros y a la semana la compañía ya valía 400 millones de euros. En la actualidad su capitalización bursátil es de unos 840.

La adquirente, propiedad de Miguel Arrufat, ha repartido este año 51 céntimos por acción, cuyo valor nominal es de solo dos céntimos

El propietario de Proeduca Altus es el directivo catalán Miguel Arrufat, que posee el 76,3% de las acciones. Arrufat fue durante 25 años consejero delegado de la editorial Magisterio Español y antes había trabajado en empresas del sector avícola.

La compañía educativa ya facturaba 163 millones en 2020, con un beneficio neto de 20,5. En lo que va de año, Proeduca ha repartido a sus accionistas 51 céntimos por acción como dividendo a cuenta, una rentabilidad con pocos paralelismos en la Bolsa española si se tiene en cuenta que el valor nominal de estas acciones es de tan solo dos céntimos.

En 2020, Miguel Arrufat Pujol, primer accionista de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y consejero delegado de Proeduca aparecía en el ranking de grandes fortunas españolas que elabora el periódico El Mundo con un patrimonio estimado de 305 millones de euros, aunque solo su participación en Proeduca supone más del doble a la cotización actual de la empresa.

La evolución de Decroly

Decroly nació en el curso 1978-79. Comenzaba con 38 alumnos y alumnas de Secretariado en Formación Profesional de Primer Grado (FPI). Su despegue fue rápido. Cinco años después, en el Curso 1983-1984, el mapa educativo del centro ya estaba formado por 593 alumnos: 189 de Secretariado; 96 de FPI Fontanería; 228, de FPII Administrativo y 80 de FPII Informática de Gestión.

En su cuarenta aniversario, celebrado hace ahora cuatro años, anunció que habían pasado por sus aulas 31.721 alumnos.

La sede principal de Decroly, en los bajos del edificio Dávila Park, en Santander.

El nombre que Muñiz impuso al centro es un homenaje al pedagogo belga Ovide Decroly, cuyo lema era ‘aprender para la vida”, que introdujo conceptos revolucionarios en la educación, como aconsejar clases de menos de 20 alumnos, proponer sustituir las largas disertaciones de los profesores por experiencias prácticas de los alumnos o motivarles para descubrir cuáles son sus intereses y orientar la formación que reciben en esa dirección.

En los años 80, Decroly estableció acuerdos de colaboración con instituciones internacionales, como el Trinity College London, para acreditar las competencias comunicativas de sus alumnos en lengua inglesa. En paralelo, un convenio con University of Cambridge Local Examinations Syndicate (UCLES) le permitió el acceso a programas formativos modulares, basados en la adquisición de competencias, evaluadas por examinadores externos, de la Cambridge Business Skills y la Cambridge Information Technology. Eso supuso un avance muy significativo en la renovación pedagógica y metodológica del profesorado, que fue aplicado en los módulos formativos de los planes de estudio de aquella vieja FPI y FPII.

Intercambios con el extranjero

A partir del curso 1998-1999 Decroly implantó los ciclos formativos de Grado Medio y de Grado Superior, así como los programas de Garantía Social que, con sucesivas transformaciones, dieron paso a los actuales ciclos formativos de FP Básica, Grado Medio y Grado Superior.

El centro consiguió la Carta Erasmus de Educación Superior en 2006, y desde el curso siguiente no ha parado de enviar y recibir jóvenes y docentes a Europa. Fue, además, el primer centro español en enviar profesores mediante estos programas de movilidad. Desde entonces, más de un centenar de alumnos y decenas de profesores han participado en estos intercambios educativos con el exterior.

En la actualidad, Decroly tiene más de 400 alumnos y una cuarentena de profesores y empleados.

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