La pujanza de la renovada Casto Arce después de un siglo de actividad
Exporta equipos para la fabricación de vidrio plano
Casto Arce nació en 1915 como Talleres Casto Arce Echevarría, una fundición de hierro que también hacía trabajos de mantenimiento y calderería, al amparo de una fuerte tradición metalúrgica en la cornisa cantábrica y de Torrelavega especialmente.
En los años 70 comenzó a fraguarse su relación con la industria de la fabricación de vidrio debido a los trabajos que realizaba para la planta que Cristalería Española (posteriormente Saint Gobain) tenía en Renedo. Una colaboración tan estrecha que acabó por convertirse en un proveedor de referencia para los fabricantes de vidrio.
Pero en una historia tan larga hay muchas probabilidades de altibajos y hace algo más de una década la empresa sufrió una grave crisis cuando su anterior propietario cayó enfermo y no pudo preparar una transición adecuada. En 2014, cuando estaba a punto de desaparecer, fue rescatada por el actual equipo gestor, que decidió empezar casi desde cero. “Aprovechando el buen nombre que tenía dentro del panorama internacional de la fabricación de vidrio y el conocimiento de los trabajadores que continuaban en la empresa, decidimos parar la fundición, continuar con el mecanizado, la calderería y el montaje y apostar fuertemente por la ingeniería y la calidad de nuestros productos”, relatan.
En estos diez años, la empresa ha vivido un notable crecimiento y se ha vuelto a posicionar como el referente que fue en los años 70 y 80. Actualmente cuenta con una plantilla de 30 trabajadores y genera un buen número de empleos indirectos, por la subcontratación de procesos.
Ingeniería y vidrio
El departamento de ingeniería es el corazón de Casto Arce. De ahí nacen los diseños, los planos de fabricación y las ofertas. “Tenemos un gran equipo de profesionales y queremos seguir atrayendo el mejor talento, porque nos movemos en un entorno muy competitivo y contar con ese equipo humano es fundamental”, subraya Raúl García, director general de la compañía.
En Casto Arce Technologies se diseñan y fabrican conjuntos mecano-soldados de alta calidad que incorporan neumática, electrónica, hidráulica y programación. “El mercado nos ha llevado a entregar cada vez más proyectos llave en mano, lo que nos convierte en un partner estratégico para nuestros clientes y nuestro un equipo multidisciplinar puede dar respuesta a las distintas necesidades que requieren los proyectos”, explica García.
El diseño y la producción de equipos para la fabricación de vidrio plano supone un 80% de la facturación de la empresa.
El sistema de fabricación del vidrio plano que emplean todas las industrias del mundo lo desarrolló un ingeniero británico apellidado Pilkington en los años 50. Consiste en fundir la materia prima creando una lámina sobre un lecho de estaño. A pesar de esa estandarización, “nos gusta diseñar soluciones, mejorar procesos y aplicar la experiencia para innovar y aportar valor a nuestros clientes”, explica el director general de Casto Arce.
La fiabilidad de los diseños y fabricaciones hace que la centenaria empresa de Torrelavega trabaje para los principales productores de vidrio del mundo, como Saint Gobain, Guardian, AGC o NSG Pilkington.
El 75% de su facturación proviene de la exportación a Estados Unidos y a Europa, principalmente, pero también a países como India, México, Egipto o Tailandia, a donde van desde pequeñas piezas de repuesto hasta grandes módulos de alimentación de los hornos de vidrio. “El negocio internacional permite diversificar y es un orgullo poder dar servicio a clientes de todo el mundo”, confiesa el director general. El equipo ha trabajado recientemente en una oferta para Space X que se implantaría en Cabo Cañaveral, un proyecto que no saben si conseguirán pero en el que no han dudado en participar “porque este tipo de retos son apasionantes”.
Además, Casto Arce continúa teniendo un mercado en Cantabria. “La desaparición de la fábrica de Saint Gobain en Renedo supuso un fuerte golpe en nuestro negocio local, pero contamos con clientes de otros sectores, como Gamesa en Reinosa o la fundición de PAM en Santander”, resalta García.
Casto Arce está ahora inmersa en un plan para renovar parte de su maquinaria, para reducir tiempos de fabricación y mejorar el consumo de recursos. “Necesitamos ser muy competitivos y continuar con nuestra premisa de calidad superior e innovación”, enfatiza su director. Por lo pronto, ya ha despejado todas las incertidumbres que había hace una década sobre su continuidad.