ASPY recomienda controlar la exposición al radón en el ámbito laboral: "es el gran desconocido"
/COMUNICAE/
El gas radón es la principal causa de cáncer de pulmón en personal no fumador
El radón es considerado la principal causa de cáncer de pulmón en personal no fumador y la segunda en fumadores. Expertos de Grupo ASPY recomiendan a las empresas invertir en mediciones técnicas en las zonas con presencia de radón y conocer los niveles de exposición de este agente en sus centros de trabajo. En caso de detectar una presencia elevada de este gas, Grupo ASPY puede asesorar sobre cómo actuar en el entorno laboral, realizar adaptaciones de los puestos de trabajo y evaluar otro tipo de medidas técnico- sanitarias.
El radón es un gas radioactivo incoloro e inodoro. Está presente de forma natural en el subsuelo, en materiales de construcción y también puede estar presente en el agua. Además, su desintegración en el aire emite partículas radiactivas. Desde Grupo ASPY aseguran que existe dificultad para detectar este agente cancerígeno sin la realización de mediciones técnicas en lugares específicos que puedan indicar una sobreexposición.
Para facilitar la tarea de detección, el Consejo de Seguridad Nuclear ”CSN” tiene clasificadas zonas dentro de la península ibérica donde existen niveles elevados de radón como por ejemplo, Galicia, Cataluña, Extremadura, el suroeste de Castilla y León, parte de la Comunidad Autónoma de Madrid, y núcleos urbanos tan importantes como Barcelona.
El radón puede contribuir de forma destacada a la dosis de radiación natural que recibe una persona, cantidad a la que hay que sumar la radiación de origen artificial. En las zonas de riesgo, es imprescindible realizar mediciones técnicas que permitan conocer los valores reales de radón con los que conviven diariamente los trabajadores. A día de hoy, el radón es un gran desconocido por lo que Grupo ASPY recomienda a las empresas en las zonas con exposición que inviertan en prevención destinada a realizar este tipo de mediciones y aplicar un protocolo sanitario específico de seguimiento de la exposición.
Éstas son algunas de las conclusiones de la Jornada ‘Gas Radón: un enemigo invisible’ celebrada ayer día 24 de mayo en la Aula Castelao de la Universidad de Santiago de Compostela; un acto organizado por ASPY y que ha contado con la colaboración de Alberto Ruano, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública y Coordinador del Grupo de Investigación de la USC; Lucía Martín de Bernardo, investigadora del Grupo de Investigación de Salud Pública; Javier Colino de León, director de Prevención Técnica de ASPY en la zona Norte y Óscar Rueda, director de Medicina del Trabajo de ASPY en la zona Norte.
El radón en los edificios y lugares de trabajo
El radón que alcanza la superficie, y cuyo origen son las capas inferiores del subsuelo, puede filtrarse en los edificios por múltiples focos, como grietas en la cimentación, acometidas o tuberías. El gas, cuyo peso molecular es superior al del aire, puede permanecer en sótanos, aunque no se descarta que llegue a todos los niveles de la edificación, por diferentes canales, como las tuberías de agua o conductos de ventilación.
Por ello, según la zona donde se encuentre la edificación, desde el 2019, el Código Técnico de la Edificación, CTE, marca unas recomendaciones constructivas a incluir en cada proyecto nuevo o de reforma, con el fin de garantizar una debida protección ante la dispersión de este gas en los interiores. Además, diferentes estudios cuantifican hasta el 20% de la radiación total acumulada en las edificaciones a los propios materiales empleados, sobre todo, la piedra ornamental de origen granítico.
Niveles que no superen 100 Bq/m3
La Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea la conveniencia de establecer niveles nacionales de concentración media que idealmente no deberían superar los 100 Bq/m3 para minimizar los riesgos derivados de la exposición al radón en interiores. Por cada aumento de 100 Bq/m3 en la concentración medida de radón (IC 95%), hay un incremento del 16% del riesgo de cáncer de pulmón, muy por debajo de los 300 Bq/m3 de promedio anual que recoge la actual directiva europea EURATOM.
Sobre ASPY
ASPY es uno de los principales operadores nacionales en Prevención de Riesgos, salud laboral y cumplimiento normativo. Su equipo compuesto por más de 1400 profesionales, y sus 220 puntos de servicio en todas las provincias españolas garantizan a sus clientes una atención especializada y un completo asesoramiento técnico y sanitario.
Más allá de la prevención de riesgos laborales, su objetivo es el de mejorar el cuidado y bienestar de las personas y de las organizaciones. Su incorporación a Atrys le permite actualizar el concepto de medicina preventiva, ampliando la oferta de servicios tanto en ASPY Prevención destinada a la salud laboral, como en ASPY Salud, orientada a la salud privada.
Sobre Atrys
Atrys Health (BME:ATRY), fundada en 2015, es una multinacional española que brinda servicios de diagnóstico y tratamiento médico de precisión. Pionera en los ámbitos de la telemedicina y de la radioterapia de última generación. La compañía integra a un equipo de más de 2000 profesionales, está presente en España y Latinoamérica. Atrys estructura su actividad en torno a cinco unidades de negocio: telemedicina, oncología, patología, prevención y big data. A través de estas, lleva a cabo tratamientos de radioterapia convencional y avanzada, realiza pruebas diagnósticas en su propia red de laboratorios, analiza de forma telemática pruebas de radiología, cardiología, oftalmología y dermatología, y presta servicios de smart y big data y de gestión de datos al sector salud. La compañía cotiza en el BME Growth (BME) desde 2016 y forma parte del índice IBEX MAB ® 15.
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Source: Comunicae