Confidencial

Mapfre y Cotero construirán sus nuevas clínicas en La Albericia

El crecimiento de Santander hacia la zona articulada por la autovía Sardinero-Bezana va a cobrar un nuevo impulso con la urbanización del Área Específica 74, en La Albericia, donde se levanta el tanatorio de Nereo. Las instalaciones industriales que aún quedan en el lugar, como las naves de Monobra o el obrador de Frypsia, van a ser sustituidas por un área residencial (Inmolider proyecta levantar allí 350 viviendas), un edificio de oficinas de 2.424 m2 promovido por la inmobiliaria Casagrande y dos importantes proyectos sanitarios: una clínica de Mapfre, para la que el grupo ha reunido varias parcelas que totalizan 7.000 metros cuadrados edificables, y el Instituto Oftalmológico Cotero. Esta conocida clínica santanderina trasladará la actividad desde su sede de Menéndez Pelayo a unas instalaciones aún más modernas que va a levantar en esa zona, de 2.500 m2 de superficie, cuyas obras comenzarán el próximo mes de enero.

GREYCO SE ENFRENTA DE NUEVO A LA AMENAZA DE CIERRE

Enderezar el rumbo de Greyco está costando más de lo que se podía prever cuando el Gobierno regional traspasó al grupo vasco Makilex Work la responsabilidad sobre la fundición, tras evitar su cierre. Como en la anterior etapa, de nuevo ha sido la gestión realizada desde la dirección, calificada como nefasta por los sindicatos, la que ha puesto a la empresa de San Felices al borde de la liquidación, al generar nuevas pérdidas por importe de 3,5 millones de euros. El mal funcionamiento de la planta ha hecho imposible cumplir los contratos y alcanzar las cifras de producción previstas, hasta el punto de que los clientes esperan la entrega de cerca de 500 toneladas de piezas no fabricadas. Un déficit que llegó a alcanzar las 1.500 toneladas.
Para salir de esta situación, Makilex Work ha vuelto a recurrir a Sodercan. El grupo vasco pretende que sea la empresa pública la que tape las pérdidas provocadas por esa mala gestión, aduciendo que Greyco arrastraba un pasivo oculto cuando la adquirió. Como contrapartida, avalaría una línea de descuento, hasta los 5,2 millones de euros, para relanzar la fundición. Si no se alcanzase un acuerdo, los nuevos propietarios amenazan con iniciar el proceso de liquidación de la factoría, lo que supondría un importante conflicto social, ya que da trabajo a 130 personas en el Valle de Buelna y genera un centenar de empleos indirectos. Lo que se ha conseguido ya es que la empresa abone a los trabajadores las dos nóminas que les adeudaba, una condición que puso el consejero de Industria, Javier del Olmo, antes de sentarse a hablar sobre el futuro de Greyco.

VÈRINGER LLEVA SU LABORATORIO A VALLADOLID

La lentitud de la entrada en servicio del Parque Tecnológico y la carencia, en general, de suelo industrial en Cantabria está provocando la pérdida de algunos proyectos que no pueden esperar a la apertura de los polígonos en construcción. Es el caso de la empresa de ingeniería Vèringer, que, después de un año de búsqueda, ha optado por ubicar en el Parque Tecnológico de Boecillo, de Valladolid, el laboratorio biotecnológico que pensaba construir en Santander. La nueva instalación, en la que invierte seis millones de euros, se levanta sobre una parcela de 5.000 m2 y estará destinada a la investigación en procesos de descontaminación de suelos y de aguas, para los que Vèringer cuenta con sistemas propios. En Cantabria quedará la parte administrativa y financiera de la firma, a la que su expansión ha convertido en un holding de empresas. Vèringer tiene delegaciones abiertas en Argentina y Bolivia, y a la apertura del laboratorio en Valladolid, que comenzará a funcionar el próximo verano, le seguirá la implantación en la comunidad asturiana. En los distintos proyectos de esta ingeniería trabajan más de un centenar de personas, de las que 30 lo hacen en Cantabria.

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