Bicicleta eléctrica; el origen
Hace 20 años, en verano del 2003, Claudio, se había comprado una bicicleta eléctrica muy antigua en Italia, de las primeras que llegaban de importación, con batería de plomo, muchos plásticos y un peso total de 42 kilos, lo normal en aquel entonces.
Empezó a usarla por Barcelona, donde la gente le paraba y preguntaba que era, cómo funcionaba, etc. Al detectar este interés por parte de la gente decidió empezar a comercializarlas. En un principio como importador y luego ya empezó a fabricar sus propios modelos, sobre el 2004, con la marca Tucano Bikes.
Tucano empezó con una pequeña tienda en el Eixample de Barcelona y con una página web. En aquella época, al ser los únicos que comercializaban exclusivamente bicicletas eléctricas, la página web siempre estaba en primera posición, llamaban de toda España para interesarse y comprar “la” bicicleta eléctrica.
Se vendían pocas, pero había mucho interés a pesar de que el producto todavía era muy novedoso.
Entre 2004-2008 en España solo había 3 marcas serias y fiables de e-bikes.
Al principio Tucano se centró en la bici eléctrica urbana y su primer proyecto fue el modelo Deluxe, una bicicleta plegable de aluminio con batería de níquel 24 voltios y 8 amperios. Esta fue la primera bicicleta eléctrica plegable que se comercializó en España.
Este modelo tuvo mucho éxito y esto les animó a crear otros modelos urbanos (de 26” y 29”) y también mountain bike.
Tucano fue una empresa realmente innovadora, diseñando sus propios cuadros y definiendo los componentes que querían para cada montaje.
Su filosofía era crear productos muy atractivos y lo más asequibles posible. Buscaban crear un producto popular, de masas. “Que fuera un producto asequible y muy popular, que estuviera en cada casa.
Nos motivaba dar una nueva opción de movilidad a todo el mundo, independientemente de su situación, localización o edad, una alternativa al coche, este era el reto”, comenta Claudio, su fundador. Además, explica que “al principio los clientes eran sobre todo personas de una cierta edad, quetras comprar la bici volvían a la tienda para saludar y agradecernos que la bici les había cambiado la vida”.
Vivieron todo tipo de anécdotas, debido al desconocimiento del nuevo usuario. Algunos volvían a la tienda enfadados, quejándose de las prestaciones o con la bici “averiada”…y resulta que no encendían la bici al subirse o no cargaban la batería…
Era una novedad, pero inicialmente se vendía muy poco y para que salieran los números había que hacer malabares.
En 2009 empezaron a ver un poco la luz y se trasladaron a una tienda más grande de 700m2. Fue entonces cuando empezaron a comercializar otras marcas, siempre e-bikes. Desde el inicio 2004, sus canales de venta son tres: online, web propia (realmente innovador en aquel tiempo) y tienda física. También hacían distribución a otras tiendas.
Poco a poco empezaron a vender fuera de España: Italia, Francia, Italia, Portugal… al principio con el canal online y después mediante algunos distribuidores. En estos momentos, aprovechando los fondos europeos están potenciando las ventas digitales a nivel internacional.
Uno de los distintivos más importantes de Tucano es el servicio, desde los inicios siempre ha sido una gran preocupación, disponer siempre de recambios y conocimientos para poder dar el mejor servicio al cliente. Se jactan de tener piezas de recambio hasta de las primeras bicicletas eléctricas, y todavía tienen algunas baterías de plomo.
Tucano siempre ha utilizado el motor en rueda trasera, un motor histórico muy desarrollado y fiable: no siempre lo más caro es lo que mejor se adapta a las necesitadas del cliente.
La situación fue cambiando y las e-bikes poco a poco empezaron a abrirse camino en el mercado del bike.
Tucano dejó de ser la única tienda especializada en e-bike del país y el número de marcas empezó a crecer. Dejó de ser un mercado pequeño pero con mucha presencia, para crecer en volumen y también en competencia.
Tucano siempre ha querido cuidar su marca y algo clave para ello es tener buenos puntos de venta, motivados, formados y entregados.
Una tarea nada fácil. “Abrir tiendas es fácil, encontrar la persona adecuada no” comenta Claudio. Siempre han tenido tiendas propias en Barcelona, en Palma de Mallorca y Montornés, incluso hubo un tiempo que también en Milán.
Llegaron a tener unos 120 puntos de distribución. Ahora, en cambio, prefieren trabajar con menos gente, pero más competentes, que defiendan la marca y respetándoles la zona de distribución.
Este año hablan con orgullo de su nuevo modelo: una longtail, una family bike. Manteniendo la misma filosofía de siempre: popularizar la bicicleta eléctrica, en este caso la Longtail. Un modelo muy atractivo, de calidad y a un precio muy asequible.
En Tucano siempre dicen que hacer bicis muy buenas, pero muy caras es fácil, lo difícil es hacer bicis buenas y económicas.