Lujo y diseño

Juan de Miguel, vinculado a Torrelavega desde que inició su actividad empresarial, probablemente ha querido dejar en la ciudad en la que vive algo más que un hotel. El resultado ha sido el establecimiento más espectacular de la región en la combinación de hotel de diseño, centro deportivo y balneario urbano.
El complejo hotelero y deportivo Torresport ha requerido la inversión de seis millones de euros, a pesar de que la ejecución de la obra ha corrido a cargo de la propia constructora Siec. Y es que ha sido uno de los pocos proyectos en los que la propiedad ha sido la impulsora del gasto, con permanentes mejoras. El resultado es muy llamativo, tanto en el centro deportivo y balneario como en el hotel.
El arquitecto, Luis de la Fuente, el diseñador Paco Entrena y el propio Juan de Miguel han producido una combinación sorprendente y seductora. Un hotel con carácter propio, donde se mezclan los colores más atrevidos de Entrena con los muebles minimalistas, los mármoles y la madera, la funcionalidad con la exuberancia del spa, o la moderna solemnidad del vestíbulo con el desenfado del patio anexo y la tranquilidad de la zona residencial con el movimiento del área deportiva.
El hotel de cuatro estrellas tiene 66 habitaciones, que serán comercializadas por la cadena hotelera Husa, que ya gestiona en Cantabria otros cinco establecimientos, entre ellos el Hotel Real.
En todas las zonas se ha aplicado una política muy generosa de espacios y especialmente en las habitaciones, lo que permite la inclusión de camas supletorias para los niños, con el objeto de captar un público familiar del que por lo general no suelen acordarse los hoteles. Otro grupo de habitaciones cuenta con un despacho y baño accesorio, lo que permite su utilización para reuniones de trabajo.
Esta política de equipamiento se multiplica en las suites, que incluso tienen un distribuidor para dar acceso a las distintas dependencias (vestidor, dos baños completos –con una gran bañera circular–, alcoba y sala).
Cada una de las plantas está definida por un color, marcado por las moquetas, los revestimientos de las paredes o las grecas de los baños. En la planta bajocubierta, un llamativo corredor queda definido entre las habitaciones y el muro cortina de la fachada, con una luminosidad deslumbrante.
Una decoración a base de espejos, maderas y colores cálidos le dan un toque muy especial a toda la zona residencial.

Negocios y turismo

El hotel se completa con un salón extraordinariamente cuidado, con cuatro ambientes unificados por la espectacularidad cromática de las paredes, un comedor de diseño semejante, una sala de conferencias con capacidad para cien personas y con todo tipo de equipamiento tecnológico y dos más pequeñas preparadas para reuniones de empresa.
La gestión del hotel ha sido encargada a la cadena Husa, que controla 170 establecimientos en todo el país, de los cuales diez son propios, 40 alquilados, 70 franquiciados y los restantes gestionados. La incorporación a este grupo permite participar de sus servicios de comercialización a través de las centrales de reservas, compras y marketing.
El establecimiento de Torrelavega va dirigido, principalmente, al público de negocios, que visita la ciudad por motivos de trabajo y que tenía hasta ahora una oferta muy limitada. Eso no impedirá que en verano se pueda comportar como un hotel claramente turístico, por su cercanía a las playas de Suances o de Miengo e, incluso, pueda disputarle clientela a los hoteles santanderinos, dado que su acceso a la autovía es inmediato y se encuentra a sólo 20 minutos de la capital. La ubicación del hotel es estratégica, si se tiene en cuenta que se encuentra muy cerca del punto donde van a confluir el comienzo de la Autovía de La Meseta con la del Cantábrico.

