El compliance officer es la clave para la protección de las empresas ante el aumento de la cibercriminalidad
Según datos publicados por el Ministerio del Interior de España, los índices de cibercriminalidad han aumentado un 72 % entre 2019 y 2022. Por ejemplo, las estafas informáticas, que representan cerca del 90 % de los delitos digitales, han experimentado una subida del 75,1 %. Esto supone tanto un riesgo como un desafío para múltiples empresas.
En este contexto, el compliance es una herramienta fundamental para reducir el riesgo de ciberdelincuencia. A propósito de esto, con una política efectiva de cumplimiento de protección de datos y sistemas de gestión es posible evitar estos incidentes. Según indican los especialistas de EALDE Business School, para ello es fundamental contar con un compliance officer.
¿Qué es y cuáles son las funciones de un compliance officer?
Esta figura se encarga de garantizar que todos los procesos de una organización cumplan con determinadas políticas, reglamentos o requisitos legales. Dependiendo de cada caso, estos agentes pueden llevar adelante diversas tareas como la realización de evaluaciones de riesgo o el asesoramiento de los puestos directivos, entre otras.
A su vez, las empresas que no cuentan con un compliance officer corren el riesgo de infringir leyes o reglamentos. Además, estos expertos trabajan para detectar y prevenir posibles amenazas. Para cumplir este objetivo, supervisan todos los procesos y procedimientos operativos empleando distintas herramientas, como por ejemplo un programa de gestión de compliance.
Por otra parte, investigan, registran y analizan los flujos de información de una organización para realizar evaluaciones de riesgo y asegurar un funcionamiento sin inconvenientes. Entre las funciones del compliance officer también se cuentan la organización y ejecución de acciones de formación y educación para que los departamentos o empleados de una empresa estén al tanto de cambios legales y actualizaciones. Asimismo, estos agentes trabajan en la investigación de delitos financieros como el lavado de activos o el fraude. En el ámbito digital, pueden ser útiles para la detección de ciberdelitos.
Una función con alta demanda
A pesar de que muchas empresas no estaban preparadas, en los últimos años se ha extendido rápidamente la modalidad de teletrabajo. A su vez, la rápida implementación de esta manera de operar ha derivado en una falta de protección y un aumento de la ciberdelincuencia.
Por esta razón, ha crecido la incidencia de delitos como estafas o robos tanto de material protegido como de secretos empresariales a través de técnicas informáticas. Cualquiera de estos incidentes supone un perjuicio económico grave para una empresa y puede ser especialmente dañino para las de pequeño o mediano tamaño. En este sentido, un informe recientemente publicado indica que el 45 % de las pymes españolas son “cibernovatas”.
En este contexto, los profesionales de EALDE Business School aseguran que la figura del compliance officer presenta una alta demanda. De esta manera, es posible enfrentar los riesgos y solucionar el problema de la ciberdelincuencia.