¿Cómo reconocer las manifestaciones de la ansiedad? Por Clínica de la Ansiedad
Los trastornos de ansiedad son uno de los problemas de salud mental más frecuentes. Afecta, anualmente, en torno al 7% la población. A lo Largo de la vida, la padecerán en algún momento un 20% las personas.
Identificar los síntomas de ansiedad es muy importante para evitar la cronificación del trastorno y reducir las molestias del día a día. Desde Clínica de la Ansiedad muestran cómo reconocer sus manifestaciones para acudir cuanto antes a un profesional.
¿Cómo reconocer las manifestaciones de la ansiedad?
Los síntomas de la ansiedad son muy variados y, de acuerdo con la Clínica de la Ansiedad, pueden clasificarse en diversos grupos. Por un lado, están los síntomas físicos, que se manifiestan por medio de palpitaciones, taquicardia, sensación de ahogo o falta de aire, opresión en el pecho, molestias digestivas, tensión muscular, cansancio, mareos, etc. Cuando la activación neurofisiológica es muy alta, pueden aparecer alteraciones del sueño o de la alimentación, entre otros.
En otro grupo se encuentran los síntomas psicológicos. El paciente puede presentar sensación de peligro, inquietud, inseguridad, agobio, irritabilidad, ganas de huir, sensación de vulnerabilidad, temor a perder el control, recelos y desconfianza, entre otras manifestaciones. Incluso, en casos extremos, puede llegar a sentir temor a la locura, a la muerte o a hacer(se) daño.
También pueden manifestarse síntomas de ansiedad comportamentales, particularmente conductas de evitación, búsqueda de seguridad y control. Comúnmente, las personas presentan un estado de alerta e hipervigilancia, torpeza, impulsividad, bloqueos, inquietud motora y dificultad para estar en reposo, físico o mental. Estas señales vienen acompañadas de cambios en la expresividad y el lenguaje corporales, pudiendo presentarse cambios de voz, movimientos torpes de manos, tensión de la mandíbula, etc.
El trastorno también afecta a nivel intelectual y social
La ansiedad también puede ocasionar alteraciones a nivel intelectual o cognitivo. Las personas afectadas pueden presentar una mayor dificultad para prestar atención, concentrarse o recordar cosas. También se muestran excesivamente preocupados, tienen tendencia a recordar cosas desagradables, interpretan las situaciones de una forma no adecuada y están más susceptibles, entre otros aspectos.
Por último, el trastorno se refleja en las relaciones sociales del afectado. Este puede mostrar irritabilidad, dificultad para iniciar o continuar una conversación, ensimismamiento. En otros casos, puede bloquearse o quedarse en blanco a la hora de preguntar o responder, tener dificultad para expresar su opinión o tener miedo excesivo a posibles conflictos.