El fitness

Si la decoración del hotel ya justifica el ser visitado, el complejo deportivo y balneario urbano merece ser destacados por sí mismo. Body Factory, la franquicia nacional a la que Siec ha adherido este complejo, gestiona 48 gimnasios de élite en todo el país, a pesar de lo cual muy pocos pueden equipararse en tamaño y equipamiento al que tendrá en Torrelavega. Unas instalaciones que resultan sobredimensionadas para la ciudad, según reconoce el propio Juan de Miguel, pero que están orientadas a la posibilidad de captar público en toda la comarca y pueden garantizar que no se quedarán pequeñas en mucho tiempo. De los 9.214 metros cuadrados construidos del complejo, gimnasios y piscinas ocupan 3.000.
En el gimnasio del fitness hay más de un centenar de aparatos de musculación o de ejercicios cardiovasculares, vestuarios masculinos y femeninos para 300 personas, salas de aerobic, de actividades colectivas y bailes de salón. Una de las más sugestivas, de ciclos indoor, permite simular un recorrido en bicicleta al aire libre, con elevaciones de mayor y menor dificultad, donde los participantes son estimulados por la música y las indicaciones de una monitora.
El área deportiva ha captado la atención de 700 socios nada más abrir, pero las previsiones para los próximos meses son muy superiores, lo que en ningún caso producirá niveles de saturación. Una parte significativa de la clientela llega atraído por la gran piscina climatizada de 25 x 12,5 metros, aunque la realidad es que en la actividad diaria son los gimnasios y las salas de aerobic las zonas que están más concurridas.
La piscina, que inicialmente estaba ideada dentro del balneario, finalmente se encuentra separada del spa y de los gimnasios por una gran cristalera, que mejora la habitabilidad de ambos. En otra piscina infantil de 9 x 6 metros se dan los cursos de iniciación para los menores, que tienen su propio vestuario.
Tan llamativa como la parte visible del las instalaciones es toda la infraestructura, y especialmente los sistemas de aire acondicionado, calderas y de mantenimiento de las piscinas convencionales y de hidromasaje. Los vasos de las piscinas pueden recorrerse por debajo, lo que facilitará la reparaciones, tanto de posibles filtraciones como del complejo entramado de tuberías y motores que se esconden tras la miriada de chorros de agua que dan vida a los hidromasajes.
El complejo hotelero-deportivo ha dado trabajo a medio centenar de personas de la comarca, de cuya implicación personal se siente muy satisfecho el propietario. Una plantilla muy joven y voluntariosa que establecerá el nivel de calidad del nuevo establecimiento.

Una cocina de autor

El Torresport ha apostado por una restauración de alta calidad con el objeto de que el restaurante se convierta en otra referencia más del hotel de cara a la ciudad. A pesar de que ha optado por una política de precios moderados, la carta del Restaurante Sejos puede considerarse muy elaborada, con una mezcla de nueva cocina francesa y cocina tradicional, con un toque de creatividad muy sugerente producto de la experiencia de Patricio de Diego, un jefe de cocina que, a pesar de su juventud, se ha formado en gastronomías muy diversas.
La apuesta es hasta cierto punto arriesgada, si se tiene en cuenta que los restaurantes de hotel suelen optar por limitarse a atender las necesidades de los alojados, sin alardes. El Torresport busca convencer a un público mucho más amplio y ha puesto en funcionamiento una carta de empresa muy elaborada, a 21 euros, que puede arrastrar una clientela de diario que popularice su cocina.
La distribución del edificio permite que la cocina esté anexa, lo que reduce los movimientos y evita que los platos se enfríen.
El comedor de carta tiene una capacidad de 80 personas, holgadas, y se completa con dos salas privadas que le aportan 72 plazas más.
Debajo se encuentra la cafetería, más orientada a la zona de Spa y al menú de día (9€), en el que predominan los platos bajos en calorías.

La sutileza del agua

Bien sea por los arcos y estucados o por el lenguaje del agua que mana por muy diversos sitios, la entrada al spa recuerda a los baños orientales y aquel lujo que los hizo míticos. Las luces y la decoración han dado un resultado tan sugestivo como sólo se puede producir en un lugar semejante.
Todo el recorrido hacia la piscina de hidromasaje está cuajado de detalles, en un ambiente que en ocasiones resulta glamouroso por el efecto dulcificador de los neones y en otros misterioso por los azules casi negros que tapizan saunas, termas de aromaterapia y baños turcos, reforzado por el efecto lumínico de los techos cuajados de pequeñas estrellas.
La piscina del spa tiene 14 metros de largo y tres de ancho, con juegos de chorros de agua caliente a presión muy diversos, camas de aire, bancos a diferentes alturas, cascada y cuello cisne. La amplitud y la forma irregular, con varios recodos, permite una cierta intimidad, muy de agradecer en las instalaciones de hidromasaje.
El spa cuenta con cabinas para baños de algas y barros, ducha vichy, un pediluvio para relajar las piernas y los pies en un deambular sobre piedras de río acompañado por una cortina de agua, baños de hielo para reforzar las reacciones tras la salida del hidromasaje, duchas escocesas bitérmicas y de aceites esenciales o bancos calientes de relax, por cuyo interior circula el agua.
La zona de estética está especialmente cuidada, con la incorporación de algunas máquinas innovadoras en el tratamiento de la celulitis, como un lipoaspirador, o la presoterapia, desarrollada con pantalones y chalecos neumáticos conectados a un compresor que proporcionan un masaje unidireccional.
Dos médicos especializados en nutricionismo y rehabilitación deportiva, un fisioterapeuta, un licenciado en INEF y varios monitores y masajistas vigilan tanto esta zona como el fitness, con el objeto de adecuar los ejercicios y tratamientos a las necesidades de cada usuario.
Fitness y spa se comercializan por separado, como es habitual. Mientras que el primero se puede utilizar mediante abonos mensuales o anuales, los tratamientos de agua y belleza tienen precios individuales por servicio o por circuito.

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