CIC optimiza el sistema de cálculo de las computadoras

Imaginemos por un momento que desde nuestro propio ordenador, para realizar cálculos muy complejos o para utilizar grandes bases de datos, pudiéramos utilizar la potencia de miles de ordenadores distribuidos por todo el mundo, de modo transparente, es decir, como si estos recursos estuvieran en nuestra propia mesa. Esta es la filosofía de la tecnología GRID, donde cada usuario se presenta a través de la red a una organización virtual mediante su certificado digital, que le permite acceder a los recursos gestionados por la misma, y que pueden incluir desde clusters de PCs hasta supercomputadores, todo ello a través de un portal web donde se definen los trabajos que se quieren realizar.
Así, un complejo entrenamiento de una red neuronal para predicciones meteorológicas que tardaría del orden de 30 horas en un solo PC, puede realizarse en 10 minutos utilizando los 180 procesadores de un cluster como el existente en el Instituto de Física de Cantabria. O la simulación de cinco alternativas diferentes para un bypass en una operación de cirugía vascular, cada una de las cuales requiere horas en un PC, podrían realizarse en unos minutos utilizando los recursos de cinco centros de GRID Europeos: Karlsruhe (Alemania), Poznan (Polonia), Linz (Austria), Bratislava (Eslovaquia) y Santander.
Esta tecnología GRID se presenta como una de las más prometedoras en el entorno de los recursos computacionales distribuidos. Del mismo modo que el World Wide Web, desarrollado en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), ha proporcionado una vía de colaboración básica dentro de la red global de Internet, será necesaria una infraestructura mucho más potente y compleja para soportar los proyectos de I+D que empresas y organizaciones científicas harán en los próximos años. Además de la información disponible a través de páginas web, los ingenieros e investigadores necesitan un acceso adecuado a elevados recursos de computación, tanto de cálculo como de información almacenada en grandes bases de datos.

El proyecto cántabro

La empresa cántabra CIC está especialmente interesada en las posibilidades de estas técnicas de cara a la participación en próximos proyectos con compañías nacionales e internacionales en los que el volumen de equipos conectados gestionados es elevado, y para promover una posible utilización complementaria de estos recursos mediante la tecnología GRID. Para ello, contactó con el grupo especializado de Computing Distribuido (GRID) del Instituto de Física de Cantabria, que está participando en varios proyectos GRID a escala nacional e internacional, y cuenta con experiencia en estos sistemas.
El objetivo del proyecto de la empresa cántabra es el desarrollo de un sistema automatizado, pero flexible y dinámico a la vez, para la integración en un entorno GRID y la monitorización de equipos distribuidos en redes locales con 10-100 unidades, a su vez interconectados por medio de una red de banda ancha. El soporte es una máquina servidora para cada cluster local que dispondrá de un registro de la configuración posible de equipos, y permitirá definir los servicios GRID ofrecidos bajo demanda de los usuarios. Asimismo, recopilará la información proporcionada por cada equipo y la publicará de una forma escalable y conjunta con el sistema de información de recursos, y actuará de portal de todos los usuarios. Este sistema permitirá a la empresa participar en próximos proyectos que requieran el uso de recursos de cálculo y almacenamiento distribuido, desde problemas de biomedicina o meteorología a simulación de situaciones medioambientales.
CIC

Consulting Informático Cantabria (CIC), es una empresa fundada en 1990 por varios licenciados en Ciencias Físicas por la Universidad de Cantabria. En la actualidad da trabajo a más de 60 personas y factura más de tres millones de euros al año. Tiene una cartera de más de 300 clientes activos –entre ellos instituciones públicas y pymes de ámbito nacional e internacional– y ha abordado varios proyectos de I+D, de forma individual o en colaboración con otras empresas.

Cantabria recupera terreno en I+D

El pasado año se destinaron 46,3 millones de euros en Cantabria para actividades de Investigación y Desarrollo (I+D), un 28% más que en el año 2000, según datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La cantidad representa el 0,55% del Producto Interior Bruto regional, ocho centésimas más que en el año 2000, pero aún muy lejos del 0,96% del PIB en que se encuentra la media nacional.
Las comunidades autónomas que más participaron en el gasto nacional en I+D fueron Madrid, con 1.974 millones de euros, y Cataluña, con 1.334 millones, cantidades que representan el 32% y el 21% del total de gastos en I+D. A continuación se sitúan País Vasco, con 561 millones (9% del total) y Andalucía, con 538 millones (8,6%).
Si se compara el esfuerzo en I+D con el PIB de las distintas comunidades, Madrid destina el 1,75%, País Vasco el 1,38%, Cataluña el 1,10% y Navarra el 1,03%.

Ocyasa instalará una central fotovoltaica de seguimiento solar

La empresa cántabra Ocyasa, dedicada a la construcción de piscinas y pistas deportivas, instalará una central fotovoltaica de cinco kilovatios con conexión y venta a la red eléctrica, y con un novedoso sistema de seguimiento de la trayectoria solar, para conseguir la máxima radiación en los paneles. El mecanismo incorporado permitirá orientar los paneles al sol en longitud y latitud, lo que aumentará el rendimiento de la central entre un 30% y un 40%.
Ocyasa venderá toda la producción de energía eléctrica que genere esta central a Viesgo por un precio de 0,39 euros por kilovatio/hora. Este proyecto, que la empresa enmarca en su compromiso con las formas de energía que no suponen contaminación atmosférica, ha sido subvencionado por el Gobierno de Cantabria a través del programa PAEECAN que gestiona Sodercan.
Para proceder a la instalación de esta central fotovoltaica, la empresa ha tenido que tramitar previamente su inclusión en el Régimen Especial de Productores de Energía Eléctrica. ‘Ocyasa’ se ha convertido así en una de las primeras empresas de Cantabria que forma parte de este régimen especial. Le antecedieron la Escuela Medioambiental de Camargo, la posada ‘Torre del Milano’ de Ruiseñada (Comillas) y el Centro de Interpretación de la Naturaleza de Tama.
Además, está incorporando a su oferta la climatización de las piscinas con energía solar térmica, desde el convencimiento de que la demanda de este tipo de sistemas respetuosos con el medio ambiente aumentará notablemente en el futuro.

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