Disforia de género y feminización de la voz
La disforia de género está descrita en el DSM-5, Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) de la siguiente forma:
Una marcada incongruencia entre el sexo que uno siente o expresa y el que se le asigna, de una duración mínima de seis meses, manifestada por un mínimo de 2 de las características siguientes:
Una marcada incongruencia ente el sexo que uno siente o expresa y sus caracteres sexuales primarios o secundarios (en los adolescentes jóvenes, los caracteres sexuales previstos).
Un fuerte deseo por desprenderse de los caracteres sexuales, tanto primarios como secundarios, a causa de una marcada incongruencia con el sexo que se siente o se expresa(o en los adolescentes jóvenes, un deseo de impedir el desarrollo que los caracteres sexuales secundarios previsto).
Un fuerte deseo por poseer los caracteres sexuales, tanto primarios como secundarios, correspondientes al sexo opuesto.
Un fuerte deseo de ser del otro sexo (o de un sexo alternativo distinto al que se le asigna).
Un fuerte deseo de ser tratado como del otro sexo (o de un sexo alternativo distinto al que se le asigna).
Una fuerte convicción de que uno tiene los sentimientos y reacciones típicos del otro sexo (o de un sexo alternativo distinto al que se le asigna).
El problema va asociado a un malestar clínicamente significativo o a deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento. Por eso, hay que especificar si se asocia a un trastorno del desarrollo sexual (ej. trastorno adrenogenital congénito como hiperplasia adrenal congénita o síndrome de insensibilidad androgénica) o es una postransición. Esta última ocurre cuando el individuo ha hecho la transición a una vida de tiempo completo con el sexo deseado (con o sin legalización del cambio del sexo) y se ha sometido (o se está preparando para someterse) por lo menos una intervención o tratamiento médico de cambio de sexo. Por ejemplo, un tratamiento continuo de hormonas del sexo opuesto o una intervención quirúrgica de cambio de sexo para confirmar el sexo deseado (ej. penectomia, vaginoplastia en un individuo nacido hombre, mastectomía o faloplastia en una paciente nacida mujer).
Otra disforia de género especificada: esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan síntomas característicos de disforia de género que causan un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento, pero que no cumplen todos los criterios de disforia de género. La categoría de otra disforia de género especificada se utiliza en situaciones en la que el clínico opta por comunicar el motivo específico por el que la presentación no cumple los criterios de disfunción sexual. Esto se hace registrando «otra disforia de género especificada» seguido de un motivo específico (ej. disforia de género breve).
Disforia de género no especifica: esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan síntomas característicos de disforia de género que causan un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento, pero que no cumplen todos los criterios de disforia de género. La categoría disforia de género no especificada se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por no especificar el motivo del incumplimiento de los criterios de una disforia de género, e incluye las presentaciones en las que no existe suficiente información para hacer un diagnóstico más específico.
La disforia de género se refiere a la sensación de incongruencia experimentada por una persona entre su identidad de género y el sexo biológico o asignado al nacer. Es importante destacar que esta disconformidad no se considera una enfermedad mental, sino más bien un malestar significativo asociado a la experiencia de género.
La disforia de género a nivel vocal y la demanda en feminización de la voz
Son muchas las personas que experimentan disforia de género a nivel vocal. De esta forma, esta disforia se experimenta también a nivel expresivo y comunicacional, llegando a veces a aislar la persona del mundo social por miedo a expresarse, ya que su voz no corresponde con los estereotipos y exigencias sociales en cuanto a género vocal.
Por ello, entrenamientos vocales como la feminización de la voz son imprescindibles para ayudar a aquellas personas que perciban dicha disforia de género en cuanto a su voz, a alcanzar objetivos vocales personalizados que le permitan integrarse de manera positiva en la sociedad.
Así, el entrenamiento de feminización de la voz permite aumentar la calidad de vida de estas personas, habitualmente mujeres transgénero, cuya identidad de género entra en conflicto con el género asignado al nacer. En este tipo de entrenamientos vocales, lo que se persigue ante todo es aumentar el grado de confianza de la persona en su propia voz, de manera a optimizar la calidad de sus relaciones sociales, tanto a nivel profesional como a nivel personal.
La disforia de género no solo afecta a las personas transidentitarias con respecto a su vestimenta, de sus comportamientos, etc., sino que también lo hace con respecto a la voz, representando un eslabón de gran importancia en procesos transicionales que permitirá, sobre todo a mujeres trans, avanzar de manera coherente en su transición.
Así, los entrenamientos de feminización de la voz personalizados y propuestos por Femivoz tienen por objetivo principal satisfacer la demanda en cuanto a modificación de la voz a nivel identitario para que esta satisfaga no solo las exigencias sociales en cuanto al passing, sino sobre todo en cuanto a expectativas personales ligadas a la propia aprendiz.
La feminización de la voz según la logopeda y vocóloga Mariela Astudillo
Se trata de un entrenamiento vocal muy específico que permite adquirir características acústicas femeninas directamente ligadas al propio concepto de feminidad de la persona que solicita una feminización de la voz.
En Femivoz, llevan más de 18 años dedicándose con pasión a la voz identitaria, con el fin de permitir a las personas que sufren de disforia de género a nivel vocal, reducir el grado de ansiedad que esta puede producir en su día a día, ayudándole a alcanzar una voz que esté en total coherencia con quienes son.