Orange abre un centro de procesamiento de datos en Candina
La compañía ha invertido cuatro millones de euros y también dará alojamiento a terceros
Celebrar un gol desde el sofá antes de que el delantero de turno haya tenido tiempo de levantar los brazos sobre el césped o, lo que es lo mismo, mejorar la conectividad de los ciudadanos, es uno de los objetivos de los operadores de Internet y telefonía móvil. Bajo esa premisa de evitar los indeseados retardos, la multinacional francesa Orange acaba de inaugurar un nuevo centro de procesamiento de datos en el polígono de Candina, en el que ha invertido cuatro millones de euros. Desde allí dará soporte a los servicios de telefonía móvil, fija y televisión que presta en Cantabria y en otras comunidades, ya que también servirá para controlar la mitad del tráfico que se genere en Galicia, Asturias, País Vasco y Castilla y León.
La instalación es la tercera de este tipo existente en Santander y dispone de más de 1.200 metros cuadrados, donde alberga computadoras con seis terabytes de capacidad de procesamiento, que en estos momentos está utilizada en apenas una quinta parte.
Para el mantenimiento se ha contratado a siete empleados, una cifra que también puede ir aumentando progresivamente.
Además de almacenar y procesar datos propios, este centro nace con la intención de dar servicio a terceros, como pueden ser las plataformas de Netflix y Amazon.
Luz Usamentiaga, directora general de Relaciones Institucionales y de la Fundación Orange España, señala que este centro va a disponer de tecnologías de última generación “para reducir el consumo eléctrico y, por tanto, para garantizar una reducción de la huella de carbono”.
Consumo energético
La intensa actividad de los servidores de los centros de procesamiento da lugar a consumos energéticos muy altos. De hecho, el gasto eléctrico de este tipo de instalaciones se incrementó significativamente en Europa durante el año pasado hasta alcanzar los 201MW.
La previsión es que la cifra siga aumentando y cada vez es más habitual que estos centros se instalen en regiones muy frías, para evitar buena parte del gasto energético que se origina en la disipación del calor generado por los procesadores. Un ejemplo es la reciente decisión de la Seguridad Social de trasladar su centro proceso de datos de Madrid a Soria para reducir significativamente su factura energética.
El almacenamiento de estos datos también requiere altos estándares de seguridad, por lo que Orange evita revelar la ubicación exacta de su nuevo centro de Santander. Esa ausencia de identificación exterior no supone que sea menos importante que otras dependencias de la compañía y la alcaldesa de Santander, Gema Igual, se mostró convencida durante la inauguración de que esta iniciativa servirá para que “muchas empresas puedan fijar sus centros de trabajo en la ciudad”.
David Pérez