¿Cómo se puede evaluar el desempeño laboral en empresas?
Evaluar el desempeño laboral puede servir de gran ayuda a las empresas a la hora de diseñar estrategias para optimizar su rendimiento y obtener mejores resultados financieros a largo plazo. Un informe de Infojobs publicado a principios de año muestra que más del 60% de las personas mayores de 55 años y el 59% de los empleados con más de cinco años de antigüedad en la compañía no reciben ninguna valoración. Los últimos meses del año son cruciales para las compañías debido a que marcan el periodo de revisión y entrevistas profesionales, y dentro de ese escenario, resulta clave echar a rodar mecanismos con los que realizar una evaluación del desempeño personal.
Múltiples retos, incluida la evaluación de los niveles de productividad
Las evaluaciones del rendimiento son una forma de comprobar en qué medida se están cumpliendo los objetivos individuales de cada empleado de la empresa. Es esencial para cualquier empresa que desee comprobar el nivel de productividad interna. En este artículo, se muestran algunos tips para realizar estos análisis correctamente.
5 métodos para evaluar el desempelño de los empleados.
Autoevaluación
La autoevaluación no es otra cosa que la propia valoración que un trabajador hace de sí mismo y de su trabajo en la compañía, atendiendo a parámetros establecidos por el equipo de recursos humanos. Esta herramienta permite al empleado tomar consciencia de todo aquello en lo que puede mejorar, pero también lo que hace bien. De hecho, una autoevaluación brinda la posibilidad al trabajador de observar cuáles han sido sus logros en un periodo de tiempo determinado y así celebrarlos, algo que no sucedería si no se hubiese realizado un análisis pormenorizado de su desempeño laboral. Sin duda, esto tendrá un impacto positivo en su autoestima.
Evaluación por objetivos
Para medir la calidad del trabajo realizado es necesario establecer objetivos individuales claros y que los empleados conozcan qué es lo que las compañías esperan de ellos. Para comprobar si cumplieron con su cometido, es primordial hacer un seguimiento a lo largo del tiempo y llevar a cabo una evaluar los objetivos. Sin embargo, este análisis conviene ejecutarlo con suficiente antelación, ya que si la evaluación se completa a posteriori, justo cuando no hay forma de remediar la situación, no habrá manera de actuar a tiempo.
Evaluación por KPI’s de desempeño
El acrónimo KPI quiere decir –en inglés- Key Performance Indicator. Estos indicadores sirven para calcular el rendimiento laboral y pueden ser de varios tipos. Los KPI’s de trabajo permiten conocer la cantidad y calidad de trabajo llevado a cabo por un individuo. Los financieros miden el desempeño de los empleados atendiendo a la salud financiera de la empresa. Por otra parte, los de procesos evalúan procesos muy específicos y son clave para detectar problemas que conducen a la ineficiencia. Por último, también existen KPI’s que permiten, mediante la percepción de los clientes, detallar cómo es el servicio proporcionado desde la empresa.
Evaluación por competencias
Las competencias laborales de una persona hacen referencia al conjunto de conocimientos y destrezas que posee para desempeñar su puesto de trabajo de manera eficiente. Las competencias pueden presentar variaciones del tipo de negocio de una empresa, el sector en el que opera y la clase de responsabilidades que tiene el empleado, según el cargo que ocupa.
El primer paso para realizar una evaluación de este tipo es dilucidar cuáles son las competencias más relevantes. Se pueden medir las competencias blandas como la capacidad de liderazgo, la adaptación al cambio, la capacidad de asumir responsabilidas ante posibles riesgos, la capacidad para resolver problemas imprevistos o el compromiso con el equipo de trabajo. También es posible medir las competencias duras, que son las que se adquieren mediante la formación académica y la experiencia laboral.
Evaluación 360 grados
Este tipo de evaluación es de carácter integral y una de sus principales ventajas es que obtiene información desde todos los puntos de vista posibles, procedente de personas que tienen distintos roles y cotas de responsabilidad dentro de la empresa. Sin duda, este formato destaca por ser el más objetivo y el que involucra a un mayor número de departamentos dentro de la compañía. Precisamente el hecho de requerir la evaluación de muchas personas implica que es un modelo complicado de gestionar, más aún si no de dispone de un software con el que procesar todos los datos.
Sin embargo, se trata de una herramienta muy útil con la que asegurarse de que los procesos de promoción interna se lleven a cabo desde la equidad. Para elegir el software de evaluación del desempeño adecuado es fundamental escoger una solución digital con la que sea posible minimizar errores, pero también centralizar la información sin que se traspapelen los datos.